Un domingo más, Selecta Visión es puntual a la cita con Ataque a los titanes. La distribuidora nos ofrece el simulcast del episodio 10 de la cuarta y última temporada en versión original con subtítulos en español a través de su página web. En «Un argumento de peso», la serie continúa por la senda de la semana pasada y nos ofrece otro episodio calmado, con mucha información y en el que cada vez queda más claro que se está produciendo una brecha de opiniones e ideales entre los distintos personajes.
MAPPA se mueve constantemente entre el presente y el pasado, por lo que a continuación haremos un repaso por todas las claves para que no perdáis detalle. Eso sí, como viene siendo habitual, os recordamos que las siguientes líneas contendrán spoilers del episodio.
Si el episodio de la semana pasada se retrotraía 3 años, en esta ocasión la trama se sitúa 2 años atrás. Gracias a la intervención de los voluntarios, Paradis recibe a su primer invitado extranjero, Kiyomi, perteneciente al clan Azumabito de la nación asiática Hizuru. Esta mujer, a la que ya vimos durante la fiesta previa a la representación en Liberio (es a la que Udo manchó sin querer el kimono con vino), reconoce a Mikasa como descendiente del hijo del shôgun de su nación, quien permaneció junto al Rey Fritz cuando éste se encerró en las murallas hace más de 100 años. No obstante, no es difícil entrever que las intenciones de Hizuru no son del todo inocentes con respecto a Paradis y que, posiblemente, hablar sobre el bienestar de Mikasa es solo una tapadera para lo que les interesa de verdad: los recursos naturales de la isla.
Según descubrimos en este episodio, Kiyomi se había reunido previamente con Zeke. Éste le muestra el Equipo de Maniobras Tridimensionales que el ejército de Paradis utiliza para matar titanes. El aparato funciona con un combustible conocido como «hielo explosivo», que se obtiene a través de un mineral. Y ahí es donde asoman las verdaderas intenciones de Kiyomi porque, a medida que habla, la mujer se relame. A cambio de colaborar con él, Zeke ofrece a Hizuru la libre explotación de ese mineral, con el que dicha nación podrá volver a enriquecerse.
Pero hay más condiciones. Zeke básicamente quiere amenazar al mundo mostrándoles su poder y retrasar de esta manera un posible ataque. Mientras tanto, Hizuru actuará como mediador para que Paradis pueda conseguir un mayor número de fuerzas militares y que así activar el «Retumbar», es decir, despertar a los millones de titanes que hay dentro de las murallas, deje de ser necesario. Para conseguir esta segunda condición Paradis debe contar con el Titán Fundador y otro titán de sangre real. Sabemos que a Zeke le queda muy poco tiempo de vida, por lo que su tercera condición es que su titán lo herede alguien de sangre real.
Esto pone en el punto de mira a Historia, porque ese plan no solo implica que deba comerse a Zeke, sino que deberá pasarse los 13 años de vida restantes engendrando hijos para que puedan continuar heredando el poder titán. Si bien Historia acepta, Eren, completamente indignado, se muestra en contra del plan. Y con toda la razón. Eren no puede estar de acuerdo con un plan que esencialmente trata a su gente como si fuera ganado. Eren quiere resolver el problema actual de los eldianos, pero no hacerlo cargando con ese peso a las generaciones futuras.
Esto nos devuelve al presente y a la misma escena con la que empieza el episodio, pero para entenderla en su conjunto es necesario haber visto dicho flashback. En mi opinión, creo que esto en parte hace comprender mejor por qué Eren hizo lo que hizo en Liberio y por qué parece estar tan enfadado con el mundo, incluida Hange. Eren ha perdido el brillo en sus ojos, ha dejado de ser el niño que conocimos en las temporadas anteriores y se atreve incluso a amenazar a la comandante con el poder del titán Martillo de Guerra.
Aunque intente fingir y bromear, Hange parece verdaderamente atemorizada por el chico cuando se marcha de la prisión. Hange se acurruca en el suelo, en un momento que define a la perfección en lo que se ha convertido el personaje. Hange piensa que es un error que Erwin la nombrara como sucesora y en parte tiene razón. No quiero decir que Hange no sea una líder competente. De hecho, probablemente sea más competente que él en varios ámbitos, pero no puede hacer lo que Erwin podía. Erwin no se habría dejado intimidar por Eren y habría usado su carisma para convencer al chico, incluso es posible que ya hubiera dado con una solución. En lugar de que Hange haga lo que Erwin haría, se nos muestra a una persona vulnerable, superada por la situación. Porque en definitiva, y por mucho que en el fondo nos duela, Hange no es Erwin.
Posteriormente, descubrimos que en el momento presente Historia está embarazada. Resulta repugnante cómo en una reunión entre altos cargos del ejército estos se refieren a ella con la terminología con la que lo hacen, tachándola prácticamente de ser una cualquiera por haber decidido que el padre de su hijo sea un simple granjero. Ese embarazo ha retrasado los planes iniciales por los que Historia debía comerse a Zeke en cuanto éste pisara la isla y eso es lo que verdaderamente ha molestado a los altos mandos del ejército.
MAPPA anima el capítulo 107 del manga y parte del 108. Es precisamente ese cambio de capítulo lo que no está bien gestionado en el episodio y que hace que éste sea probablemente el episodio con la peor dirección hasta ahora. De la escena de los militares saltamos sin previo aviso de nuevo al pasado, a la que, por cierto, es una de las escenas más adorables de Ataque a los titanes porque demuestra lo mucho que Eren aprecia a sus compañeros. Todos ellos se ofrecen a heredar sus poderes de titán, ya que le quedan algo menos de 5 años de vida. Sin embargo, Eren no puede permitirlo porque los quiere demasiado como para condenarlos a vivir solo 13 años. Este ambiente tierno de entonces contrasta con el presente, donde los únicos miembros restantes de la Tropa de Reclutas 104 se ha reunido para hablar de Eren.
En ese mismo flashback también nos enteramos de que inicialmente fue idea de Hange infiltrarse en Marley. Pero, a diferencia de las acciones que cometió Eren, la idea de Hange buscaba la paz. Parece que Eren convirtió una misión diseñada para demostrar que los eldianos de Paradis son gente pacífica en una declaración de guerra. Asimismo, al principio Eren estaba en contra del plan de Zeke, porque se negaba a que Historia se convirtiera en ganado y a que sus hijos fueran obligados a aceptar una sentencia de muerte de 13 años. Pero por lo que parece en el presente, Eren ahora está aparentemente totalmente de acuerdo con el plan de Zeke. Un cambio de opinión que parece haberse producido después de que Eren se reuniera supuestamente con Zeke en Marley. Por lo tanto, es comprensible que Hange, Levi, y, en especial, sus amigos estén molestos con él.
Mikasa, Armin, Connie y Jean probablemente no se estarían haciendo tantas preguntas si Eren hubiera dejado muy claras sus intenciones desde el principio. Por algún motivo que todavía desconocemos, Eren se cerró a sus amigos, no explicó sus intenciones y se fue a Marley por su cuenta para reunirse con Zeke en contra de cualquier orden. Tras pasar un tiempo allí, lo primero que hace es «obligarlos» a ir al frente para rescatarlo. Sin ninguna duda, un lado muy diferente al Eren abierto con sus sentimientos y que consideraba a sus amigos lo más valioso.
A excepción de Mikasa, Armin, Connie y Jean ya no ven a Eren como ese chico que les había dicho que los apreciaba. Ya no le reconocen. Connie vio morir a Sasha, su otra mitad, en una situación provocada por Eren, quien, además, se ha aliado con la persona que convirtió a toda su aldea y a su familia en titanes. Y sí, ellos también tuvieron la culpa de la muerte de Sasha, pero la situación en sí la inició Eren. Connie necesita buscar culpables para el dolor que siente y la risa de Eren cuando se entera de la muerte de Sasha, aunque sabemos que no fue porque lo disfrutara, es la chispa para volver definitivamente a Connie en su contra.
Por otro lado, es interesante ver a Armin sugerir que alguien se coma a Eren. De hecho, resulta irónico que Armin esté dispuesto a sacrificar a Eren, cuando éste fue el único que luchó por su vida hasta el final. Pero sus palabras tampoco sorprenden del todo porque solo está señalando lo obvio. Son soldados, tienen que estar preparados para todo, incluso para la traición. Y más todavía en su caso porque ya han sido traicionados con anterioridad. Armin plantea lo que haría el ejercito si él traicionara a Paradis, lo que seguramente hará Marley si recupera a Zeke, o lo que hizo Marley con Ymir. ¿Que ya no pueden confiar en un cambiante? Pues entonces hay que conseguir otro. Es simple, es cruel, pero es la realidad. Es de sentido común no dejar el poder en manos de alguien que puede usarlo en contra de ellos y estoy convencida de que Erwin habría pensado de la misma manera que él. Si Erwin habría visto alguna a posibilidad de que Eren los traicionara, seguro que no habría dudado en dar el Titán Fundador a otra persona. No obstante, Armin todavía confía en Eren y no descarta la vía del diálogo. Pero definitivamente ha empezado a abrazar la idea de tener que renunciar a algo para poder cambiar algo.
Por su parte, Jean es el que se encuentra más en una posición intermedia. Creo que es importante resaltar que este episodio refuerza lo mucho que ha evolucionado su relación con Eren. Jean (sin contar a Mikasa) es el primero que se ofrece a heredar el poder del titán, detiene el ataque verbal de Connie hacia Eren y es a él a quien busca Mikasa para confirmar que efectivamente Eren se rio cuando se enteró de la muerte de Sasha. Aunque tengan personalidades muy diferentes y choquen a menudo, se han convertido en grandes amigos.
En lo que respecta al apartado técnico, al tratarse de un episodio que cuenta con mucho diálogo no esperaba ver una animación espectacular. No obstante, tengo la impresión de que hay abundancia de imágenes fijas a las que se ha intentado dar dinamismo utilizando ángulos extraños, pero que en realidad resultan incómodos en yuxtaposición con todo los demás. Desde el punto de vista de la adaptación, había algunos planos, en especial al inicio del episodio, que no estaban muy bien dibujados y en los que las expresiones carecían de la sutileza o la emoción que presenta el manga. Lamentablemente, he notado que esta no es la primera vez que sucede en los últimos episodios.
A estas alturas todos conocemos los problemas que ha habido para que esta cuarta temporada saliera adelante. Pero, aun así, resulta doloroso ver que muchas cosas podrían haberse solucionado habiéndole dado más margen a la producción. Menos mal que la trama de Ataque a los titanes es lo suficientemente interesante para mantenernos enganchados y hacernos pasar por alto a veces esos detalles. Por eso ya estoy deseando que llegue el próximo domingo para disfrutar de la continuación de esta historia.
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