Con la llegada de septiembre, el verano se despide hasta el año que viene. Uno de los principales indicios del fin de la etapa estival es el regreso a las aulas. ¿Qué les deparará a los estudiantes este nuevo curso?¿Qué nuevas experiencias vivirán? La verdad es que se trata de un tema bastante recurrente en el mundo del manga.
Aprovechando este periodo que comenzamos de la mano del mes de septiembre, y dentro de nuestra iniciativa de Doce meses, doce autoras, lo dedicamos a Asumiko Nakamura. Una autora singular que, entre su amplia bibliografía donde prácticamente ha tocado todo tipo de temas de una forma única, también nos ha enamorado con romances de instituto como el de Sajô y Kusakabe, los protagonistas de Doukyusei, más conocida en España como En la misma clase.
Un inicio prometedor
Asumiko Nakamura nació en la prefectura de Kanagawa en 1979. Cuando todavía estaba en la universidad, debutó en el mundo del manga en el 2000 con la historia corta Coffee Satouri Koisuru Madobe. Un par de años después, empezó a publicar una serie de relatos en la Manga Erotics F, una revista que, al ser menos comercial, daba mayor libertad a sus autores. De esta manera, en estas primeras historias la autora hizo gala de alguna de sus señas de identidad la lujuria, el amor prohibido, etc. Todas ellas se publicaron bajo el título Chicken Club.
Una de estas historias sirvió de base a la autora para publicar su primera serie: Coponicus no Kokyuu (conocida en España como La respiración de Copérnico). Publicado entre 2002 y 2003 en la misma revista, y finalizado con dos volúmenes, el manga gira en torno al mundo del circo, cuyos protagonistas son unos juguetes rotos explotados hasta la extenuación en todos los niveles. La autora en ningún momento se corta a la hora de representar escenas violentas o sexuales, con un estilo artístico único sencillo y de gran belleza.
En la misma revista también publicó All about J en 2004 y que finalizó con tres tomos. Una obra que tiene como protagonista al joven J que, tras perder trágicamente a sus padres, ingresa en un internado. A pesar de lo estricto de la institución logra hacerse un hueco en el mundo, además de dar rienda suelta a su mayor pasión: imitar a Marylin Monroe. Destacar que fue una de las primeras obras de la autora en experimentar con la temática boys love, uno de los más recurrentes en su carrera, así como el concepto de identidad.
Doukyusei y Utsubora, los dos grandes éxitos
El año 2006 fue un año de cambio en la carrera de Asumiko Nakamura. En las páginas de la revista Opera de Akaneshinsha apareció el primer capítulo de Doukyuusei, una de las obras más populares y queridas por los fans de Asumiko Nakamura. La historia de amor de Sajô y Kusakabe enganchó a multitud de lectores desde la primera página.
A día de hoy se trata de una de las obras más representativas de la autora. Además de los tres volúmenes recopilatorios de la obra original, cuenta con los spin-off Sorano to Hara y O.B., fanbook, artbook y dos secuelas: blanc y Futari Gurashi. Este último sigue en publicación y recoge las experiencias de ambos protagonistas durante su convivencia en pareja. A todo esto hay que añadir la película Doukyuusei, producida por A-1 Pictures y estrenada en Japón en febrero de 2016.
Además de Doukyusei, en 2006 también publicó la adaptación al manga de la serie de novelas ligeras Nokemono to Hanayome junto a su autor Kunihiko Ikuhara. Publicado en las páginas de la Kera de Index Communications contó con 8 volúmenes recopilatorios, siendo la serie más larga de la autora hasta la fecha. Una historia donde el mundo está regido por unos jóvenes caracterizados de animales. La autora también se ocupó de la secuela Nokemono to Hanayome+ que contó con nueve capítulos.
En 2008 tuvo lugar otro punto de inflexión en la carrera de Asumiko Nakamura. De vuelta a la revista Manga Erotic F, publicó Utsubora finalizando con un total de dos volúmenes recopilatorios. La obsesión de un escritor por una misteriosa joven que se parece a la protagonista de su novela fue un éxito de crítica llegando a alzarse con el premio Eisner en 2014.
Posteriormente siguió publicando obras cortas, la mayoría ambientadas dentro del género boys love. Aunque Nakamura siempre se ha caracterizado por tocar distintos ámbitos en su obra yendo más allá de temáticas. De esta época son obras como Double Mints, un BL con tintes de thriller; Katakoi no Nikki Shoujo (colección de historias que se mueven entre el romance y la familia); o Yobidashi Hajime, ambientado en el mundo del sumo. Sobre esta última, destacar que se trata de una de las grandes pasiones de Nakamura fuera del mundo de las viñetas. Sin embargo, se canceló su publicación en las páginas de la revista Morning tras la publicación del primer volumen.
Entre sus obras más recientes, y dejando a un lado la expansión del universo Doukyuusei, destacan Oukoku Monogatari y Mejirobana no Saku, ambas en publicación. La primera se publica en las páginas de la Ultra Jump de Shueisha y desarrolla una historia de corte histórico protagonizada por dos hermanos inseparables. Por el momento cuenta con tres volúmenes. La segunda se publica en la Rakuen Le Paradis de Hakusensha y donde la protagonista Ruby se ve obligada a pasar sus vacaciones de Navidad en el colegio donde estudia. Aunque no estará sola, dado que pasará sus ratos libres con Steph, una chica por la que cada vez se siente más interesada. Actualmente, lleva publicados dos tomos.
Además de sus propias obras, la autora también ha participado en antologías con otros autores. En 2015 publicó una historia en Neo Kiseijuu f, recopilación de historias basadas en Parasyte de Hitoshi Iwaaki, y en 2016 repitió en Tanizaki Mangekyo. En esta ocasión se conmemoraba el 50º aniversario de la muerte de Junichiro Tanizaki.
Una autora en continua experimentación
A lo largo de sus más de 20 años de carrera como mangaka, la autora ha demostrado una auténtica versatilidad. Nakamura nunca se centra en un género o tema concreto, sino que los mezcla todos para dotar a sus obras de un estilo propio. Es por ello que sus historias, no dejan prácticamente indiferente a nadie dado que, al tocar varios temas (y casi siempre universales), uno acaba empatizando con gran facilidad.
No obstante, hay varias constantes en la obra de Nakamura. Una de ellas es la tragedia. A lo largo de sus historias, vemos los tormentos que atraviesan los protagonistas, sometidos a un mundo hostil en el que prácticamente tienen que sobrevivir. Son historias duras, donde a los personajes les pasa absolutamente de todo. Muestra de ello lo encontramos en mangas como La respiración de Copernico o All about J. Historias donde el amor acaba apareciendo como pura catarsis final de todo el proceso.
Pero en su obra también hay hueco para la comedia y, sobre todo, para el boys love. Da igual la edad de los romances que presenta en sus páginas, las historias BL de la autora siempre despiertan cierta ternura en el enamoramiento y, después, pura pasión. Además sabe manejar muy bien los tiempos en la narración, siendo historias muy disfrutables.
Otro aspecto común de sus historias es la construcción de los personajes y, sobre todo, el halo de misterio que rodean a algunos de ellos. Ya sea la joven con la que se obsesiona el autor de Utsubora o el mismo Sajô de Doukyuusei, están envueltos en un misterio que cautiva, tanto a los protagonistas como al lector. ¿Qué están pensando? ¿Qué van hacer?…, son algunas de las preguntas que uno se realiza mientras avanza la lectura y que te acaban atrapando.
Aunque sin lugar a dudas, el aspecto más representativo de Asumiko Nakamura es su dibujo. El trazo fino a la hora de dibujar personajes, cabellos, ojos…, es inconfundible. Cuerpos estilizados, de piernas infinitas y de miradas profundas, están cargadas de expresividad. A pesar de la exageración y deformación de los mismos, gracias a la narración y la construcción de los personajes, plasma a la perfección la psique humana. Además que suele representar escenas muy explícitas, tanto en el plano violento como en el sexual.
En este sentido, la autora juega con la disposición de las viñetas y con la cual controla el ritmo de la narración a placer. Sus viñetas son el claro ejemplo del poder del manga a la hora de alargar una acción para transmitir un sinfín de sensaciones. En la misma página podemos encontrar pasión y violencia, tragedia y humor…, todo ello presentado con auténtica maestría.
Asumiko Nakamura en España
Actualmente en España, y por suerte, podemos disfrutar en España de algunas de las obras más representativas de Asumiko Nakamura. En 2014, Ediciones Tomodomo creyó que Doukyusei, traducida al español como En la misma clase, era una obra ideal para impulsar de nuevo el boys love en España y, viendo la etapa dorada del género en la que estamos inmersos, no estaban equivocadas. Además, poco a poco han completado el universo de la obra con los spin-off Sorano y Hara, entre el cielo y el suelo y Antiguos alumnos.
Posteriormente, de la mano de Milky Way Ediciones llegó Utsubora, seguida de la colección de Asumiko Nakamura formada por La respiración de Copérnico, Chicken Club, All about J, Time of Rose-Colored Cheeks y Two-Week Adventure.
Recientemente, Planeta Cómic ha publicado en España Neo Parasyte f donde, además de la historia de Asumiko Nakamura, cuenta con una ilustración de la autora en portada. Y seguramente no serán las únicas obras de la autora que veamos por España próximamente.
A finales de 2020, tuvo lugar en el Ikebukuro PARCO de Tokio una exposición dedicada a Asumiko Nakamura con motivo del 20º aniversario de su debut como mangaka. Una muestra donde se recopilaron manuscritos, ilustraciones y merchandising de su obra, y donde quedó patente el legado de Asumiko Nakamura. Una autora singular, con una personalidad propia y que, a pesar de su apariencia sencilla, son capaces de transmitir los sentimientos más humanos, con sus virtudes y defectos.
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