Los fans de Osamu Tezuka estamos de enhorabuena, pues la editorial Planeta Cómic está inmersa en traernos toda la obra del autor a nuestro país. Poco a poco van llegando obras que no estaban publicadas en nuestro país, pero la editorial no podía esperar a publicar una de las obras más icónicas y reconocida dentro y fuera de Japón. Sin duda, Astroboy, con permiso de muchos otros personajes y obras con las que nos ha hecho disfrutar el Dios del Manga, sigue cautivando a nuevas generaciones, tantos años después de su primera publicación.
Astroboy es una de esas obras que han maravillado al mundo por su temática, su icónico personaje y por sus adaptaciones animadas. La primera de ellas, fue realizada por el mismo Tezuka y consiguió cautivar al mundo entero con el anime japonés. Numerosas adaptaciones se han ido realizando desde entonces y hasta la actualidad. En los años 80 se hizo una adaptación de 52 capítulos y otras dos en 2003. Y en 2009 una coproducción estadounidense y hognkonesa adaptó el personaje en forma de película en CGI.
Sinopsis
La historia de Astroboy comienza cuando el doctor Tenma resucita a su hijo Toby, muerto en un accidente de coche, en forma de robot. La pena por la pérdida de su hijo es tan grande que solo puede aplacar su dolor implantando todos los recuerdos de su hijo en el cuerpo de este robot y tratarlo como si fuera su hijo. Pero pronto se dará cuenta que el robot no puede crecer y lo vende a un comerciante. Astroboy acaba en un circo realizando piruetas y pruebas para contentar al público. El doctor Ochanomizu lo ve y saca a nuestro querido robot de allí para acogerlo en su casa. A partir de ahí,en forma de capítulos o serie de capítulos, iremos viendo como Astroboy va a ir luchando contras las injusticias que se encuentre en su camino, gracias a las diferentes habilidades y poderes que tiene por su condición de robot. Famosos son sus 100.000 caballos de potencia, que habla 60 idiomas (traducción instantánea) y su capacidad de saber si una persona es buena o mala con su percepción, además de muchos otros super poderes. Además, es un robot que veremos que puede experimentar emociones humanas, otro poder inconmensurable.
Un mundo robótico más que interesante
En un mundo donde robots y humanos conviven pronto veremos como la relación entre ellos no es todo lo buena que podríamos esperar. Y los seres humanos pervierten la ayuda que les brindan los robots con trabajo y tareas que no son capaces de desempeñar, que acaban convirtiéndose prácticamente en esclavos de los humanos.
Tezuka nos ofrece una visión del mundo algo retorcida que Astroboy intentará ir cambiando. Gracias a sus historias nos sumergimos en un mundo apasionante y atractivo. Algunas historias quizás pecan de infantiles pero otras no tanto. No obstante, son más que disfrutables para todo tipo de público. Además Tezuka va ‘filosofando’ sobre estos temas desde su visión de los años ‘50 y ‘60 sobre un futuro próximo, que aún a día de hoy no se ve demasiado desfasado o fuera de lugar. Una maravilla mi modo de entender, con lo rápido que avanzan los temas tecnológicos. No obstante, el ejercicio de poder ver cómo veía Tezuka el futuro próximo con nuevas tecnologías es también muy enriquecedor.
Esta interacción entre robots y humanos hace que Tezuka nos haga ver el peligro que puede acarrear para el ser humano. Y por el bien de la humanidad, va postulando momentos y situaciones en las que Tezuka se encuentra preocupado por su posible evolución. Si bien, nunca estableció una ley robótica como hizo Isaac Asimov, pero los postulados que se dejan ver en esta obra, se asemejan muchísimo a las de este, llegando a conclusiones muy similares. No obstante, Tezuka navega por ese mundo robótico como pez en el agua, ofreciendo una obra muy atractiva y diferente a la de Asimov. Los robots tienen una libertad y libre albedrío de la que carecen los robots de Asimov y una manera de razonar que sorprende a partes iguales.
Destacar de esta obra el capítulo El mejor robot sobre la faz de la tierra (capítulo 7 del primer tomo), una historia que Tezuka desarrolló de manera notable en apenas 200 páginas, y que Naoki Urasawa acabó adaptando entre 2003 y 2009 en su obra Pluto de 65 capítulos siendo recopilada en 8 tomos. Urasawa contó con la ayuda al guión de Takashi Nagashaki y la supervisión del mismísimo Macoto Tezka (hijo de Osamu Tezuka) que dirige Tezuka Productions y vela por el legado de las obras de su padre. En resumen, Urasawa se pasea de manera magistral y demuestra la pasión por la obra y su autor. Si queréis saber más de este episodio entre Tezka y Urasawa, le preguntamos por el origen de esta colaboración, en la entrevista que le pudimos hacer a Tezka en 25 Salón del Manga de Barcelona de 2019.
Un autor muy prolífico
Tezuka nació el 03 de noviembre de 1928 en la ciudad de Toyonaka (Osaka), el mayor de tres hermanos, creció en el seno de una familia liberal con gran pasión por el manga y la animación. Su experiencia durante la 2ª Guerra Mundial le hace comprender el valor de la vida, lo que lo lleva a convertirse en médico, pero finalmente opta por aquello que más le gustaba: el manga y la animación. Esta manera de pensar se transmitió a través de sus mangas y las películas de animación que él creó, causando una influencia en la psicología de la juventud nipona de la posguerra.
En los años 50 Tezuka comienza a dibujar a Astroboy por encargo de la editorial, que esperaba convertir a su protagonista en un shonen de éxito, gracias a la fascinación de los japoneses por la ciencia ficción. Astroboy cautivó a los japoneses y tuvo mucho éxito también fuera de Japón, tanto en América como Europa. Además del icónico personaje, reconocimiento de la obra y del autor a nivel mundial, supone el inicio del manga moderno, tal y como hoy lo entendemos.
Años más tarde, Tezuka comenzó a desarrollar unas historias pensadas para esos jóvenes cada vez más adultos que habían crecido con sus mangas. Pedían más historias y el mangaka buscó maneras de captar su atención. Así que cogió la estela que habían iniciado sus “discípulos” y reinventó el gekiga. Así en durante la década de los años 70 y parte de los 80 realizaría obras como MW (1976-1978), Adolf (1983) y Black Jack (1973-1984), Oda a Kirihito , Ayako, “La canción de Apolo y “El libro de los insectos humanos”.
La obra de Tezuka fue muy prolífica y dejó 150.000 páginas repartidas en unas 700 obras en total y unas 60 películas de animación que marcarían una época, sentando las bases del manga y del anime tal y como lo conocemos actualmente. Entre todas estas obras deberíamos destacar Buda y Fénix. La primera nos cuenta de una manera personal y bien documentada, la vida de Sidharta Gautama, y la segunda es la obra más íntima del maestro que comenzó en 1954. Podríamos decir que es la obra de su vida, en la que va contando la historia de varias civilizaciones en épocas muy diferentes del pasado, presente y futuro en el que el conocido ave, que resurge de sus cenizas es el protagonista común en todas ellas. Obra que fue publicando durante toda su vida y que dejó inacabada, pues en 1989 con 60 años de edad, falleció debido a un cáncer de estómago.
La edición de Planeta Cómic
La edición que trae la editorial Planeta viene en formato tomo (150×230) cartoné de tapa dura, que recopila los tres tomos originales de la edición japonesa de Tetsuwan Atom en uno solo. Así que completamos la obra con 7 tomos recopilatorios (21 tomos originales en la edición japonesa de referencia). Los volúmenes vienen cosidos y el papel no transparenta. La impresión se ve genial, a pesar de que algunos pasajes, seguramente en color del original, no acaban de quedar perfectos, pero en ningún momento desmerece que podamos valorar de una edición prácticamente excelente. Quizás el que los tomos vayan desde las 600 hasta las 750 páginas no son lo más práctico de leer, pero es algo que se puede solventar fácilmente.
Conclusiones
Astroboy es una de esas obras que sobreviven a su autor y que a pesar de los años, podemos decir que ha envejecido bien y que seguramente seguirá siendo válida por mucho tiempo más. Una obra más que atractiva, con personajes bien trabajados y complejos. Muchos jóvenes y neófitos descubrirán un dibujo clásico, anticuado pensarán algunos, pero es un estilo asentado y atractivo visualmente a pesar del tiempo transcurrido desde su creación. Tampoco nos dejemos llevar por menoscabar esta estética ‘cartoon’ reminiscente de “Disney para niños”. Ésta nos puede hacer pensar que no es una obra con argumentos complejos más allá de entretener a niños y adolescentes. Los adultos podemos disfrutar la obra mucho mejor que ellos y dadas las temáticas que se desarrollan a lo largo de la obra, se antoja difícil que Tezuka solo pensara en jovencitos (al menos no los trataba con cierta condescendencia) a la hora de desarrollar muchas de sus historias. Un placer que niños y adultos puedan disfrutar de una obra como ésta. Un consejo: no se la pierdan. Imprescindible.
Lo mejor
- Historia del manga
- Astroboy, qué más podemos pedir
- Una gran obra de ciencia-ficción
Lo peor
- El estilo clásico y cartoon de Tezuka puede resultar poco atractivo para algunos aficionados
Astroboy (nueva edición)
Editorial: Planeta Cómic
Formato: Tomo (150x230) cartoné (tapa dura)
Tomos: 7 (Finalizada)
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