De lo que hoy hablare es de la calidad de las ediciones de unos y otros, y como, día a día y ante la poca evolución de las ediciones, las distribuciones libres (siempre y cuando no estén licenciadas) van ganando en calidad a las profesionales.
Para empezar, habría que comparar la calidad de unos y otros. En primer lugar, hablando del doblaje. El doblaje en español, diga lo que se diga, es malo. Muy malo. Y me voy a mojar y diré nombres: En grandes series de humor como School Rumble, destroza la serie, y hace que esa sobreactuacion infantiloide en las voces le haga perder la gracias a las bromas. En cambio, en otras como Ghost in The Shell: Stand Alone Complex, se ha hecho un buen trabajo, y la serie puede verse en español sin problemas. Hace tiempo mi compañero Quique Black&White realizo una entrevista al doblador profesional Ivan Lavanda, donde dijo que el mal del doblaje en España es precisamente ese. Se actúa poniendo voz forzada que no concuerda con el personaje, en el mayor parte de los casos, tan extremadamente aguda que da dolor de cabeza. Nos guste o no, no tenemos voz de japoneses, así que habrá que usar nuestra voz, y actuar bien a la hora de doblar, usando voces que concuerden con los personajes: Como ya dije, creo que en Stand Alone Complex la elección de voces fue muy acertada en todos los casos excepto algún secundario, pero desgraciadamente no es lo común).
La respuesta es obvia y conocida: “Si no te gusta el doblaje, mírate la serie en japones que para eso se incluye el doblaje en versión original”. Y es justamente ahí donde yo quería llegar. Si, la vería en versión original… si los subtítulos fuesen correctos, pero cada vez me lo planteo mas. Para muestra un botón, me iré a un caso concreto: La edición coleccionista en DVD de Ergo Proxy.
Ergo Proxy es una serie que vi inicialmente a través de un fansub, me gusto mucho la trama y la estética, y se convirtió en uno de mis favoritos del año. Tras verla licenciada en España decidí pagar religiosamente los 70€ que se me pedía por una caja de cartón, con un portacds metálico, un imán de Lil Mayer, un libro con spoilers, y la serie en varios discos. Meto el disco en mi reproductor de DVD, y veo que tengo que tragarme una buena tanda de pantallas de cortesía. Pongo el capitulo, y automáticamente me cabreo. El doblaje es malísimo, e incluso las transcripciones de los nombres propios no concuerdan con el original. Pero es tras pasar a la pista de audio en japones cuando me llevo una decepción aun mayor: Los subtítulos no solo están en una fuente horrible, pixelada y molesta (limitaciones técnicas del soporte, supongo), sino que además, y esto si que no es perdonable, dichos subtítulos no son sino fragmentos recortados del doblaje en español, en lugar de una verdadera traducción de los diálogos en japonés. La frustración del momento es enorme, y entonces decidí poner el DVD en mi PC para saltar entre partes del capitulo completamente. Ahí es cuando perdí totalmente la fe, pues comprobé que el DVD esta lleno de bloqueos que impiden a un reproductor normal el salto instantáneo entre partes de un mismo capitulo para ver determinadas escenas, o acceder directamente a ellos. Las pantallas de cortesía, menús… todo eso hay que tragárselo se quiera o no cada vez que se quiere ver una escena (a no ser que uses algún procedimiento especial, claro).
Pese a todos estos males la compra de la serie seria justificada por la calidad de imagen o de traducción, pero es que a día de hoy, el encodeado H.264 (MPEG-4 v10 / mp4) que utilizan la mayoría de los fansubs, ofrece resolución superior al MPEG-2 de los DVD Video, por no hablar de que muchos realizan un trabajo de traducción y edición realmente bueno, con subtítulos estilizados, acorde con la temática de la serie.
Antes, cuando las releases de los fansubs eran en *.avi, si que me compraba toda edición de anime publicada en España de entre mis favoritas, pero es que cada día comienzo a planteármelo más.
Y es que no se trata de cutrismo, ni de piratería (Hay que desterrar esa palabra, ninguno de nosotros somos piratas, la piratería solo existe en el top manta, no en la distribución de material no licenciado). Se trata de elección calidad/precio, que cualquier cliente realiza cuando hace sus compras en el día a día.
Si nos compramos un televisor, siempre nos decantaremos por el de mayores prestaciones de acuerdo a nuestro presupuesto. Aquí pasa lo mismo.
Por una parte, tengo una serie en formato mp4 encodeada en H.264 y AAC, con calidad excelente, en el que cada capitulo ocupa aproximadamente 130 Mb, con subtítulos elegantes, que no desentonan con la estética de la serie. Karaokes más o menos decentes cuando corresponde, e incluso en algunos casos, notas aclaratorias para explicar algunas bromas japonesas difíciles de entender en España en las series de humor. En algunos casos incluso, dicha edición en lugar de en mp4 viene encapsulada en formato mkv, con pistas de subtítulos independientes, lo cual ya es una maravilla cuando se quieren quitar las letras de un capitulo y dejarlo con aspecto de RAW. Todo esto gratis.
Por el otro, una serie encodeada en formato MPEG-2, con buena calidad de imagen (pero aun así con resolución inferior a HDTV), doblaje infernal en la mayor parte de los casos, y en el caso de las versiones originales subtituladas, con unos subtítulos que dañan a la vista, y que encima no se corresponden con los diálogos. Todo esto en unos incómodos soportes físicos que ocupan un espacio innecesario, y en los que para colmo (y aquí es donde realmente uno pierde la paciencia), hay que tragarse un montón de pantallas de cortesía, avisos sobre piratería, bloqueos que impiden hacer saltos de capitulo desde la barra de desplazamiento del reproductor del PC…
Yo soy muy pijo para estas cosas, y cuando el disco duro de mi PC no daba para más, me gustaba tener los discos presentables. Tengen Toppa Gurren-Lagann la bajé de un fansub, la grabé en un DVD, y le diseñé una carátula grabada en la superficie del disco mediante Lightscribe. En un sólo disco, tengo los 27 capítulos en una calidad excelente. Si vienen amigos a casa, meto el DVD, y automáticamente les enseño lo que me interesa.
Por otro, tengo (entre otras muchas series originales), la citada Ergo Proxy. Cada vez que quiero ver una escena, tengo que esperar, para saltar a una parte de un capitulo he de usar el incomodo fast foward y el next, y encima, tengo la serie desperdigada entre diferentes discos, que de pasar al PC directamente en formato *.vob, ocuparían una burrada. Si, siempre me queda la opción de ripearla para uso personal (en principio es lo que hice harto de los bloqueos del DVD), pero tras las dolencias visuales por culpa de los antiesteticos (y erróneos) subtítulos, decidí dejar la caja en una estantería criando polvo, y me he vuelto a sacar de la papelera el DVD con los capítulos fansubeados.
Obviamente no los distribuyo, seria ilegal, y por otra parte hay que respetar el deseo de los buenos fansubs de hacer un trabajo de traducción de forma altruista interrumpiendo edición y distribución ante licencia. Si alguien me los pide, no se lo grabaré, y si es un amigo le presto los originales (pues en mi derecho estoy, guste o no), pero para mi uso personal, tiro de lo que me ofrece la mejor calidad y sobre todo, usabilidad. Me voy a lo coherente. Al final de cuentas, he pagado 70€ por un portacds y un imán, que me hubiese costado 3.50€ en los chinos.
Y es que en el mundo de los negocios, hay una regla fundamental, universal y necesaria: O te renuevas o mueres.
Iniciativas como la de Selecta Visión de las ediciones Slim son una idea muy buena, pero no suficiente. Un precio entre los 25 y 30 euros para una serie de calidad como Samurai Champloo, es un precio que me parece bastante más justo que los 70 que pague por Ergo Proxy, por muchos extras inútiles que contenga. Al fin y al cabo, en lo único que me fijo es en lo estético que queda un disco impreso de forma profesional en comparación con uno pintado a rotulador o grabado con Lightscribe.
Es muy fácil echarle la culpa a la piratería, o demonizar a los fansubs. Yo creo que no hay que caer en el error que esta cometiendo la industria discográfica, pues es un camino que lleva a la extinción En el blog de Enrique Dans se habla mucho de ese tema desde una buena perspectiva, así que yo ya no voy a entrar en el tema musical, más allá de la citación a iTunes Store: Supieron ver el nuevo modelo de negocio, supieron aprovecharse de los avances, y triunfaron vendiendo canciones a 0,99€.
Ahora creo que en la edición de anime también llega el momento de renovarse. En primer lugar, con un doblaje profesional. Y ojo, no sirve de nada asociar “profesional” con “caro” o de “renombre”. Recuerdo una serie que su doblaje iba a ser muy bueno por tener a todo un equipo de dobladores expertos, y luego ha resultado ser una autentica porquería por el mal de siempre: El mal de pensar que el anime es para niños, y que hay que poner voces idiotas, sobreactuadas y surreales. No me gusta nada el fútbol, pero se me quedó grabada a fuego una frase que una vez vi en una pancarta respecto al Real Madrid de los Galácticos: “Hombres Y No Nombres”. Creo que el caso aquí es igual, voces y no nombres es lo que hace falta para solucionar este mal. Dobladores que, cobren lo que cobren, se tomen tan en serio el doblaje de Suzumiya Haruhi no Yuutsu como el de cualquier superproducción de Hollywood.
Si eso es cumpliera, yo pagaría el precio que fuera por la serie, como en su momento hice con Stand Alone Complex o Serial Experiments: Lain entre otras, cuyo doblaje me ha convencido.
Si no puede ser, ¿por que no dejar únicamente una VOS en japones? Abarataría los costes de la edición, aunque desconozco si en España es legal (o empresarialmente viable de cara a las negociaciones con los propietarios japoneses) la edición de video no doblado.
Por otra parte, los subtítulos. Si las limitaciones del formato no permiten estilizar los subtítulos, que menos que hacer que concuerden con los diálogos en lugar de salirse por la tangente y poner resúmenes de la traducción al castellano (lo que al final termina siendo como el juego infantil del teléfono escacharrado).
Y por ultimo, los bloqueos, los avisos sobre piratería, las pantallas de cortesía, etc: Sólo perjudican al cliente. Hasta el día de hoy, yo aún no he visto ninguna edición pirata de anime en España, pero sobra decir que si hipotéticamente se hiciese, esos delincuentes ripearían y eliminarían todas las incomodidades que se meten en dichos discos. Al final los perjudicados somos los que compramos nuestro material y pagamos honestamente, y que como clientes nos sentimos decepcionados, por lo que los siguientes 70€ destinados a la compra de anime, igual los gasto en otro fin que cumpla mejor mis expectativas.
Esto no se trata de una oda a lo “gratix”, ni mucho menos de un boicot a las distribuidoras. Estoy seguro que quieren hacer lo mejor posible su trabajo. De hecho una vez asistí a una conferencia de Jonu Media y quedé encantado con la ilusión con la que afrontaban sus ediciones. Simplemente es un análisis de que lo que esta pasando, es simplemente resultado del enfrentamiento entre productos con una relación calidad/precio con diferencias abismales.
Pienso que la industria debe pensar en dar el siguiente paso y seguir ideas como la del iTunes Store. Ellos supieron renovarse y triunfaron. La industria musical que día a día se dedica a demonizar e insultar a sus clientes, a llamarles delincuentes, y sus asociados que gracias a las prevendas políticas imponen gravámenes a todos los ciudadanos estarán condenados a la extinción
Se que seria muy complicado (debido de los propietarios japoneses de los derechos) la creación de un “almacén online” para la compra de anime a precios asequibles, y en buena calidad de edición, con formatos contemporáneos, pero se de buena mano que en el mundo empresarial, todo es negociable. Si alguna gente paga por su cuenta premium en Rapidshare o Megaupload en lugar de usar redes de comparticion p2p ¿Acaso no pagaría por bajarse su anime de forma oficial?
Eso seria una opción de futuro, pero en el caso de seguir con los obsoletos DVD Video, al menos lo mínimo exigible es unos subtítulos correctos, y un precio razonable, prescindiendo de todo extra, valor añadido que encarece el producto final y lo hace menos atractivo para el comprador. El que quiere merchandising, ya se lo sabe comprar por su cuenta, no hace falta que se lo metan en el blister de su serie favorita. (Que se lo digan a mis robots de series no licenciadas en España). Y luego, lo deseable, seria un doblaje de calidad, aunque eso ya es harina de otro costal, y un problema tan antiguo, como la misma edición de anime en nuestro país.
Aunque bueno, mal de muchos, consuelo de bobos, que se suele decir, porque viendo el destrozo que han hecho con Tengen Toppa Gurren-Lagann en Estados Unidos (¡Viral! ¡¿Que ha pasado con tu carismática voz?!), veo que no somos los únicos con este problema.
Supongo que más castings para dobladores serian una buena opción Personas que hicieran un trabajo a un precio no desorbitado y cumpliesen con lo esperado. Si muchas empresas en el ámbito industrial invierten parte de su presupuesto de I+D en formación de personal, tal vez, alguna campaña de casting & formación de dobladores no seria una idea del todo alocada. Por parte del doblador, se trata de una cuestión de voz, pero sobre todo, de predisposición y emoción por hacer un doblaje creíble, con unas escenas de humor naturales, y unas batallas épicas Por parte de las empresas, de iniciativa.
Todo esto ya es mucho hipotetizar, pues a fin de cuentas, todas las ideas han de salir de los que se dedican a esto, valorando obviamente, el balance de gastos e ingresos, pero del mismo modo que los componentes informáticos OEM se venden bien (productos sin embalaje a precios muy reducidos pero con la misma garantia), ediciones espartanas serian mucho mas atractivas de cara al consumidor. Pero, y pese a que me repita, lo primero siempre sera lo primero: La calidad. Primero calidad y luego precio. Y si lo primero no puede conseguirse, pues la gente se va a lo barato, como es natural (no solo las empresas miran por el dinero, los consumidores también). Y nada hay mas barato que una edición por y para fans. Y si encima la calidad es superior, llega el momento de plantear otra estrategia.
¿Que opináis vosotros? ¿Cuales son las opciones y vuestras ideas que consideráis viables para la mejora de la distribución de anime licenciado? ¿Preferís fansub o DVD-Video?
Gracias a todos por leer el texto. De momento no sé sobre que escribir la próxima semana, así que se aceptan sugerencias 🙂
Saludos.
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