Eso sí, el chaval no es japo, sino chino. En cualquier caso, el hombre, de 25 años, vendía lo que vienen a ser las cubiertas de este fantástico producto; un total de 200 dicen desde el país nipón, con los cuales había recaudado más de 100.000 yens. Y como viene siendo costumbre, los policías han puesto a los dakimakuras bien guapos en fila para que los medios hicieran las fotos pertinentes.
En declaraciones de la policía de los medios «hemos podido desmantelar la red al comprobar que la calidad de las telas al agujerearlas dejaba mucho que desear de cara al consumidor frente a otras marcas más resistentes. Ha sido un arduo trabajo de investigación».
Fuente: Alafista
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