Desde que la franquicia spin-off Sonic Boom surgiera en 2014, no son pocas las voces que se escuchan en contra del nuevo rumbo con el que Sega embarcó al erizo más famoso de los videojuegos. A pesar de las buenas intenciones de esta nueva saga, orientada a captar a un público más joven, no son pocos que ven con lástima en lo que se ha visto convertido Sonic. No obstante, Sonic Boom: Fuego y Hielo parece dar un soplo de aire fresco a una icónica franquicia que no pasaba por su mejor momento.
Sonic Boom: Fuego y Hielo es un nuevo videojuego de plataformas protagonizado por Sonic y sus amigos enmarcado dentro de la franquicia Sonic Boom. El título, desarrollado por Sanzaru Games y distribuido por Sega, fue lanzado al mercado nipón y americano el 27 de septiembre de 2017 y en exclusiva para Nintendo 3DS. Posteriormente llegó a Europa, solamente tres días después de su lanzamiento internacional.
Cabe destacar que Sanzaru Games ya había trabajado en otro título de la franquicia, Sonic Boom: Shattered Crystal, lanzado este en noviembre de 2014 y disponible también para Nintendo 3DS. Un título que tenía la obligación de reflotar la saga Sonic Boom tras el denostado Sonic: Rise of the Lyric para Nintendo Wii U y que tuvo el triste honor de ser uno de los videojuegos protagonizados por Sonic peor valorados. Baja calidad gráfica, diálogos sin gracia ni carisma e incluso poca responsividad…, fueron algunas de las críticas que acabaron hundiendo al primer título de la franquicia. Una serie de defectos que, a pesar del cambio de desarrolladora, siguió arrastrando Shattered Crystal.
Sonic Boom: en busca de un nuevo público
Al contrario que otros personajes célebres de los videojuegos, como Mario o Zelda, que siguen cautivando tanto a jugadores veteranos como a nuevas audiencias siendo fieles a su esencia, los jugadores se han ido olvidando de otros personajes icónicos, como es el caso de Sonic. Y es que Sega no parece dar con la clave que le devuelva al elíseo de los videojuegos.
Perdida la esperanza de volver a captar al público adulto, Sega lanzó Sonic Boom con el objetivo de captar al público más joven. Un auténtico proyecto multimedia que abarca desde series de televisión, videojuegos, cómics, merchandising…, y donde Sonic y sus amigos se ven inmersos en aventuras con cierto toque infantil y con un humor sencillo y muy blanco.
Si bien en televisión parece haber funcionado, en el terreno de los videojuegos no acaba de conectar con el público. Ya sea por ser un producto hecho a prisas e inacabado o por su toque infantil (a pesar de que el público objetivo son 10-11 años, son los veteranos los jugadores más habituales), entregas como Rise of the Lyric y Shattered Crystal se ganaron, y con razón, la desconfianza de los jugadores hacia cualquier nuevo título de la franquicia Sonic Boom. ¿Será distinto con Sonic Boom: Hielo y Huego?
Salvando el mundo a toda mecha
El malvado Dr. Eggman descubre un nuevo elemento vital para sus planes de acabar con Sonic y sus amigos. Se trata del ragnium, un mineral originario de la isla Ragna Rock y con el cual quiere crear robots super veloces que pongan en jaque al popular erizo azul. Sin embargo, uno de los robots encargados de la extracción de este mineral, D-Fekto, ha registrado una serie de fallos de funcionamiento que lo llevan a magnetizar todo aquello que no sea ragnium, provocando auténticos remolinos de hielo y fuego a lo largo del archipiélago de Ragna Rock. De esta manera, Sonic y sus amigos volverán a calzarse las zapatillas para tratar de derrotar a Eggman y a sus secuaces.
Como suele ser habitual en este tipo de juegos, y más dentro de la saga Sonic Boom, la historia es solo una excusa para ofrecer al jugador una serie de escenarios de plataformas que tendremos que superar con Sonic y amigos: Tails, Knuckles, Sticks y Amy. Escenarios que van desde la típica pantalla en 2D, exploración submarina, escenarios shoot ‘em up con auténticas carreras contrarreloj en 3D. Pantallas que pondrán a prueba los reflejos del jugador en una auténtica carrera contra el tiempo para derrotar a Eggman.
Ragna Rock es un archipiélago compuesto por siete islas que tendremos que ir recorriendo con distintos personajes. En cada una de ellas tendremos al menos un tipo de escenario distinto de los mencionados anteriormente, si bien el más habitual es la pantalla en 2D. Además, en cada una de ellas no faltarán los enfrentamientos contra jefes finales. Por un lado una carrera contra Eggman que tendremos que ganar para poder derrotarle y, por otro lado, contra los auténticos titanes que crea D-Fekto con su temible poder de magnetización.
Sin embargo, a pesar de los distintos mundos, el título acaba siendo bastante repetitivo. A pesar de los distintos escenarios con varias temáticas y complejidades, las distintas modalidades de plataformas resultan iguales aportando una experiencia bastante monótona. Además, una vez le pillas el tranquillo a cada pantalla, no supone casi ningún reto superar los distintos niveles. Por ejemplo, en los niveles 2D, los propulsores que encontramos en nuestro camino nos hacen la mitad del trabajo, teniendo simplemente que pulsar en el momento justo. Esto hace que el juego en sí no dure mucho y que en prácticamente siete horas podamos acabar la historia principal.
Aunque una vez acabada esta no alcanzaremos el 100% del juego. En las pantallas de plataformas en 2D tenemos dos formas de afrontarlos: por un lado podemos optar por la vía rápida e ir a gran velocidad con Sonic, y por otro lado, podemos tomárnoslo con calma y explorarlos en profundidad para encontrar los distintos items que hay desperdigados por los distintos escenarios. Es aquí cuando podemos sacar el mayor partido a nuestro equipo de personajes.
Diferentes formas de salvar el mundo
A lo largo de las distintas pantallas 2D encontramos una serie de objetos desperdigados por todo el escenario. El ansiado ragnium es uno de ellos, el cual podremos conseguir en fases concretas de cada pantalla superando el tiempo récord o venciendo a enemigos. También hay muelles, piezas de puzles y martillos de Amy que nos permitirá desbloquear extras como música o distintas mazas para Amy.
Para esto tendremos la habilidad de adoptar el fuego y el hielo. Gracias a esto podremos congelar y derretir, respectivamente, distintos elementos del escenario que nos permitirán superar distintos obstáculos. También podremos descubrir nuevos lugares en los escenarios donde se encuentran los mencionados items.
Otro elemento a tener en cuenta en la exploración de los escenarios serán las distintas habilidades de cada personaje. Con Sonic podremos ir a gran velocidad y realizar saltos propulsados, mientras que con Amy contaremos con su poderoso martillo. Por otro lado, Knuckles nos permitirá cavar en el subsuelo, Sticks disparar y recoger items a distancia con su bumerán y Tails planear, además de utilizar su láser. Estos lo podremos alternar durante las distintas fases en 2D, salvo en fases específicas de cada personaje o momentos contra jefes finales, donde asumiremos el papel de Sonic junto a otro de sus compañeros.
Un mundo tridimensional y a todo color
A pesar de las pantallas en 2D, el juego ha sido desarrollado íntegramente en 3D. Un apartado gráfico bastante sencillo pero que cumple con su función, al igual que el efecto 3D de la consola. Aunque es cierto que este puede resultar bastante sorprendente en las pantallas cuando vas a toda velocidad, dado que los personajes cambian de plano, hacia delante y hacia atrás.
Por otro lado, cada isla tiene una ambientación diferente como selva, paleolítico, hielo… Aunque esto se puede observar sobre todo en las pantallas en dos dimensiones, en general pasa bastante desapercibido dando por resultado unos escenarios idénticos. Lo mismo ocurre con los enemigos que se cruzan en nuestro camino que, ya sea por la velocidad o por su propio diseño, no hay ninguno que sea memorable. En cuanto a las pantallas específicas de personaje, resultan totalmente idénticas con la salvedad del incremento de dificultad según avanzamos en el videojuego.
Nota aparte merecen los enfrentamientos contra D-Fekto y los distintos titanes que pueden construir gracias a su habilidad magnética. Personajes que ocupan las dos pantallas de la consola y que aprovechan muy bien el espacio de la portátil de Nintendo, resultando bastante impresionantes.
En cuanto a la música, esta acompaña bien en las diferentes pantallas, pero no encontramos ningún tema que consiga destacar. Temas electrónicos, básicos y reiterativos que acompañan muy bien a la sensación de velocidad de los personajes, pero que olvidaremos en cuanto superemos el nivel.
Demasiado espacio para tan poco juego
Como hemos comentado anteriormente, el juego es prácticamente superable en siete u ocho horas salvo que nos perdamos por los escenarios en busca de los ansiados items. Sin embargo, la versión digital del videojuego requiere un total de 12.333 bloques, demasiado para la jugabilidad que ofrece el mismo. De un Pokémon o Dragon Quest lo puedo entender, pero de este Sonic me cuesta creerlo. Tanto la versión digital como física tienen un precio de 39,99€.
Otro pero del videojuego son los tiempos de carga de los distintos escenarios. Muchas veces resulta excesivo el tiempo de carga para escenarios que en apenas minuto y medio puedes superar. Casi merece la pena perderse por la pantalla en busca de los distintos secretos antes de tener que esperar para volver a menú de la isla principal.
Por otro lado, destacar que el título se encuentra totalmente traducido al español, seguramente motivado por el público objetivo al que va dirigido.
Conclusión
Parece que poco a poco la saga Sonic Boom va encontrando su sitio en el mercado. Tras dos títulos que prácticamente lo hundieron por su monotonía y diálogos ridículos e infantiles, Sanzaru Games parece haber dado con la tecla al combinar casi a la perfección la gran velocidad tradicional de Sonic con la exploración más sosegada. Pantallas que ofrecen al jugador distintas posibilidades de superar el juego.
Si bien el toque infantil y humor sencillo siguen presentes en esta última entrega, este se reduce a las pequeñas escenas de animación. A fin de cuentas no deja de ser una contextualización para lo que verdaderamente importa: superar los distintos niveles y vencer a los enemigos. Y en este sentido el juego cumple con su función.
Aunque el apartado técnico y de edición aún hay aspectos por mejorar, lo cierto es que Sonic Boom: Fuego y Hielo sienta las bases a seguir para las siguientes entregas. Puede que al fan de Sonic de toda la vida aun le chirríe toda esta nueva saga, pero es cierto que puede ser una buena vía de acceso para las nuevas generaciones.
Lo mejor
- El juego ofrece diferentes posibilidades de afrontar las pantallas, rápido o despacio, con Sonic o sus compañeros.
Lo peor
- Por su jugabilidad y apartado técnico puede resultar monótono.
- El juego ocupa demasiados bloques en la memoria interna de la consola para lo que ofrece en sí.
Sonic Boom: Fuego y hielo
Plataforma/s: Nintendo 3DS
Desarrollo: Sanzaru Games
Jugadores: 1 - 2
Audio/Textos: Inglés, Alemán, Francés, Italiano, Español
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