Tras meses y meses de especulaciones y rumores, por fin Nintendo Switch sale a la venta. Una consola híbrida entre portátil y sobremesa, confirmando así gran parte de las filtraciones hasta ese momento. Lo hace como sucesora oficial de Wii U, y en propias palabras de Nintendo, “convivirá durante mucho tiempo con Nintendo 3DS”. Sin embargo, las dudas son comprensibles, ya que la consola nace para aunar dos conceptos que, hasta ahora, nos parecían separados: jugar en casa y fuera. Tras haber podido probarla durante unas semanas, hablaremos de los pormenores de la consola y su situación dentro del mundo de los videojuegos. Por supuesto, el análisis se realiza desde el punto de vista del usuario y de la experiencia que Nintendo Switch ofrece al público promedio.
¿De dónde partimos?
La “mamá” de Nintendo Switch, Wii U, nació como sucesora de la Wii en 2012. Con el éxito del novedoso control de Wii, la presión sobre Wii U era muy grande. Sin embargo, un concepto que no acabó de cuajar del todo, un márketing algo confuso y otras razones más largas de explicar, acabaron arrancándole a Nintendo el apoyo de muchas third parties y sus juegos insignias. La consola fue alimentada por Nintendo con un amplio catálogo de juegos bien recibidos por la crítica y el público. Pero Wii U no consiguió despegar del todo y ya eran muchas las voces que apuntaban a una sucesora más pronto que tarde.
El periodo entre una generación de consolas y la siguiente suele oscilar entre los 5 y los 6 años, con lo que la aparición de dicha consola ya estaba dada por supuesta por los medios especializados. Los rumores estuvieron durante meses a la orden del día, a cada cual más disparatado o alejado del producto final que el anterior. No obstante, se podría decir que el secretismo de este lanzamiento por parte de Nintendo no tuvo precedentes. Hasta tal punto de anunciar la fecha de salida de la consola, el 3 de marzo, sin ni siquiera mostrarla al público. No fue hasta octubre de 2016 que mostraron un tráiler enseñando la consola por primera vez. Tuvimos que esperar hasta enero, dos meses antes de su salida, para su presentación oficial. En ella se mostraron varios juegos que formarían parte del catálogo de la consola, entre los que se encontraban conocidas franquicias de la gran N como Mario con su Super Mario Odyssey o Zelda y su ya anunciado Breath of the Wild, que formaría parte del catálogo de lanzamiento.
La Consola
Nintendo Switch nace con la firme intención de destruir los conceptos que hasta ahora se daban por supuestos en la industria, en gran medida propiciados por la limitada tecnología. La consola se compone de varios elementos como producto final, pero podemos decir que su “alma” se encuentra en la Console, una tablet táctil y completamente autónoma de 6.2 pulgadas. Podemos llevarla a cualquier parte y jugar con ella sin ningún problema. Los juegos vienen en cartuchos, que son insertados en una ranura situada en la parte superior del dispositivo. En esa misma parte tenemos un ventilador y los botones de volumen y apagado, así como la entrada Jack para los auriculares. En la parte de abajo tenemos la entrada de corriente para cargar el dispositivo, mientras que en la parte posterior de la consola tenemos los altavoces y una pequeña pestaña que sirve para apoyar la consola. Debajo de esta pestaña se encuentra el acceso para las tarjetas microSD.
Cuando la consola está en modo reposo, la batería puede durar mucho, días enteros, con lo que en este sentido está bien optimizada. Mientras jugamos, la batería puede durar unas 5 o 6 horas según mi experiencia, con lo que no se aleja de lo estándar dentro del mundo portátil. Sin olvidarnos tampoco del rendimiento de la misma, proporcionado por un chip personalizado Nvidia Tegra. Es precisamente este rendimiento el que hará que notemos cuando el ventilador comienza a funcionar y cuando no. No es que haga un ruido excesivo, ya que no pasa de un leve murmullo, pero notamos el aire caliente que sale.
La tablet viene con un almacenamiento interno de 32GB, ampliable hasta los 2 TB mediante tarjetas microSDXC. Sin duda es un almacenamiento que, dado el tamaño de los juegos de hoy en día, da para muy poco. Aunque sea portátil, ya hay móviles que superan ampliamente esa cifra, y claramente se queda corto en este aspecto.
La pantalla se ve clara y nítida, y aunque la resolución disminuye respecto al modo TV, no es ningún cambio que se aprecie mucho, y no necesitas forzar la vista para jugar. Además, tiene un sensor que detecta la luz a nuestro alrededor para regular la luminosidad de la pantalla, aunque también puede regularse a mano desde los menús de la consola.
Dentro del software, la consola no trae ningún juego preinstalado y carece de aplicaciones como Youtube, navegador o pequeños ejemplos como Netflix. Si bien es algo que Nintendo ya ha mostrado interés en incorporar en futuras actualizaciones.
Por otra parte, he sufrido bloqueos al intentar iniciar algún contenido o al conectar internet, así como que la consola no detecte el Dock, pero no pasan de fallos anecdóticos y aislados.
El Dock
La Console se puede colocar en un soporte llamado Dock para poder visualizar nuestra partida en un televisor. Se conecta por la entrada que tiene Nintendo Switch en su parte inferior. Necesita de energía, con lo que tiene salidas AC y HDMI, además de 2 USB 2.0 y uno 3.0, aunque aún no han especificado qué periféricos podremos conectar en esos puertos. Podremos tener la tablet cargando mientras jugamos en la tele. El cambio entre meter y sacar la Console del Dock es instantáneo, pudiendo visualizar la partida en uno u otro cuando queramos. El no poder utilizar la tableta y la tele a la vez aleja el concepto de vista dual iniciado por Wii U, un concepto que, al parecer, no ha acabado de funcionar del todo entre el público.
Ha habido polémica con el tema de los rayones por parte del Dock a la pantalla de la Console. En mi caso, así ha sucedido, teniendo mi consola a la semana una pequeña raya en la pantalla. Sin duda un fallo tremendo que Nintendo deberá arreglar, aunque siempre se puede prevenir comprando un protector de cristal templado o colocando una gamuza que cubra el Dock.
Los Joy-Con
Hasta aquí todo bien, pero… ¿cómo se juega? Pues la Console se complementa con los Joy-Con, el alma jugable de la Nintendo Switch. Consisten en dos pequeños mandos que se acoplan a la izquierda y a la derecha de la Console mediante unos pequeños raíles de metal donde se insertan con un placentero “click”. Para sacarlos, basta con apretar un botón en la parte posterior de los mismos, desacoplándolos con facilidad.
El mando izquierdo tiene un stick en la parte superior, con 4 botones debajo con flechas direccionales, un botón para hacer capturas de pantalla y un botón con el símbolo menos (-). El derecho cuenta, por su parte, con 4 botones (Y, X, A y B), un stick debajo, el botón Home importado de Wii U y el botón con el símbolo más (+). Además, ambos tienen en su parte superior los botones R/ZR y L/ZL, que hacen la vez de botones superiores y gatillos. Por último, podemos encontrar en la parte interior de los mandos los botones SL y SR, que se usan cuando se coloca el mando en horizontal en los juegos que lo pidan. Y eso no es todo, cada uno de los mandos tiene funciones extra como acelerómetro para control por movimiento o vibración HD. Además, el derecho también lee amiibo y tiene un sensor infrarrojo que detecta figuras que tiene delante, como un piedra papel o tijeras en nuestras manos.
Todas estas funciones consiguen un producto final muy completo que junta todas las innovaciones de Nintendo hasta el momento. El problema está en si los desarrolladores sabrán sacar partido a tecnología tan distinta entre sí. Con Wii U, las funciones no pasaban de anecdóticas en la mayor parte de los juegos, con lo que los Joy-Con serían un derroche de imaginación desperdiciado.
En la presentación, todos teníamos una duda sobre los mandos… ¿serán demasiado pequeños? La respuesta es no. Obviamente están pensados para tener un diseño ergonómico y que se adapte a la mano. Se juega fácilmente con ellos y no suelen dar problemas a aquellos de manos grandes.
Además existe una función muy interesante, y es la de jugar con un Joy-Con en horizontal mientras un amigo juega con el otro, con lo que sería una especie de “Dos mandos en uno”. Esto refuerza las partidas con amigos en casa o en la calle, algo que cada vez se va sustituyendo cada vez más por el juego online ¿nos estaremos haciendo viejos?
Vibración HD
La vibración HD es una nueva función incorporada en los mandos cuyo propósito principal es el de situar al jugador dentro del espacio de juego mediante vibraciones precisas y controladas. Es decir, si una puerta se abre a la derecha de nuestro personaje, sentiremos la vibración en el lado derecho del mando y viceversa. Es cierto que esta función no puede parecer lo más interesante de la consola, pero en los juegos apoya bien la inmersión y, sin duda, es un añadido que se agradece.
Joy-Con Grip, correas y Mando Pro
Además de estos accesorios, Nintendo Switch viene con dos correas para los Joy-Con por si queremos separarlos de la consola y no queremos sufrir accidentes. También se acoplan mediante las guías. Por otra parte, existe el Joy-Con Grip, un soporte para los Joy-Con con dos mangos que le confieren ese aspecto de “mando de toda la vida”. La verdad es que el conjunto es bastante cómodo y ergonómico, con lo que los más reacios al control alternativo tienen aquí su ansiada solidez.
Si aún así no te agradan mucho los Joy-Con, siempre puedes probar con el Mando Pro, que se vende por separado e incorpora gran cantidad de la tecnología implantada en los Joy-Con.
Conclusión
Nintendo Switch es una consola que, en la línea de Nintendo, prioriza la innovación y la diversión antes que la potencia gráfica. El concepto de jugar en casa tranquilamente y, cuando sales, coger la consola y seguir tu partida es algo estupendo que creo que se debe probar para conocer su verdadero potencial. Además, los Joy-Con son un auténtico mix de tecnologías que puede dar mucho de sí, si así se quiere. El problema principal puede ser dejar de lado la potencia gráfica, ya que puede apartar ciertos títulos que podrían disfrutarse en la plataforma. Aunque esto último está justificado por el carácter portátil de la misma. Si las ventas acompañan, se llevarán juegos interesantes a la consola, así como exclusivos que hagan gala de todas las funciones que tiene. Otro problema es el catálogo de lanzamiento, que ha sido muy pobre y que ha sido salvado por The Legend of Zelda: Breath of the Wild, un auténtico «vendeconsolas» por definición.
Tengo muchas esperanzas en Switch y en las franquicias y compañías que ya han prestado su apoyo, y que confirman estar trabajando en juegos para la consola. Ahora mismo se encuentra en una posición en la que sólo el tiempo decidirá su impacto dentro del mundo de los videojuegos. De momento, tenemos una consola novedosa y divertida, que falta hace en el sector.
Lo mejor
- La tecnología de los Joy-Con
- Ser híbrida entre sobremesa y portátil
- Divertidísima con amigos
Lo peor
- El catálogo, muy escaso de momento
- La interfaz algo sosa
- Las carencias gráficas
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