En God Eater 3 el mundo se encuentra sumido en las cenizas mientras los monstruosos Aragami campan a sus anchas. Estos seres están compuestos por pequeños seres vivos unicelulares que sólo buscan consumir todo lo que encuentran, provocando las tormentas de ceniza. Por si fuera poco, los Aragami nacidos dentro de la ceniza son una terrible novedad, capaces de consumirte con tan sólo herirte. Los únicos restos que quedan de la civilización se aglomeran en puertos preparados para resistir las embestidas de los monstruos y el poder destructivo de la ceniza.
Ante este panorama desolador, una nueva esperanza resurgirá en la forma de una niña pequeña. Nosotros seremos sus protectores, los God Eater, seres mitad humano y mitad Aragami que tienen la capacidad de dañar y devorar a sus contrincantes con las poderosas Armas Celestiales ¿Seremos capaces de devolver la esperanza a una humanidad cansada de batallar?
Bandai Namco nos trae la tercera entrega de God Eater para PlayStation 4 y PC. Una franquicia que, a pesar de haber crecido bajo la sombra de la comparación con Monster Hunter, ha sabido ampararse en sus propias señas de identidad para labrarse su propio nombre. En el juego deberemos formar equipo con personajes o jugadores online para dar caza a los temibles Aragami mientras damos con alguna solución que pueda mejorar el aciago presente de la civilización. Un hack n’ slash con un gran componente rolero y cooperativo. ¿Habrá conseguido dejarnos un buen sabor de boca?
God Eater es una franquicia desarrollada por Shift y producida por Bandai Namco que ya cuenta con tres títulos numerados a sus espaldas, varios spin-offs y una revisión de los dos títulos anteriores. God Eater Resurrection es una remasterización del primer título de PlayStation Portable que vio la luz en Occidente el pasado verano de 2016 para PlayStation 4, PlayStation Vita y PC. En la mismas fechas y para las mismas plataformas salió God Eater 2: Rage Burst, siendo una revisión de la segunda entrega original de PlayStation Portable y PlayStation Vita. God Eater Mobile, God Eater Online y God Eater Resonant Ops fueron sus entregas para smartphones, mientras que varias entregas de God Eater: Off Shot, un juego de fotografiar el mundo del juego, fueron lanzados para PlayStation 4 y PlayStation Vita. La primera entrega también cuenta con una adaptación de anime homónima que vio la luz el pasado 2015 de la mano del estudio Ufotable (Tales, Code Vein, Kimetsu no Yaiba…).
Soy más oscuro que tú
El juego comienza con la creación de nuestro avatar con un editor de personajes. Esta mecánica puede andar algo escasa de opciones en comparación con otros títulos, pero es tremendamente sencillo obtener avatares bellísimos dignos de ser protagonistas de cualquier shônen. Principalmente es aquí donde encontramos las primeras trazas del que, considero, uno de los principales factores de diversión del título: fliparse. La estética del juego parte de una base de ropa negra, cadenas, cinturones, tachuelas, máscaras, parches, cicatrices… Todo acompaña para hacernos sentir como un auténtico guerrero salido de Tokyo Ghoul o alguna otra obra de estética gótica-punk. Podremos cambiar el color de cada uno de los ojos, del pelo (blanco si queremos fliparnos más) o acoplar distintos accesorios para el pelo o la cara como tatuajes faciales, cintas o los ojos vendados.
Salir de la sartén para entrar en las brasas
Una vez creado nuestro avatar nos pondrán al día de nuestra situación. Nos encontramos en el puerto de Pennywort, uno de los puertos con peor reputación de toda la zona. Allí, los God Eaters son tratados como meras herramientas y viven en condiciones pésimas. Deben luchar hasta el límite de la extenuación con la motivación extra de que, si mueren en el intento, los niños serán los siguientes en ocupar su lugar. Poco se puede hacer ante esta situación, ya que lo más parecido que existe a un gobierno se encuentra ocupado con labores más apremiantes.
Ahí se encuentra Hugo, nuestro amigo de la infancia con el que vagamos por el mundo antes de ser encontrados por Pennywort y convertidos a la fuerza en God Eater. Por suerte, ambos sobreviven a una operación con un alto índice de mortalidad y son capaces de adquirir nuevas habilidades, destacando la capacidad de adaptación de nuestro personaje, claro. Menudo fraude de protagonista japonés si no fuésemos alguien con un potencial por encima de la media. No obstante, llegará un momento en el que las cosas se compliquen y ambos tengan que abandonar Pennywort con los niños a la espalda para encontrarse con una nave de Crisantemo, otro puerto regentado por Hilda Henriquez. Esta nave será nuestra principal base de operaciones, desde la que podremos descansar, equiparnos, adquirir ítems de vendedores ambulantes, mejorar a nuestros personajes y seleccionar nuestra próxima misión. También será el punto de encuentro con aquellos jugadores que quieran ayudarnos vía online.
Un pequeño problema es que también es el lugar desde el que podremos charlar con la tripulación y avanzar en la historia, siendo indispensable iniciar una conversación con algunos de ellos cuyas identidades y localizaciones son desconocidas. Esto nos obliga a recorrer la nave entera cada vez que terminamos una misión con el propósito de encontrar a estos personajes, llevando a momentos incómodos y esperas exasperantes para nuestros compañeros en línea que sólo quieren iniciar la misión y matar Aragamis. Esto pone sobre la mesa la mentalidad japonesa, que prefiere terminar la campaña principal rápidamente y centrarse en un extenso post-game en el que conseguir todas las armas, accesorios y niveles para vencer a aquellos Aragamis más duros con otros jugadores.
Combates frenéticos
Como de costumbre, las misiones se dividen en principales y secundarias, funcionando las primeras como catalizadoras de la historia y las segundas como fuente de experiencia y recursos. Una vez dentro de ellas podremos tomar una vía de preferencia para cumplir los objetivos de la misión, que suelen terminar en un enfrentamiento con un Aragami de nivel superior. Estos enemigos exigen que formemos una estrategia en torno a sus características, sus ataques, su elemento principal y las herramientas a nuestra disposición. Podremos intentar un acercamiento más táctico con trampas y ataques a distancia, o podemos optar por la oposición frontal y atacar al enemigo con todo lo que tengamos. Los combates son frenéticos y tienen más de hack n’ slash que de rol de acción. Los combos son rápidos y configurables y los inputs son amigables, dejando intercalar ataques débiles, fuertes, aéreos y terrestres a nuestra voluntad para terminar con el enemigo de la forma más eficiente posible. Además, podemos combinar fuerzas con nuestros aliados si nos mantenemos cerca de ellos, obteniendo ventajas en la vitalidad, el ataque o la defensa.
El sistema de combate se divide en tantos elementos que sería un engorro para ti y para mí listarlos uno a uno. Cada ataque se divide en subataques y efectos, y cada arma en elementos y características. La personalización de nuestro personaje y sus ítems también es enorme, así como las capacidades estratégicas de los personajes NPC que te acompañan. Se trata de un juego con una profundidad enorme en su espectro más rolero. Sin embargo, la mayoría de las modificaciones que aplicaba a mi personaje acababan diluyéndose en el fragor del combate, reflejándose en ínfimos porcentajes en los daños. Por supuesto que veo necesario configurar todas las capacidades a nuestro estilo de juego, pero lo más importante de God Eater 3 es conocer las rutinas de tu enemigo y saber contrarrestarlas.
Raciones roleras para todos los gustos
Donde mayor diferencia podemos encontrar es en las armas, ya que el estilo de juego y la forma de encarar al enemigo se alternan enormemente entre una y otra. Algunas permiten un acercamiento más directo y otras controlan la distancia entre los enemigos y nuestro personaje. El espectro de armas es amplio y va desde lanzas a espadas, guadañas o discos cortantes, con lo que encontrar un arma que se ajuste a tu estilo de juego no sólo llevará algo de tiempo, sino que será un proceso la mar de divertido. Aunque todos pueden jugarse en solitario, ciertas armas están pensadas para equilibrarse con otros jugadores que puedan asumir el resto de roles con una cabeza pensante y racional. Las armas cuerpo a cuerpo se alternan con las armas a distancia, cuya munición es limitada y depende de realizar previamente algunos ataques cuerpo a cuerpo. Estas armas también pueden variar en un amplio espectro entre escopetas, ametralladoras pesadas o fusiles de francotirador, entre otros. La munición de las armas a distancia también es personalizable hasta unos niveles delirantes, pudiendo crear nuestra propia munición y asignarle valores como el daño, el tipo de armamento, los efectos derivados, el elemento y, por supuesto, el gasto de energía que todo esto conlleva (mayor poder= mayor gasto).
A las armas cuerpo a cuerpo y las de distancia se les suma un tercer elemento: el escudo. Se trata de una protección que podemos usar rápidamente en combate pulsando un solo botón, y que suele cancelar casi todas las animaciones de nuestro personaje, siendo mucho más rápido en su labor que un esquive. Usarlo merma nuestro medidor de resistencia, el mismo que usa nuestro personaje para correr o para realizar una acometida contra el enemigo con el propio escudo. Los escudos también se dividen en distintas clases que difieren en nivel de protección, gasto de energía y velocidad de despliegue. Como ya comentaba, estos tres elementos principales componen los elementos básicos de combate de nuestro personaje y es posible añadirles distintos efectos secundarios a sus ataques, así como elementos que, de ser las debilidades del enemigo, causarán un daño extra. Además podremos crear distintas Armas celestiales con dinero del juego y los materiales que los enemigos dejan caer una vez muertos. A decir verdad, el término “dejar caer” no sería el apropiado, ya que nuestro personaje debe “devorar” a los enemigos para obtener distintos beneficios. Los God Eater pueden sacar una especie de mandíbula del brazo para morder a los Aragami. Si lo hacemos cuando están vivos obtendremos beneficios como más velocidad o mayor recuperación, mientras que si lo hacemos al estar muertos tan sólo obtendremos sus materiales.
Aunque pueda parecer tedioso, lo cierto es que el juego incluye elementos de manera gradual y amigable, dejando que nos familiaricemos con cada uno de ellos a un ritmo sosegado y razonable. Si en algún elemento en concreto nos perdemos, tenemos a nuestra disposición una extensa guía que contiene información sobre todos los elementos disponibles en el juego. Sin embargo, el lore del título, su mundo y la historia del mismo también vienen explicados en toneladas de texto, lo cual puede llegar a aburrir a cualquier recién llegado que quiera introducirse de lleno en la historia de la franquicia. Un aspecto positivo es que el juego viene totalmente traducido al castellano, lo cual es de agradecer y sirve como perfecta puerta de entrada para todo aficionado al manga, el anime y los juegos de acción con desconocimiento sobre la lengua de Shakespeare.
Gráficos pobres pero honrados
Con respecto al apartado visual tenemos un juego que destaca más en el apartado del diseño que en la potencia de su motor gráfico. Las texturas de la tierra, el agua o la vegetación dejan algo que desear, acercándose peligrosamente a la anterior generación para mantener una acción fluida sin tirones a la hora de encarar hasta 8 jugadores a la vez contra un enemigo, aunque a día de hoy no es óbice para mantener un estándar más elevado de representación gráfica. No obstante, en el fragor de la batalla tampoco es algo destacable, y la acción y las animaciones funcionan a la perfección tanto offline como en línea.
El juego mantiene una estética anime destacable sobre todo en el diseño de los personajes principales, cuya alta calidad y consistencia encandilará a los aficionados al mundillo. Aunque los Aragami no distan mucho unos de otros en lo que a texturas se refiere, consiguen mantener un gran carisma en todos ellos, pudiendo identificar rápidamente la principal fuente de poder de cada uno, así como sus puntos débiles.
Grandes composiciones industriales
Dentro del apartado sonoro encontramos una banda sonora de gran calidad que, sin embargo, resulta ser poco inspirada. Aunque cumple su función a la perfección, no consigue generar ningún carisma ni identidad propia. God Eater 3 ofrece una banda sonora con una gran presencia del piano y los instrumentos de cuerda, así como un protagonismo de la percusión y los coros en las batallas. Aunque encuentro las composiciones bellas y emocionantes, creo que podrían extrapolarse perfectamente a cualquier juego de rol o anime de fantasía, siendo canciones fácilmente olvidables y sin un leitmotiv claro que acompañe la mayoría de los temas, salvo alguna que otra excepción vocal que no revelaré.
Los efectos de sonido conservan el mismo pecado y, junto con las voces de los personajes, consiguen formar un torbellino caótico que “devora” totalmente la música de fondo cuando toca batallar. Las voces son perfectas tanto en inglés como en japonés, con un doblaje de gran calidad que otorga un gran carisma a los personajes aunque al nuestro, como siempre, solo le oigamos en las batallas. Gran parte de los cuadros de diálogo se encuentran doblados, aunque no tengan que ver con la historia principal.
Conclusión
God Eater 3 es un gran título RPG de acción en el que encontraremos horas y horas de personalización que desembocan en emocionantes batallas cargadas de tensión, estrategia y tomas de decisiones a toda velocidad. La franquicia abandona la sombra de Monster Hunter para regalarnos una entrega llena de carisma tanto en los enemigos y los diseños, como en los combates y las opciones de personalización.
Una auténtica sorpresa con una profundidad inusitada que no aburre en ningún momento y que nos otorga un online perfecto, unos combate fluidos y unos personajes carismáticos. God Eater 3 se alza como uno de mis RPG de acción favoritos, y como un ejemplo de cómo mejorar y popularizar una franquicia con escasa relevancia en nuestro territorio. No será raro que me encontréis batallando en línea, esperándoos para liberar el mundo de los pérfidos Aragami.
Lo mejor
- La velocidad de los combates
- La profundidad de sus mecánicas
- La variedad de posibilidades a la hora de abordar un combate
- El carisma de sus diseños
Lo peor
- Banda sonora poco inspirada
- Escenarios mejorables
- Acceso al lore poco amigable
God Eater 3
Plataforma/s: PC, PlayStation 4
Desarrollo: Shift
Jugadores: 1/8
Audio/Textos: Textos en español, audio en inglés
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