Cuando Editorial Ivrea confirmó el pasado mes de septiembre la asistencia de Takehiko Inoue al XX Salón del Manga de Barcelona, elevó al evento más allá de ser una cita obligada para todos los fans del manga. Esto se debe a que el autor de obras como Slam Dunk o Vagabond, no solo es uno de los mejores mangakas del momento, sino que puede considerarse como uno de los máximos referentes de la historia del manga.
Takehiko Inoue nació en Okuchi, prefectura de Kagoshima, Japón, en 1967. Ya en el instituto empezó a destacar en dos de sus grandes pasiones: el baloncesto y el dibujo. Sin embargo, por motivos económicos no pudo entrar en una universidad artística y tuvo que ir a la Kumamoto University. Aunque por esta época, compaginó sus estudios, la práctica del baloncesto y el trabajo de ayudante de Tsukasa Hojo, autor de City Hunter. Con este autor, profundizó sus conocimientos en el mundo del manga.
En 1988 publicó su primera obra, Hana Shonen, una comedia romántica que se publicó en la Weekly Shonen Jump. Esta se recopiló junto con su segunda obra, Chamaleon Jail. Vió la luz en 1989 en la Gekkan Shonen Jump y contó con 2 tomos recopilatorios. Inoue se encargó de ilustrar esta historia escrita por Kazuhiko Watanabe y protagonizada por un cazarrecompensas.
Su primer gran éxito llegó en 1988 de la mano del one-shot Kaede Purple. Con esta historia, ambientada en el instituto y protagonizada por jóvenes problemáticos con el baloncesto como telón de fondo, Inoue se hizo con el Osamu Tezuka Award de ese año. Aquí se pueden ver algunos de los elementos que después explotará con su primera gran obra: Slam Dunk.
Slam Dunk se publicó entre 1990 y 1996 en la Weekly Shonen Jump de Shueisha y contó con 31 tomos. El manga recoge la evolución como jugador de baloncesto y como persona del joven problemático Hanamichi Sakuragi. El manga fue un auténtico éxito, alcanzando las más de 100 millones de copias vendidas, y haciéndose con el Shogakukan Manga Award al “Mejor manga”. Además, fue adaptado al anime por Toei Animation contando con un total de 101 episodios, 2 especiales para televisión y 4 películas. Asimismo, como ya ocurriera con otros spokkon de éxito como Capitán Tsubasa, ayudó a popularizar el baloncesto en Japón.
El manga confirmó a Takehiko Inoue como uno de los grandes. No solo por crear una historia que engarzó a la perfección la emoción del baloncesto con una historia de superación, todo sazonado con ciertas dosis de humor, sino también por la construcción de personajes interesantes y, por encima de todo, reales. Todo esto presentado con un dibujo detallado y proporcionado, con escenas llenas de movimiento, sobre todo en los partidos.
Tanto el manga como el anime llegaron a nuestro país. El manga fue licenciado por Editorial Ivrea quien publicó de manera íntegra los 31 tomos en formato tankobon y ahora está lanzando la edición kanzenban y que cuenta con 16 volúmenes recopilatorios en el mercado. Además, el anime fue emitido por televisión convirtiéndose al poco de emitirse en una serie popular en España.
Después de Slam Dunk, comenzó a publicar el manga Buzzer Beater en la web de ESPN. Este también se trató de un manga de baloncesto, pero ambientado en un futuro donde los humanos juegan contra extraterrestres. La obra contó con 4 tomos recopilatorios y fue adaptado a anime por TMS Entertainment en dos temporadas de 13 episodios cada una. A esta siguieron una serie de historias cortas, entre las que destaca Piercing (1998), un one-shot muy personal protagonizados por unos adolescentes que tratan de superar sus limitaciones. Este mismo año empezó a publicar su obra más ambiciosa, Vagabond.
Vagabond comenzó a publicarse en la revista Morning de Kodansha y sigue serializándose, aunque actualmente está paralizada porque Inoue necesita documentarse para poder continuar la historia. Hasta el momento, cuenta con 37 volúmenes recopilatorios. El manga relata la vida del legendario samurai Musashi Miyamoto, aunque el mangaka modifica ciertos detalles y personajes. La obra ha ganado distintos premios como el Kodansha Manga Awards en el año 2000, el Osamu Tezuka Award en 2002 y el Gran Premio del Festival de las Artes de los Medios otorgado por la Agencia Japonesa para Asuntos Culturales.
En este manga el dibujo de Inoue alcanza la perfección absoluta. Sobre todo destaca el detallismo con el que el autor recrea los escenarios, al igual que los diseños de personajes. La expresividad y el realismo de los personajes es tal, que en algunas viñetas se transmiten multitud de emociones por sí mismos sin necesidad de bocadillos.
Actualmente, compagina la publicación de Vagabond con Real, un spokkon de baloncesto nada convencional. Esta obra comenzó a publicarse en la Young Jump de Shueisha en 2001 y lleva hasta la fecha 13 volúmenes recopilatorios. El manga gira en torno al baloncesto de silla de ruedas y está protagonizado por 3 jóvenes que tienen que hacer frente a sus limitaciones para poder alcanzar sus sueños. Esta es quizás su obra más experimental y personal contando ya con más de 10 millones de copias vendidas solo en Japón.
Tanto Vagabond como Real han sido editadas en España, al igual que Slam Dunk, por Ivrea. Mientras de la primera se han publicado 36 tomos, de la segunda se han lanzado los 13 volúmenes de los que consta hasta la fecha la obra.
También ha participado en distintos proyectos como en la recopilación de historias Adidas Fever con el one-shot “I love this game”, lanzado con motivo del Mundial de fútbol de Japón y Corea del año 2002, y el más reciente Smiles, un libro de ilustraciones cuya recaudación estuvo destinada al movimiento “Pray for Japan” para ayudar a los damnificados por el terremoto que asoló Japón en 2011.
De entre los proyectos más recientes destaca Pepita, un libro de ilustraciones cuyo primer volumen se lanzó en el año 2011. Esta obra surge de la pasión que siente Inoue por la figura de Antoni Gaudí y que pudo conocer de primera mano en distintas visitas realizadas por el autor a Barcelona. Esta serie de dibujos están basados en los sitios más emblemáticos de Barcelona y que son obra del autor, como el Parque Guell o la Sagrada Familia, entre otros. El título lo toma de la única mujer que aparece en la vida del artista catalán y que influyó en él. Hasta el momento ha publicado 3 volúmenes dentro de este proyecto. Al contrario que las otras obras del autor, esta fue licenciada en nuestro país por Planeta Cómic, quien ha publicado únicamente el primer tomo.
Asimismo, ha participado en el diseño de personajes de videojuegos con el estudio Mistwalker en el título Lost Odyssey. También colabora como columnista en la revista de baloncesto Hoop, reflejo de su gran afición por este deporte.
Sin embargo, su obra no se limita solamente a las viñetas, sino que varios de sus trabajos han sido expuestos en galerías de arte y museos. Entre 2005 y 2006 estuvo preparando durante 6 meses la exposición The Last Manga Exhibition en el Museo de Ueno. Esta consistía en 140 pinturas de gran formato de Vagabond, incluyendo una ilustración de un viejo Musashi en la cueva de Reigando en la que acabó muriendo a modo de epílogo del manga. La muestra estuvo abierta hasta 2008, pero debido al gran éxito se volvió a abrir al público en el Museo de Osaka en 2010. También realizó un mural en la Kinokuniya New York Store en 2007 protagonizado por dos personajes principales de Vagabond, Musashi Miyamoto y Sasaki Kojiro.
Este mismo año, Takehiko Inoue organizó una exposición itinerante sobre Gaudí y su obra con motivo del Año Dual España-Japón 2013-2014. La exposición se tituló “Takehiko Inoue interprets Gaudi’s universe” se pudo visitar en los museos de Roppongi, Kanazawa, Nagasaki, Kobe y Sendai entre el 12 de julio y el 12 de septiembre.
Por tanto, Takehiko Inoue se trata de uno de los autores más importantes del panorama del manga, pudiendo considerarse tranquilamente como una auténtica leyenda viva. Obras como Slam Dunk, Vagabond y Real lo confirman como un mangaka con un dibujo único, detallista y realista, en continua búsqueda y experimentación. Acuarelas, pinceles, brochas, tablets, son solo algunas de las herramientas que utiliza para crear auténticas obras de arte ya sea en viñetas o en murales.
Además, aunque sus historias han abarcado distintos géneros como la comedia romántica, ciencia ficción, relato histórico o el spokkon, todas están protagonizadas por unos personajes que, a pesar de su disparidad, tienen un elemento común: son seres humanos.
De esta manera, con este invitado el XX Salón del Manga de Barcelona no solo se confirma como el evento otaku por antonomasia a nivel nacional, sino que se postula como uno de los más importantes dentro del panorama internacional.
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