Hanazawa nació en el 74 y su carrera como mangaka llegó de forma tardía, empezando a los 23 como asistente. No fue hasta el 2004, casi con 30 años cuando debutó con un manga de 4 tomos titulado Resentiment. Posteriormente ha ido aumentando la popularidad haciéndose conocido por sus personajes de aire perdedor como el que, en 2009, le daría la fama internacional con I am a hero y que, casualmente, se parece al propio mangaka. Se trata de un manga con 15 tomos publicados y nominado 3 veces a los Manga Taisho.
Cuando empezó a dibujar supo que quería ser mangaka: desde muy pequeño recuerda que le llamaba la atención y dibujaba alguna ilustración más o menos a partir de los cinco años. Sin embargo, no tuvo un deseo muy fuerte por ser mangaka. Cuando era niño, su manga preferido era Doraemon.
Hanazawa nunca ha ido a ninguna academia o escuela de arte. Todo ha sido copiando a otros autores y de forma autodidacta. Pensó que para ser profesional más que te enseñen a dibujar, se debe tener conocmiento fuera del mundo del manga, por lo que estudió informática.
Afirma que sintió una gran impresión al ver el trabajo de Picasso. Y que, de cosas realizadas en España, le gusta especialmente la saga de películas REC, de Jaume Balagueró.
A la hora de trabajar, utiliza aunando el proceso tradicional, con plumilla y papel pero añadiendo posproducción digital utilizando el Comic Studio, conocido en occidente como Manga Studio 5. Usa referencias de la realidad para sus obras: sobre los fondos detallados que se encuentran en I am a Hero, le gusta salir a la calle para hacer fotos. En un día puede hacer miles de fotos para utilizarlas pero ese trabajo suele dárselo a sus ayudantes para terminar de darle el toque manga. En cuanto a los personajes, como el protagonista se parece a él mismo comenta que es difícil ir haciéndose selfies de sí mismo para darle movimiento pero al final realiza todas las poses.
La inspiración de I am a Hero le llegó por culpa de que su anterior obra, Boys on the Run, había conseguido una cierta repercusión pero no terminó de haber funcionado comercialmente. Así que se encontró en un momento deprimente con lo que tuvo ciertos impulsos destructivos y cuando se lo dijo a su editor, éste le dijo que hiciera un manga de muerte y destrucción a modo de terapia.
El siguiente paso era como hacerlo y como en el manga japonés hay muy pocos que hayan tocado el tema zombie, el tema de I am a Hero estaba ahí. El escoger un personaje tan atípico y tan vulgar por así decirlo tiene que ver con que es un manga en el que ocurre una sitación extraordinaria. Por eso. Hanzawa quería poder expresar el mundo tal y como lo conoce, la diferencia entre la vida normal y un desastre, que el lector vea la diferencia y el miedo. Y de esa forma darle un elemento adicional de realismo. Por eso la profesión del protagonista es la de asistente de mangaka. Son cosas que a él le han pasado y así, según su opinión, todo parece más de verdad.
A la hora de diseñar a los zombies, se le ocurrió dar la sensación no tanto de que tienen personalidad porque no lo sabemos pero, en todo caso, era interesante darle un poco de vida de lo que hacían. No caminan en medio de la calle sino por el paso de cebra. Todo eso está grabado en su memoria de una manera de diferenciarse por ejemplo la señora pesada con tirar la basura y que siempre mira que tires la basura correctamente. De hecho, en la obra está esa señora. Y cree que eso hace que sus zombies sean diferentes. Además, afirma que hay alguno que le ha tocado las narices en la vida real y al que ha hecho aparecer como zombie en el manga para poder cargárselo.
Cuando le preguntan sobre las alucinaciones que aparecen en I am a Hero dice que espera que no sean similares a las de ninguna enfermedad mental porque él mismo comparte ese tipo de paranoias con el personaje ya que se puede estar todo el día dándole vueltas e imaginándose cosas. De todas formas afirma que en su tiempo libre es tipo bastante normal: le gusta el cine y últimamente se ha puesto a hacer ejercicio.
En este momento interviene la editora del manga, comentando que es un placer editar seinen porque dentro del manga japonés hay muchos géneros y en Spirit trabajan con tendencias muy nuevas. La suerte de trabajar con Hanazawa es algo fantástico para ella porque aprende mucho y se siente muy feliz de trabajar en una revista como en la que trabaja.
Los conferenciantes también invitan a subir a la mujer de Hanazawa, que es la jefa de asistentes, para saber cómo es trabajar en la serie y trabajar con su marido. Ella afirma que es un poco duro porque, al trabajar con su propio marido, cuando en teoría tienen días libres al final también acaban hablando y haciendo cosas de trabajo o acaban haciendo fotos para utilizarlas en I am a Hero. Además, añade que ser ayudante es duro. Ella es la jefa y tiene a 7 personas ayudando cen el manga. Hanazawa trabaja en su propio despacho y que hace ella es estar entre las dos bandas: entre los ayudantes y Hanazawa.
Hanazawa continuó comentando que, en la época en la que vivimos, tenemos la posibilidad de presentar nuestras obras sin intermediarios y eso puede ser una manera de darse a conocer porque, si tenemos una obra que es buena, es posible darse a conocer y de que se lean. Además, para llegar a publicar en Japón, hay que presentar el día a día de la vida cotidiana para que pueda ser atractiva para el lector japonés con la ventaja de ser occidental y tener otro punto de vista.
Kengo Hanazawa comenta por último que I am Hero estará en torno a los veinte tomos y espera que todo el mundo la lea desde el principio al final. Se despide no sin antes hacer un llamamiento a la gente para que busque otras obras diferentes a las habituales y más populares. Dice que hay muchas obras distintas para descubrir entre todo lo que se está publicando actualmente.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS