A paso ligero llegamos al salón, de nuevo notamos que hay bastante afluencia aunque desde luego no tanta como el sábado, ni mucho menos. Con las entradas agotadas y las taquillas cerradas los asistentes no tardan en entrar en el recinto y disfrutar de todas las actividades que en él se ofrecen.
Nuestra primera parada es en el stand de Tomodomo, pactamos una entrevista hace semanas y no estamos dispuestos a dejar que el cansancio nos venza antes de poder tener una buena charla con las responsables de la editorial. Su colorido stand y sus prometedores títulos son el resultado de una política empresarial clara, cauta y muy realista.
A destacar el mini altar que habían creado con una caja, un trapo de ganchillo, dos velas, chapas y una imagen de Makoto, personaje de Free! al que apodaban cariñosamente “Santo Makoto” y con el que las fans alucinaron.
Después corremos hacia la sala de prensa donde nos espera Planeta de Agostini, para otra nueva entrevista. Hoy es el día de las editoriales.
A las 11:30 comienza la masterclass de Hanazawa, con una sala muy llena y de nuevo un caluroso recibimiento, el mangaka dibuja una lámina delante del público que finalmente regala con su habitual metodología: piedra, papel o tijera.
Parte del equipo se dedica a grabar y realizar las entrevistas mientras la otra mitad se va a las sesiones de firmas de Hanazawa y Obata.
Tenemos una cita con Koji Yoshida, editor de Shueisha. Durante la siguiente hora nos explica y desgrana los secretos de la editorial, de su trabajo y de cómo ser un buen editor. Una entrevista interesante que nos abre un poco los ojos a la realidad del sector.
A estas alturas del día estamos hambrientos y agotados. Por primera vez en lo que llevamos de salón nos agenciamos una mesa en la zona de comida japonesa para degustar un menú de los puestos. Nos tomamos una hora completa (¡vaya lujo!), para descansar y comer con tranquilidad.
Con el estómago lleno y sintiéndonos un poco mejor nos disponemos a afrontar las últimas cuatro horas de salón.
Realizamos nuestras últimas compras, damos un par de vueltas y saludamos a todos nuestros amigos y conocidos.
A las 18:00 teníamos pactadas otras dos entrevistas, Ivrea y Media3. Ambos se muestran amables y nos conceden unos minutos a pesar de su evidente cansancio.
La tarde llega a su fin, y con ella el salón. De fondo se escuchan los ecos del karaoke y nosotros nos apresuramos en fotografiar las exposiciones pendientes y lo más importante, aprovechar las ofertas.
Como siempre el stand de Norma se convierte en un hervidero, una batalla campal en la que los aficionados luchar por conseguir el ansiado manga a mitad de precio. Muchos han sido los redactores que se han animado a participar, con mejor y peor suerte.
Ahora sí que concluye el evento, por megafonía nos invitan a abandonar el recinto y nos dirigimos agotados y arrastrando los pies hacia la salida, todos equipados con nuestras camisetas.
Ha sido un evento impresionante, lleno de cambios, charlas, entrevistas, autores… el escenario en la plaça del universe ha resultado ser un acierto, siempre y cuando el tiempo acompañe animamos a Ficomic a continuar con ello.
Aún quedan un montón de cosas por mejorar, como el sonido de la sala de conferencias, pero estamos seguros que se tomará nota de ello.
El equipo de Ramen regresa a casa con la sensación del trabajo bien hecho, desde aquí también felicitar a todos los compañeros que desde casa han hecho posible la cobertura del evento, dándole respaldo a nuestro trabajo.
Así concluye el XX Salón del Manga de Barcelona, un evento que será recordado por sus impresionantes invitados, sus masterclass, sus exposiciones culturales y por ser un más que digno aniversario y broche de oro a los veinte años de historia del salón y con él, del manganime en España.
Muchas gracias a todos, ¡nos vemos el año que viene!.
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