Según Unicef, Japón sólo censura las imágenes pornográficas sin hacerlo en el manga/anime, es decir, acusa a un país, del cual estamos más que hartos de ver la constante censura en anime a la que someten las televisiones japonesas. Si ponemos como ejemplo la venta de manga y anime sin censura, estamos en las mismas, pues quien compra es el responsable de su adquisición (siempre dentro de los parámetros de niño-adulto), no el que vende. Y si hablamos de lo que ellos dicen, el lolicon, no mezcles churras con merinas.
Porque Unicef, esa ONG que tanto hace por el mundo, ha sacado tiempo para dar una conferencia en la que se ha dedicado a acusar a Japón, a una nación entera y a su cultura que tan extensa está en todo el mundo, queriendo limitar una libertad de expresión que es el dibujo en 2D, ¡en dos dimensiones señores!
Y es que ya quieren mezclarlo todo, quieren mezclar que los niños tenga accesibilidad a pornografía y que el Reino Unido sea un «paraíso infantil», pero por favor, ¿en qué tiene que ver esto Japón y el manga/anime? Que un niño tenga accesibilidad a pornografía con poner «macizorras» en Google, significa que ese niño no debe pasar tanto tiempo en Internet sin una actividad normal a la que responder.
Además, piden que sean reformadas las leyes japonesas referidas a la pornografía, cuando estamos ante uno de los países que más se preocupa por este tipo de cosas. Porque Japón no es España, donde hay una cantidad de salido por metro cuadrado enorme, ni el Reino Unido, calificado de «paraíso infantil», es el país de Asia más occidental, donde el niño recibe por lo general uno de los mejores tratos de todo el mundo.
Todo esto parte a la cabeza de la doctora Ethel Quayle, psicóloga de la Universidad de Irlanda College Cork, que ya ha protagonizado con anterioridad la intención de erradicar el problema de los niños y el porno, algo que es de lo más profesional.
Pero que en el mundo pase esto no es culpa ni de Japón ni del manga/anime, si no que más bien se debe a que a la gente con autoridad en este mundo le importa poco o nada el problema de la pornografía, por lo que, deberían dedicarse a cambiar el mundo sin buscar culpables, si no más bien soluciones.
Vía informativa: Sankaku Complex
NOTA: Las opiniones vertidas en este artículo corresponden a su dicho autor y una opinión que es libre de ser aceptada o no, en esta red de libre expresión.
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