Tetsuya Toyoda nos introduce aquí en una historia costumbrista y nos muestra el papel de los baños públicos en la cultura japonesa. Pero eso sólo es el decorado. Toyoda aprovecha este lugar en el que tradicionalmente se han reunido los japoneses para afianzar su comunidad, y se asoma al abismo que habita en el interior de los protagonistas. Porque en lo más profundo de su alma, aunque intenten llevar una vida normal, esconden temores, inseguridades y algunos secretos inconfesables.
¿Os atrevéis a descubrir qué esconden las aguas de Undercurrent?
El argumento
Día de reapertura en los baños públicos Tsuki no Yu (los baños de la luna). Los clientes habituales esperan en la entrada. En boca de todos una única pregunta: ¿Ha vuelto el marido de Kanae, la dueña de los baños? Hace dos meses que desapareció. Se fue de viaje con la asociación de baños públicos y se lo tragó la tierra. Aunque intenta ocultarlo, Kanae no lleva bien su desaparición. Siente que la ha abandonado. Hori, enviado por la asociación para rebajar la carga de trabajo que se le viene encima a Kanae, le dará apoyo moral pero, ¿conseguirá mitigar el dolor que atormenta su alma?
En este mundo tan parecido al nuestro, se explora el sentimiento de abandono de la protagonista. Para ello, se mezcla tristeza y esperanza a partes iguales creando una atmósfera casi mágica que se mantiene durante toda la lectura. Una atmósfera que le valió el Premio de la Crítica ASIE-ACBD y la entrada en la selección oficial del Festival Internacional de la historieta de Angoulême (Francia) en 2009.
Lástima que por el tipo de obra que es, no vaya a correr tan buena suerte por estas tierras. Sin duda, Undercurrent no está hecha para todos los paladares. Como habéis leído, su trama es sencilla, calmada y madura, pero es que, además, requiere de cierto bagaje cultural y vital para disfrutarse completamente. ¿Quiere decir esto que estamos ante una de esas obras a las que popularmente se les llamaría “gafapasta”? Pues lo cierto es que no. Simplemente que puede que no sea una obra que guste a los amantes de la acción, de las historias de amor, del terror o de la ficción pura y dura. ¿A quién va dirigida esta obra, entonces? Pues si me preguntáis a mí, os diría que más que a un tipo de lector, va dirigida a un lector en un momento concreto de su vida. Es la obra perfecta para leer en un viaje largo o en un sillón junto a una ventana en un día gris. Ya que, aunque la trama no es complicada, su lectura se prescribe para saborearse lentamente.
Lo sé, en este apartado no he revelado mucho sobre el argumento. Pero es que en lugar de destripar una historia sencilla que funciona muy bien, creo que lo mejor es que encontréis el momento perfecto para disfrutarla con una mente abierta.
El Autor
Tetsuya Toyoda nació en 1967 en Hitachi (en la prefectura de Ibaraki). En 2003, mientras trabajaba para una gran empresa, su carrera dio un giro de trescientos sesenta grados al ganar el primer premio de la revista Afternoon por su relato corto Googles.
Con el premio bajo el brazo, en octubre de 2004 empezó a publicar Undercurrent en la misma revista y, rápidamente, obtuvo una gran acogida tanto de público como de crítica. Lo cual le llevó a publicar el resto de sus obras también en esta misma revista. La primera de ellas fue el relato corto Slider (2007), recopilado junto al relato ganador de 2003 Googles, a Mister Bojangles, Tsui no Ya’s Sales and Purchases, Vamos a ver el mar y a Tonkotsu, en un tomo que se tituló Google.
En 2008, este autor de 48 años no demasiado prolífico, volvió a publicar un tomo con diecisiete historias cortas. En esta ocasión todas ellas con alguna relación con el café y al que tituló Kohii Jikan (La hora del café). A este tomo le siguió la que es hasta ahora su última publicación (2015): una colaboración en la antología homenaje a Mushishi (Yuki Urushibara) titulada Mushishi Gaitanshuu
El Dibujo
El dibujo y la temática recuerdan a los del gran Jiro Taniguchi. Sin embargo, los personajes de Toyoda son menos solemnes y tienen mucha más riqueza de expresiones que los del autor de Barrio Lejano. Su trazo es limpio, dinámico y tiene una frescura que transmite muy bien la poesía mundana que necesita esta obra.
Por otro lado, las tramas se utilizan con mucho acierto. En ningún momento nos sacan del universo. Más bien al contrario, al haberse usado tramas con bastante densidad de puntos y muy variadas, se ha construido un decorado rico en texturas que encaja a la perfección con las tramas manuales.
Quizás estéis pensando que me estoy deshaciendo en elogios hacia el dibujo del señor Toyoda y que no llega a la altura del de Obata, Asano o Kakizaki. Pero es que Toyoda juega en otra liga. Sus historias no necesitan un dibujo hiperrealista o muy cargado. Sus obras son cercanas y desnudas de artificio. Lo que se busca es transmitir sensaciones muy sutiles. Un dibujo más detallado o más realista, rompería esa frágil atmósfera que impregna sus obras. Y si no me creéis, cuando os leáis Undercurrent, me decís qué os parece la escena del karaoke o la del lago. ¿Habrían funcionado con otro tipo de dibujo?
La Edición
La editorial Milky Way ha editado Undercurrent en un tankoubon de 308 páginas (seis de ellas a color) y a 13cm x 18cm. Una edición casi perfecta, con un diseño de sobrecubierta muy bonito y bien compuesto, papel de calidad e incluso un marca-páginas de regalo si se compra a través de su web.
Sin embargo, digo “casi perfecta” por qué cada vez que releo Undercurrent (y van dos veces en el momento que escribo esta reseña), no puedo dejar de pensar en la edición francesa y en sus 14,8cm x 21cm. Sí, el papel es reciclado, no tiene páginas a color y la tinta no se ve tan bien como en la española, pero os aseguro que el dibujo luce mil veces mejor a ese tamaño. ¡Qué se le va a hacer!, no se puede tener todo en esta vida. De momento, agradezcamos que esta editorial se haya decidido a traer una obra como esta a nuestra tierra, en una edición tan digna y a tan buen precio. ¿O negaréis que 308 páginas a 8,5€ es un buen precio?
En Conclusión
Si disfrutas con las historias pausadas, bien narradas y que te expliquen más sobre ese Japón que tanto nos gusta, no puedes dejar escapar Undercurrent. Sin duda uno de los mejores slice of life que últimamente se han publicado en nuestro país. Un drama adulto que cuenta mucho más fuera de los bocadillos que dentro de ellos, con un dibujo bonito y que, cuando se termina de leer, deja una ligera sensación etérea en la yema de los dedos difícil de describir.
Si por el contrario, lo tuyo son las obras con algo más de acción o romanticismo, es probable que esta obra no cubra tus expectativas ya que, más que permitirnos desconectar del mundo por un momento, nos conecta aún más a él. Pero claro, eso es lo que tienen las obras de corte costumbrista.
Por mi parte, rezaré para que alguna editorial se decida a traer otra obra de este mangaka con fuerza suficiente para refrescar un género que en nuestro país preside Jiro Taniguchi. Si no fuera, claro está, porque de momento existen muy pocos mangas salidos de la plumilla de Toyoda y aún no puede competir en producción y variedad temática con Taniguchi.
Lo mejor
- El dibujo.
- El ritmo lento pero seguro con el que avanza la historia.
- La atmósfera que consigue crear el autor.
- Los apuntes de cultura japonesa que se ofrecen al lector casi sin que uno se de cuenta.
Lo peor
- Pocos giros argumentales
- Una edición algo pequeña que no permite disfrutar del dibujo en todo su esplendor.
Undercurrent
Editorial: Milky Way Ediciones
Formato: Rústica con sobrecubierta. 13 x 18 cms.
Tomos: 1 (Finalizada)
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