Bienvenidos a las impresiones de un nuevo capítulo de la serie animada de One Piece. En esta ocasión analizamos los episodios números 798 y 799, el primero emitido el 23 de julio de 2017. Seguimos recordando que este artículo puede contener spoilers.
En este capítulo, titulado “Un enemigo de 800 millones. Luffy contra Mil Brazos Cracker”, la contienda entre Luffy y Cracker, uno de los generales e hijo de Big Mom continúa. Tras asestarle varios golpes, Luffy comprueba que no puede con él y decide subir de nivel. Pero lo que no sabe es que Cracker se guarda un as, o mejor dicho, miles de ases bajo la manga.
De manera inesperada Cracker multiplica sus brazos, piernas y armas, de forma que es mucho más peligroso aún. Tanto que Luffy acaba siendo lanzado al lugar donde se encuentra Nami de un solo golpe. Ante la escena que presencia Nami, intenta huir por otro lado, pero Brulee no la deja y la intenta arrastrar al mundo de los espejos para siempre. Pero gracias a Pound consigue salvarse y hacer que Brulee se aleje temporalmente.
Tras hablar con Pound de la relación que les une por una de sus hijas, Nami vuelve a hacer uso de la Vivre Card que ahuyentaba a los seres del bosque. Cosa que le vendrá muy bien para poder avanzar.
En el frente de batalla principal, Luffy sigue con su lucha contra Cracker, cuyo poder es tan alto que ni con todos los ataques que realiza le hace un rasguño. Es por ello que Luffy tendrá que hacer uso de todo su poder para conseguir frenarle.
Este episodio ha sido tenso, más que nada porque solo tenemos a dos protagonistas por ahora en el bosque y son de los que va a depender la historia en Whole Cake mientras Pedro y Brook se encuentran en otra misión. Esperemos que los siguientes sucesos traigan bastantes emociones, porque el ambiente se está empezando a caldear.
En el capítulo 799, titulado “Duelo con toda su fuerza. Gear Fourth contra la habilidad Bisu Bisu”, Sanji sigue esperando en el castillo de su familia, mientras que su hermana le comenta que se reunirán por fin toda la familia después de estar separados 13 años. A su misma vez, Luffy continúa su lucha contra Cracker cuyo poder es inconmensurable y parece no poder con él. Aunque no se espera que Luffy tenga un as en la manga recurriendo al Gear Fourth, con el cual le planta cara.
En la ciudad, ya de noche, Brook y Pedro intentan no ser descubiertos para entrar al castillo de Big Mom. También, Carrot y Chopper, que siguen vivos, intentan salir del mundo espejo creado por Brulee donde se encuentran atrapados sin un modo de salir; ya que están indefensos además de estar atados a unas pesadas bolas de hierro en los tobillos.
Por otro lado en el bosque, Nami con la Vivre Card que tiene en sus manos se aprovecha del poder que alberga para amenazar a los enemigos que hasta entonces le perseguían. Ella les ordena que ataquen a Cracker, el cual sigue luchando con Luffy. Éste último le asesta un golpe decisivo que le rompe en dos, aunque guarda una sorpresa en su interior para colmo de Luffy que ahora se encuentra ante un peligro mayor.
La trama se va complicando con el paso de los capítulos y más con este, ya que los protagonistas están todos separados y no parece que vayan a salir impunes de sus situaciones. Pero como estamos acostumbrados en la serie, tras hechos de este calibre, siempre habrá alguna sorpresa de última hora que hará que se nos quede cara de póker.
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