Bienvenidos a las impresiones de un nuevo capítulo de la serie animada de One Piece. En esta ocasión analizamos el episodio número 795, emitido el 2 de julio de 2017. Seguimos recordando que este artículo contiene spoilers.
En este capítulo, titulado “Una gran ambición. Big Mom y Caesar”, Pedro y Brook llegan al otro lado de la isla donde se habían separado del grupo de Luffy en el submarino. Nada más aparecer, el periódico del día muestra la noticia de la traición de Jinbe a Mamá; cosa que le resulta muy escamosa a Brook.
Entre el jaleo ocasionado, Pudding está probándose vestidos cerca de allí. El barón Tamago que se encuentra con ella, habla con unos soldados de Big Mom para ordenar que busquen como sea a Pekoms. Pero éste corre un peligro mayor al estar encadenado al borde de un precipicio, ante la mirada asesina de Capone Bege.
Por otra parte, Luffy sigue corriendo tras las ilusiones que le crea el bosque y cansado decide atrapar a sus “presas”, pero cuando llega se multiplican. Mientras tanto, en el castillo de Big Mom, Caesar conversa con ella acerca de la droga que estaba creando en Punk Hazard, la cual haría gigantes a las personas. Pero tras el incidente que sufrió la isla, todo se destruyó y no queda nada. Aunque Mamá se guardaba un as bajo la manga y tiene una réplica del laboratorio. Solo le obliga a Caesar que tarde como máximo dos semanas.
A raíz de este episodio se van mostrando ya más acontecimientos que va dejando caer por donde irá la trama, aunque como siempre hay sorpresas. Aún quedarán unos cuantos episodios para ver toda la acción con los piratas, pero mientras tanto tengamos paciencia que este arco promete.
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