Bienvenidos a la review de un nuevo capítulo de la serie animada de One Piece. En esta ocasión analizamos el episodio número 779, estrenado en la televisión japonesa el pasado 5 de marzo. Seguimos recordando que este artículo puede contener spoilers.
En este capítulo, titulado “Kaido regresa. La amenaza para la nueva generación”, el grupo de Luffy sigue su rumbo en el barco. A falta de Sanji, alguien tendrá que cocinar, así que Luffy toma la iniciativa y mientras Pedro les enseña una noticia, el barco sufre daños por culpa de su capitán al dejarse el fuego encendido y olvidarse de ello.
La mala noticia de Pedro es que Barbanegra ha destruido Baltigo, la fortaleza de los revolucionarios, entre los cuales se encuentra el padre de Luffy. Esto le afecta a Luffy, el cual no conoce a su padre, pero no cambia su objetivo.
Por su parte, tras resolver el problema del fuego en el barco, Inuarashi sigue pensando en cómo llegó Jack de nuevo hasta Zou. De hecho, en el fondo del mar cerca de esta isla, vemos a un Jack que se encontraba inconsciente y se despierta a la espera de que Kaido le rescate. Kaido, por su parte, llora mientras bebe, lamentándose porque no tendrá el Smile que fabricaba Doflamingo en Dressrosa.
En este episodio no ha ocurrido nada especialmente relevante, a excepción de Baltigo que hará que se revolucione todo el mundo tras su destrucción. Ahora parece que se avecinan unos capítulos de relleno, ya que querrán espaciar algo más el manga y no pillar su ritmo tan rápido. Pero estos episodios seguramente sean muy entretenidos y divertidos como es habitual. Como no tienen comida se tendrán que infiltrar en la marina para robarla, así que igual es como cuando cayeron de Skypea.
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