En esta ocasión os traemos las impresiones del vigésimo quinto y último episodio de la segunda temporada de My Hero Academia, emitido el pasado sábado 30 de septiembre, titulado “Encuentro”. Como siempre recordamos que esta review puede contener spoilers, así que se recomienda no seguir leyendo antes de ver el episodio.
Los exámenes han finalizado y los estudiantes deben hacer balance de todo lo aprendido durante el primer semestre. La mayoría de ellos superaron las dificultades y consiguieron aprobar, pero otros no tuvieron la misma suerte y suspendieron la parte práctica. Sin embargo, dado que todos aprobaron el teórico y el objetivo del campamento de entrenamiento es fortalecer a los estudiantes, todos podrán asistir.
Lejos de la academia UA, la liga de los villanos acaba de recibir dos nuevos reclutas a los que Shigaraki parece no tener mucho aprecio. Toga Himiko, una chica con voz estridente responsable de varios asesinatos y Dabi, un joven de pocas palabras que está determinado a llevar a cabo la voluntad del asesino de héroes. Harto de escucharles hablar, Tomura abandona su guarida y sale a dar una vuelta para despejarse, durante la que casualmente se encuentra con Midoriya y el resto de estudiantes de la academia que habían ido a un centro comercial.
Cuando Midoriya está solo, Shigaraki aprovecha para pillarle desprevenido por la espalda y agarrarle el cuello con una mano. Para no levantar sospechas, coloca el brazo sobre el hombro de Izuku a modo de amistad, mientras amenaza con desintegrarle con el otro.
Shigaraki está preocupado por la atención mediática de Stain y se pregunta qué es lo que le falta para ser como ese villano al que tanto odia. Por ello le pregunta a Midoriya cuál es esa pieza del rompecabezas que no encuentra. Éste le contesta que Stain vivía por sus ideales y su convicción y, aunque estos no fueran correctos desde un punto de vista moral, pueden ser admirados y respetados por muchas personas.
Tomura llega a la conclusión de que la raíz de todos sus problemas no es otra que All Might y por ende su objetivo en la vida está claro: acabar con el héroe número uno y crear un mundo sin All Might. Justo entonces, el villano empieza a estrangular a Midoriya pero por suerte Uraraka aparece y Shigaraki decide retirarse. Tras reportar el incidente, el centro comercial se cierra y se llevan a Deku para hacerle algunas preguntas.
Con este capítulo cargado de tensión y encuentros peligrosos, My Hero Academia se despide de los aficionados con un enérgico “hasta luego” ya que al final del mismo se anuncia una tercera temporada.
La Liga de los Villanos está preparada para moverse y los estudiantes deben seguir entrenando para convertirse en héroes. All For One está maquinando su venganza a través de Shigaraki Tomura y All Might necesita que Midoriya asuma el papel de símbolo de paz lo antes posible. El choque entre los dos jóvenes está a punto de ocurrir, pero nos tocará esperar a la tercera temporada para verlo.
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