En esta ocasión os traemos las impresiones del séptimo episodio de la segunda temporada de My Hero Academia, titulado “¡Luchad, retadores!”. Como siempre recordamos que esta review puede contener spoilers, así que se recomienda no seguir leyendo antes de ver el episodio.
El combate de Todoroki contra Midoriya se hace de rogar y parece que nos tocará esperar una semana más. Este capítulo continúa con el aluvión de enfrentamientos en el festival de la academia UA y aprovecha la ocasión para hacer gala de las habilidades de todos los participantes así como también presentar a algunos nuevos.
Kaminari y Shiozaki son los primeros en salir al ring y el electrizante alumno de la clase A entra tan cargado de confianza que se permite el lujo de invitar a Shiozaki a comer algo después del combate. Lástima que después de toda esa palabrería termine hecho polvo por las enredaderas del pelo de su contrincante.
El siguiente combate es entre Iida y Hatsume, aunque al final más que un enfrentamiento acaba siendo una especie de desfile de moda orientado al marketing. El pobre Iida tenía buenas intenciones, pero al final acabó siendo el conejillo de indias de Hatsume y sus babies.
Aoyama y Mina protagonizan el quinto encuentro del torneo pero su batalla palidece en comparación con la de Yaoyoruzu y Tokoyami. Aunque en el episodio 5 ya vimos el poder de Dark Shadow, en este se reafirma el potencial de su singularidad y derrota a una de las favoritas para la victoria con una oleada de ataques rápidos. Seguramente si Yaoyorozu hubiese tenido un momento para pensar, el resultado podría haber sido muy distinto.
Con el séptimo enfrentamiento se puede hacer una sencilla analogía con Pokémon y llamarlo batalla de Metapods, ya que Tetsutetsu y Kirishima poseen el poder para endurecer sus cuerpos. Tras una apasionada batalla, el episodio deja entrever el combate que tendrá lugar el próximo capítulo: Uraraka vs Bakugou.
Personalmente creo que este episodio podría haber sido mucho más breve. Hay batallas como la de Kaminari o la de Aoyama que literalmente duran 2 minutos y no aportan demasiado al desarrollo argumental de la trama. Sin embargo, debo reconocer que los toques de humor que encontramos en cada uno de los enfrentamientos hacen que sea un capítulo muy ameno de ver. Además viendo la determinación de Uraraka parece que la próxima batalla promete ser muy emocionante. Esperemos que así sea.
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS