Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 94, titulado “¡El Emperador del mal regresa! ¡¿Una recepción de misteriosos asesinos?!” y que se emitió el pasado 10 de junio de 2017. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
El grupo de amigos de Gokuh acaban por sonsacarle la verdad en cuanto al motivo por el que Freezer ha aceptado unirse al Torneo, con el enfado consiguiente. Mientras Gokuh va a reunirse con Uranai Baba para recibir a Freezer, Krilin, A-18, Goten y Trunks se disponen a ir a la isla donde trabaja A-17 para recogerle y dejar a los dos muchachos como protectores de los animales.
Ya en la isla, asistimos a una incómoda conversación entre los androides y Krilin, que no le pilla demasiado bien el punto a su cuñado. Una vez realizados los saludos pertinentes, A-17, A-18 y Krilin marchan dejando a su hija Marron con Goten y Trunks en la isla. Una vez en la Capsule Corporation, vemos cómo las rencillas entre Piccolo y A-17 siguen vigentes, aunque entierran el hacha de guerra por obtener un bien común.
Mientras tanto, Quitela va malmetiendo a Sidra, el dios de la destrucción del universo 9, contándole que el universo 7 irán a por ellos primero. Le propone un plan para lograr que les descalifiquen. Éste consiste en eliminar a Freezer, su última incorporación, ya que al tener tantos enemigos nunca se sabrá quién fue el que le atacó, y así, al no completar el requisito de los diez luchadores, estarían automáticamente eliminados del torneo. Solo tienen que tener cuidado con no actuar ellos directamente para minimizar las sospechas.
Mutenroy ultima su entrenamiento en la Torre de Karin, perfeccionando sus técnicas con el pobre Yajirobai. Una vez concluidas, llega a la Capsule Corporation, listo para ir al torneo.
Gokuh va al palacio de Uranai Baba, donde una vez que llega Freezer, es recibido con un puñetazo en la tripa fruto de un “descuido” por parte del tirano galáctico, respondiéndole el saiyan con otro similar. Antes de irse, son asaltados por un batallón de desconocidos que pretenden eliminarlos, pero Freezer no se anda con chiquitas y decide transformarse para vencer a los pobres rivales y así calentar un poco.
Vamos al grano, lo mejor del episodio, sin ninguna duda es la vuelta de Freezer. El recibimiento de Gokuh y esa soberbia y chulería que destila, nos recuerda al Vegeta que estaba en el planeta Namek, cuando a pesar de ser un enemigo, tenía un enemigo en común que le obligaba a aliarse. Su transformación en Golden Freezer mola un montón y es que tanto la calidad del dibujo, como el seguimiento de cámara, los planos, las luces y sombras, la cara de resignación de Gokuh y esa música con coros que le proporciona una fantástica epicidad, están muy, pero que muy bien.
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