Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 77, titulado “¡Celebremos el mejor torneo del universo, Rey de Todo!” y que se emitió el pasado 5 de febrero de 2017. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
Empezamos el episodio con Gokuh trabajando, algo insólito, lo sé. Ejerciendo de agricultor, vendiendo sus verduras a los mercaderes. De regreso a casa se topa con una banda de ladrones, los cuales salen malparados en su encuentro con el saiyan, aunque este también sale con una herida de bala. Tras este hecho, Gokuh decide entrenar un poco y llama a Wish, con el que queda en la Capsule Corporation. Allí descubre que Bulma está en un estado avanzado de embarazo. El guerrero le pide a Vegeta que le acompañe a entrenar, pero este rehúsa, ya que cree que debe de estar al lado de Bulma para cuando dé a luz, cosa que Gokuh no entiende.
Wish llega a recoger a Gokuh y le lleva al planeta de Bills para empezar el entrenamiento. Casualmente, Gokuh recuerda la promesa que le hizo Zeno de realizar un torneo entre todos los universos, pero Bills se opone y amenaza seriamente a Gokuh, ya que es un peligro relacionarse con el Rey de Todo. A pesar de esto, el saiyan utiliza el dispositivo de llamada que le regaló Zeno y se teletransporta hacia su planeta.
Allí Gokuh se encuentra con los dos Zeno, el del presente y el del futuro, los cuales se encuentran en un momento de aburrimiento absoluto. El saiyan les recuerda su promesa acerca del torneo y rápidamente comienzan a realizar las gestiones necesarias para que arranque el evento. Después del encuentro, Gokuh vuelve al planeta de Bills, y tras la reprimenda del dios, se dirigen al planeta de los Kaioh Shin, que es donde Zeno va a dar la información del torneo.
Una vez llegan al planeta y comentan lo ocurrido, aparece el Gran sacerdote para informarles de la fecha, la localización del torneo y que constará de 157 participantes, con diez luchadores por universo.
De esta manera arranca el nuevo arco argumental, el cual nos deja aspectos bastante interesantes. El primero es el nuevo opening, muy cañero y con unas imágenes y movimientos espectaculares. Además nos introduce el cambio de paleta de colores que también se modifica durante el episodio, teniendo un aspecto que recuerda más al anime de los 90.
Por otro lado, en este nuevo arco hay un salto temporal, que se representa con el embarazo de Bulma, con una inusitada responsabilidad de Vegeta al respecto que hace que nos caiga un poquito mejor. También vuelven a tirar de nostalgia y vemos a Gokuh realizar una de las originales y divertidas técnicas que nos ofrecía Toriyama al inicio de la serie: la del efecto óptico de dejar una imagen residual al moverse a una gran velocidad.
Como contra, volvemos a ver como Gokuh es herido por una bala de los ladrones del desierto, quedando claro que un francotirador con un arma un poco potente se podría cargar al ser más fuerte del universo. Es decir, se vuelven a pasar por el forro las escalas de poder otra vez y la dirección de la serie riéndose en nuestra cara (cosa habitual ya).
El ending se modifica también ligeramente, animando algunas viñetas del scroll del manga y cambiando también el color de las imágenes.
En resumen, cogemos con ilusión esta nueva saga, como pasó con la de Black Gokuh, pero ya sabemos como son y estamos ya preparados para que nos den un palo en cualquier momento. De todas formas, como se suele decir, sarna con gusto no pica.
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