Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 126, titulado: «¡Supera a los dioses! ¡El sarificio de Vegeta!», que se emitió el pasado 4 de febrero de 2018. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
El combate entre A-17 y Toppo evidencia la diferencia de nivel entre ambos. El androide intenta aprovechar la ventaja de poseer energía infinita para intentar ganar el mayor tiempo posible, pero de poco le sirve. El recién coronado como dios de la destrucción tiene incluso que contenerse para evitar matar a su rival. De repente, reaparece Freezer que se niega a ser derrotado e intenta utilizar sus poderes psicoquineticos contra Toppo, ya que con la fuerza bruta poco puede hacer. Ni siquiera aunando fuerzas los guerreros del séptimo universo pueden contra él.
Simultáneamente, Jiren sigue con su contienda contra los saiyans, pero tras un gesto del líder del onceavo universo, Toppo ataca a Vegeta para que luche con él. El saiyan, sorprendido del power up que ha sufrido su enemigo, intenta vencerle con todo lo que tiene. Toppo revela a Vegeta que ha dejado de lado todo lo innecesario de lado para obtener tal poder. Esto molesta profundamente al saiyan que explota increpando a su rival y gritándole que él no piensa dejar de lado ni a su familia, ni su promesa con Cabba, ni su orgullo de saiyan.
Vegeta arremete contra Toppo y le da hasta en el carnet de identidad, empujado por la rabia que siente de que su rival sea un perdedor capaz de sacrificar las cosas importantes de su vida tan solo por adquirir fuerza (el saiyan parece que ha olvidado cómo él hizo exactamente lo mismo cuando se dejó poseer por Babidi para obtener la fuerza suficiente para luchar contra Gokuh, pero corramos un tupido velo).
Vegeta comienza a acumular energía de la misma manera que cuando explotó sacrificando su vida para intentar vencer a Majin Boo en el pasado. Toppo responde con otro poderoso ataque con la energía de la destrucción y ambos chocan, pero finalmente, es el guerrero del undécimo universo el que acaba perdiendo. Sorprendentemente, Vegeta continúa vivo, ya que gracias al nivel adquirido en su entrenamiento con Wish ha podido controlar la energía de esta técnica y no ha tenido que sacrificarse en vano.
Jiren recrimina a su compañero por perder y felicita a Vegeta, que tras este ataque ha quedado exhausto y prácticamente sin energía alguna. Es ahora cuando comienza la auténtica pelea final entre el guerrero gris y los cuatro supervivientes del séptimo universo.
Hemos sido testigos de un episodio que vuelve a tirar de la nostalgia de Dragon Ball Z con el sacrificio que hizo Vegeta y que quedó grabado en las retinas de todos los espectadores de la serie. Obviamente, aquí no tiene el mismo efecto, ni en el combate ni como momento memorable. Ya va quedando menos para la resolución del torneo de poder, que lleva alargándose ya unos cuantos episodios.
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