Ya están aquí las impresiones de Dragon Ball Super con el capítulo 90, titulado “Un muro que superar ¡Gokuh contra Gohan!” y que se emitió el pasado 14 de mayo de 2017. Se recuerda a los lectores que en esta review se desvelan elementos del argumento del capítulo, por lo que si eres curioso o bien quieres comparar opiniones te animamos a seguir leyendo.
Gokuh, Mutenroy, Ten Shin Han y Chaoz se están dejando la cartera en un restaurante cuando aparecen Gohan y Piccolo pidiendo un combate para probar sus capacidades. La pelea consiste en un duelo por parejas, Gokuh y Ten Shin Han por un lado, y Gohan y Piccolo por otro. La coordinación entre el namekiano y Gohan demuestra ser superior a la de Gokuh y Ten, llegando a alcanzar la ventaja en un combate que casi parece un baile de técnicas, algo que hace mucho que no veíamos.
Durante el combate, el terreno es destruido, lo cual supone un interludio en el que se retiran Piccolo y Ten Shin Han y quedan solo padre e hijo, comenzando el auténtico duelo al máximo poder.
Mientras tanto, en el universo 10, Gowasu está desesperado porque no encuentra a ningún guerrero aceptable para el torneo, pero el dios de la destrucción de este universo, Ramoosh, ha optado por elegir a los más fuertes sin importar la inteligencia ni la técnica. De este modo le presenta al kaioh shin a Murichim, una especie de monje shaolin hipermusculado que debe tomar minuciosamente su batido de proteínas a la hora exacta para poder mantener su figura.
Tras esto, volvemos ante el combate entre los saiyans, que empieza fuerte, con Gokuh en super saiyan de nivel 2 y Gohan en su forma mística. El choque entre ambos colosos culmina con los dos saiyans al máximo de su poder, y que otorga la victoria a Gokuh. Tras la pelea, el ganador decide que el capitán del universo 7 sea Gohan.
Hemos sido testigos de un aperitivo de lo que se nos va a presentar en el torneo universal y, como todos los combates sean como este, a mí me han ganado. Se ha experimentado un aumento de calidad en cuanto a la animación y la cinemática de las peleas que deja muy buen sabor de boca. Esto, sumado al coloreado “analógico” que han recuperado en esta saga, hacen que volvamos a recuperar la ilusión de antaño que nos fue robada tras la primera etapa del anime. Aunque esto no quita que el producto sea imperfecto y que los defectos nos sigan rechinando episodio a episodio. Pero, en fin, no podemos pedirle peras al olmo.
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