Este lunes despedimos Ataque a los titanes con un episodio emocionante y que deja la puerta abierta a las especulaciones, especialmente sobre la continuidad de Wit Studio al frente de la producción. Selecta Visión nos trae el simulcast en versión original con subtítulos en español, que está disponible en su web desde las 19:40 horas. Por eso, nosotros, una semana más, os traemos la review, aunque os recordamos que las siguientes líneas contienen spoilers de la trama del episodio.
Tras las impactantes revelaciones de las dos semanas anteriores, es hora de decidir qué hacer con todo lo que han descubierto. A diferencia de lo que en un inicio se plantea, Pixis considera que esconder de nuevo la verdad al pueblo es caer en los mismos errores que cometió el Rey 145. Cómo reaccionará la gente, es algo que ellos ya no pueden controlar: unos confían en que el ejército dice la verdad, otros creen que es una sarta mentiras. No obstante, como bien menciona Hange, solo por haber compartido la verdad ahora son mejores que dicho monarca.
Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con las decisiones que las Tropas de Reconocimiento tomaron en Shiganshina, por mucho que ahora vayan a recibir medallas. Floch, el soldado que cargó con Erwin y que pidió que el suero le fuera inyectado a él, parece ser el único que se atreve a decirles a Eren y compañía una verdad irrefutable: si Armin recibió el suero fue porque sus sentimientos intervinieron. Eren siempre cree que tiene razón y es la persona menos indicada para ir dando lecciones. Desde una perspectiva lógica, la opción correcta habría sido el comandante. Pero, ya no hay vuelta atrás. Asimismo, Floch también se equivoca, especialmente con su actitud. No se puede asegurar que elegir a Armin haya sido una mala decisión, solo el tiempo lo dirá. Tampoco debería hablar mal a Armin, porque no es su culpa que lo eligieran a él. Igualmente, Floch tampoco está en su derecho de hablarle a Hitch de cómo se sintió Marlo en sus últimos instantes como si fuera un hecho.
Historia, uno a uno, les va poniendo sus condecoraciones, empezando por Hange, quien es ahora la nueva comandante. Cuando llega el turno de Eren y éste toca la mano de la muchacha, el poder del Titán Fundador vuelve a activarse. Eren tiene acceso a lo que pasó en la cueva de los Reiss el día en que su padre devoró a Frieda. Éste le explicó la situación, le suplicó que defendiera los muros, pero la respuesta de Frieda fue negativa. Lo que sucedió después, ya lo sabemos todos: aquel día, la familia real perdió el Titán Fundador y fue exterminada por Grisha, a excepción de Rod, que logró escapar de la masacre. Eren parece perturbado por ese descubrimiento, posiblemente porque su padre no mató sólo a Frieda, sino que asesinó sin piedad alguna al resto de hermanos pequeños de la chica.
A pesar de todo, la calma parece regresar a la murallas. Haciendo uso de una especie de guillotina gigante se consigue acabar con el resto de titanes. Medio año después del ataque a Trost, los refugiados pueden regresar a sus casas.
Han pasado meses desde que regresaran de Shiganshina. A simple vista, Eren es el que ha sufrido el mayor cambio tanto físico como psicológico. En los dos episodios anteriores se puede observar que esos recuerdos que recibió le están afectando: se refiere a sí mismo como «watashi» en vez de «ore», en los flashbacks de Grisha por unos segundos se le ve a él en el lugar de Kruger, como si estuviera hablando a su padre, y se refiere al titán al que se encuentran en su expedición al mar como «su compatriota».
La llegada al océano es la culminación de todo el esfuerzo que han hecho los protagonistas a lo largo de estas temporadas. Era el objetivo final, aquello con lo que Armin tanto soñaba. Posiblemente, es el momento más feliz de sus vidas. Sus bocas abiertas de par en par cuando están frente a él es la clara muestra de ello.
Armin quiere enseñarle a Eren la concha que ha cogido, pensando que estará tan emocionado como él. Pero, a diferencia de lo que Armin cree, Eren le habla de libertad. Y esta frase es importante. Mientras dice eso, a quienes se nos muestra es a Jean, Sasha y Connie, disfrutando del mar, siendo la viva imagen de lo que debería ser sentirse libre. También se nos muestra a Hange y Levi, más tranquilos, mientras la primera, movida por su curiosidad, sostiene unos pepinos de mar.
Eren afirma haber estado equivocado siempre: al otro lado del mar no está la libertad, si no sus enemigos y tienen que matarlos a todos. Este cambio de actitud deja en shock a Armin y a Mikasa. Él les roba las sonrisas y las tímidas lágrimas de felicidad. Cuando se suponía que debían de estar disfrutando del día más feliz de sus vidas, ninguno de los dos reconoce a su mejor amigo.
Armin, Mikasa, Jean, Connie, Sasha… Todos se sienten libres en esa escena en el mar. Nadie los oprime, no hay titanes alrededor que quieran comerlos, no están esclavizados, tienen el poder de actuar, hablar y pensar lo que quieran. Pero aún así, Eren no cree que sean libres en ese momento. Si dejan la isla y llegan al otro lado del mar, no es que otras personas sean una amenaza para ellos, sino que ellos mismos serán la amenaza. Las palabras de Eren, el tono con el que habla en una magnífica interpretación de Yuki Kaji, señalan que ni Kruger ni Grisha realmente lucharon por la libertad. Lo que ambos en realidad querían era vengarse de la gente de Mare. Parece que ese deseo es el que ha sido trasladado a Eren. Por eso habla de matarlos a todos, no de devolver a los eldianos la libertad, sino de arrebatarle a la gente de Mare esa misma libertad que a ellos un día les quitaron. En definitiva, Eren también quiere venganza.
Wit Studio cierra una temporada extraordinaria, que ha batido todos los records, colándose en la lista de mejores episodios de IMDb, y que ha generado mucha expectación en redes sociales. Ataque a los titanes se ha consolidado como un fenómeno de masas y en una de las grandes series de animación de los últimos años, gracias a una narrativa bien trabajada y a unos giros de guion inesperados.
Si bien ha habido muchos momentos en los que los personajes estaban mal dibujados y el CGI era terrorífico, sería injusto que eso mismo empañara el excelente trabajo de Wit Studio. En esta última entrega, el estudio de animación nos ha regalado una vez más unos fondos llenos de detalles. Los juegos de luces, especialmente cuando todos están en el mar, hacen creer al espectador, al igual que los personajes, que está en un sueño, tras un largo viaje en el que muchos se han quedado atrás.
La secuencia de créditos finales, que tiene de fondo uno de los temas más emocionantes de esta temporada, como ya es habitual, es un guiño hacia los lectores del manga. Tras los insistentes rumores de que Wit Studio no seguirá con la producción del anime, el equipo de Ataque a los titanes ha vuelto a tener un detalle con aquellos que siguen fielmente el material de Hajime Isayama.
Continue o no Wit Studio con Ataque a los titanes, una cosa está clara: gracias por haber puesto tanto cariño y dedicación en cada uno de los episodios. La espera hasta otoño de 2020 se va a hacer muy larga.
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