Continuamos con las reviews de la tercera temporada de Ataque a los titanes con el análisis del episodio 8 y que se pudo disfrutar a través de Mtmad. Aunque antes de continuar recordar que las siguientes líneas contienen spoilers de la trama del episodio.
El episodio anterior había concluido con Rod Reiss convirtiéndose en titán tras observar cómo su hija Historia no había cedido a su chantaje y había preferido liberar a Eren. Por otro lado, el equipo de Kenny se retira de la cueva, dejando atrapados al equipo de exploración. Sin embargo, Eren vuelve a tener dudas sobre qué hacer, ¿dejarse comer y permitir a Historia recuperar a su familia o convertirse para acabar con el titán de Rod Reiss?
A nadie a estas alturas le puede sorprender la actitud de Eren, dado que a lo largo de la serie siempre ha sido un personaje más apegado a la pasión que a la razón. Es por ello, que después de descubrir el crimen de su padre y suyo, quiera redimir sus pecados. Además, viendo el tamaño que está adoptando el titán de Rod Reiss, enseguida se siente insignificante e inútil. Pero justo en ese momento aparecen sus amigos para salvarlo, tanto del titán como de él mismo.
De esta manera, Mikasa, Conny, Jean, Sasha y Levi acuden al rescate de Eren e Historia. Sin embargo, el titán de Rod amenaza con derribar la cueva con su transformación, algo ante lo cual Eren se siente inútil. Aunque sus amigos hacen gala de valentía ante la adversidad y que, ante una muerte más que segura, piensan tratar de luchar (uno de los mantras más repetidos a lo largo de la serie por nuestro protagonistas). Es entonces cuando Eren, por fin sale de su nube de negatividad, y se convierte en titán mordiendo un bote que pone coraza. Así, su titán se solidifica protegiendo a sus compañeros y provocando el derrumbe de la cueva, poniendo en fuga el deforme titán de Rod Reiss.
En el episodio vemos en acción la habilidad de solidificarse de los titanes, algo que se le había resistido hasta ahora a Eren, y que según Levi les podría ayudar a recuperar el muro María. Así sale a colación uno de los principales leitmotiv de la serie y, hasta ahora, caído en el olvido: el sótano de la casa de Eren. Un lugar donde se encuentran la mayoría de respuestas al mundo de los titanes y que parece que gracias a la habilidad del protagonista se pueden descubrir.
Mientras tanto, un titanizado Rod Reiss se dirige al distrito de Órvud. Resulta curioso como Wit Studio es capaz de lo mejor y de lo peor en una misma serie. Si bien las escenas de acción que ha habido esta temporada han sido espectaculares, la representación del titán de Reiss resulta un tanto cutre. Si bien es una figura un tanto deforme, el CGI utilizado es un tanto pobre recordando a algún videojuego de mala calidad.
Durante el trayecto al distrito de Órvud, una malherida Hange debate con Eren e Historia las opciones para tratar de recuperar el poder del titán de la familia Reiss: ¿que Eren sea devorado para recuperar a Rod Reiss y el poder del Titán fundador o acabar con Rod Reiss? Como era de esperar, Eren se ofrece a ser devorado para recuperar a Reiss y así el poder del primer rey (cuya voluntad se pasa de un poseedor a otro permitiendo que la humanidad siga sometida). Pero Historia lo contradice, abogando por acabar con su padre y así que la humanidad quede liberada del poder del primer rey que evitaba liberar a la humanidad.
Destacar que el personaje de Historia se trata de uno de los personajes que más ha evolucionado desde la segunda temporada. Al igual que en el manga, en la serie ha ganado mayor protagonismo y dándose cuenta de su potencial si finalmente asumía quién era. Y en este episodio se observa la etapa final de este empoderamiento con el anuncio que le realiza Erwin: que asuma el trono de la humanidad. Así no habrá ningún tipo de revueltas al seguir a una nueva reina. Ella lo asume, pero no porque deba hacerlo, sino porque quiere hacerlo. De esta manera, al libertad de la sociedad humana está plenamente en sus manos.
En conclusión, el episodio ha servido para acabar de alzar a Historia en el lugar que le correspondía por derecho propio. Uno de los personajes que más ha evolucionado y que en este episodio hemos visto asumiendo un rol activo y de liderazgo. En contraposición encontramos a Eren que si no hubiera sido por sus compañeros se habría lanzado a las fauces de Rod Reiss.
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