La tercera temporada de Ataque a los titanes continúa imparable y aquí os traemos las impresiones del cuarto episodio, el cual se pudo disfrutar en España a través de Mtmad. Aunque como siempre recordar que las siguientes líneas pueden contener spoilers de la trama.
El episodio cuarto se ha caracterizado por tener lugar una serie de hechos que acabarán desembocando en un profundo cambio en próximos episodios. La revolución en la sociedad de los humanos está a la vuelta de la esquina y donde se pondrá fin al Antiguo régimen corrupto que acaba con todos aquellos que tratan de desestabilizarlo.
Por un lado, Levi y el resto del Cuerpo de exploración siguen escondidos mientras tratan de obtener información del paradero de Eren e Historia. Para ello contarán con la ayuda de dos jóvenes miembros de la Polícia militar: Marlo y Hitch. Aunque no son dos personajes cualesquiera dado que eran antiguos compañeros de Annie, de la cual desconocen su paradero. Ambos caen fácilmente en la trampa de Levi, pero los libera al descubrir que desconocen el verdadero poder de la Policía militar. No obstante, les ayudarán a capturar a su superior.
A la hora de confiar en los dos reclutas, será de vital importancia Jean. Desde que casi es asesinado a manos de uno de los hombres de Kenny, el personaje de Jean había perdido importancia. Sin embargo, aquí veremos cómo vuelve a ser el ingenioso personaje de anteriores episodios, fingiendo que va a asesinar a Marlo y Hitch, y obligándoles a demostrar sus verdaderas intenciones. Porque parece que la desconfianza en el sistema establecido no se encuentra solamente en el Cuerpo de exploración.
A lo largo del episodio se puede ver a la Policía militar como una institución corrupta y al servicio del poder. Manipula pruebas, elimina testigos, inspira temor en los ciudadanos por su largo historial de atrocidades…, aunque todo eso se acaba en este episodio. Todo gracias al hijo de Reeves, Flegel, que accede a duras penas al plan de Hangue para que un miembro de la Policía militar confiese delante del pueblo el asesinato de su padre. De esta manera, se prende la mecha de la revolución del pueblo.
Sin embargo, parece haber otra rama de la Policía militar que razona como Nile, el capitán de la Policía militar. Un escuadrón armado con otro equipo de maniobras tridimensionales y diseñado para dar caza a humanos. Un grupo muy poderoso y por encima de cualquier otro grupo militar.
Mientras tanto, Erwin es torturado por la Policía militar que trata de descubrir cuánto sabe del culto del muro, la familia real, etc. Finalmente deciden condenarlo a muerte, pero el capitán del Cuerpo de exploración parece tener un plan entre manos y que seguro veremos en el próximo episodio.
Finalmente, Levi logra sonsacarle parte de información al capitán de la Policía militar como que Kenny fue el asesino del empresario Reeves. Aunque como ya se vio en anteriores episodios, el poder del escuadrón de Kenny no tiene límites y rodea a Levi y el resto de su equipo.
En conclusión, el episodio cuarto se trata de un capítulo de transición hacia lo que está por venir. Un episodio donde se van desvelando las cartas sobre la mesa y que acabarán desencadenando en un auténtica revolución liderada por Erwin. Una auténtica guerra de guerrillas donde se sucederán las traiciones y se descubrirán grandes verdades. Porque la obra de Hajime Isayama es algo más que titanes, tal y como se verá en siguientes episodios.
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