La realidad es que el consumidor de estos videojuegos reclama principalmente una sola cosa: un sistema a la vez clásico e innovador acompañado de una historia bien narrada y de épicas proporciones. Estos elemento convergen en Xenoblade Chronicles, el nuevo y probablemente mejor baluarte de los JRPGs en la aún actual sobremesa de Nintendo (con permiso, claro está, de la saga Zelda).
Un universo único
La historia de Xenoblade Chronicles se desarrolla dentro de un marco espacial único: un mundo cubierto por un vasto océano, del que tan sólo sobresalen dos gigantes figuras: Bionis y Mekonis. Los colosos, que antaño se enzarzaron en un violento conflicto, se hallan ahora inertes, sumidos en un largo y profundo letargo. Con el paso de los años, la vida surgió en ambas figuras dando lugar al nacimiento de los humas en Bionis, y los Mekon en el coloso Mekonis. La historia nos sitúa en Bionis, hogar de los humas, un año después de la colosal batalla de Valle de la Espada, que enfrentó a los habitantes de Bionis con los Mekon, logrando retener a estos últimos en su territorio, dando lugar a un periodo de paz.
Encarnaremos a Shulk, un joven habitante de Colonia 9 que descubrirá fortuitamente que es capaz de empuñar la poderosa espada Monado, único arma capaz de herir a los misteriosos y poderosos Mekon. Con el regreso de las malévolas criaturas a Bionis, Shulk y su compañero Reyn emprenderán un épico viaje para frustrar sus planes y tomar venganza por los fallecidos en su pueblo natal. Su periplo les llevará a recorrer por entero el cuerpo de Bionis, pasando por los distintos asentamientos humas y de otras especies que en él se encuentran, conociendo a valiosos y poderosos compañeros en el camino, que les llevará finalmente a desentrañar los secretos alrededor de los dos gigantes que forman su mundo.
Se trata de una historia que crece por momentos, como una melodía in crescendo que aumenta más y más sus proporciones con cada hora jugada. Habrá lugar para el humor, los momentos dramáticos y emotivos y hasta para situaciones de lo más extravagantes, surgidas sobretodo de la capacidad de Shulk para ver el futuro y predecir las desgracias venideras. Los personajes tienen características y trazos personales bien definidos, si bien hay varios de ellos, uno en concreto, que pecan de algún que otro cliché, pero sería ingenuo pensar que nunca será así. El sistema de afinidad, que se nutre de las acciones que realicemos junto a nuestros aliados (y también de encargos y conversaciones que mantengamos con habitantes de ciudades y poblados y otros NPCs), variará las relaciones entre nuestros personajes, si bien estos cambios resultan mínimos para el desarrollo de la historia y las escenas principales y centra su repercusión en los combates y otros detalles de menor relevancia.
Un deleite para los oídos…
Eso es lo que hallarán los jugadores, que se toparán con una preciosamente compuesta BSO a cargo de Yoko Shimomura, conocida sobretodo por su trabajo en la saga Kingdom Hearts, llenando de fantasía el universo convergente entre Final Fantasy y Disney. El trabajo de Yoko en esta banda sonora es pletórico, con melodías que sin duda nos recordarán a Kingdom Hearts, pero que a la vez nos situarán perfectamente en la historia que cuenta el propio juego, ambientándolo exquisitamente; sin duda el jugador se sorprenderá a sí mismo tarareando las melodías de la aventura. Para gozo de muchos, el juego incluye además una opción para elegir entre las voces originales y las inglesas, para poder disfrutar del sublime doblaje japonés.
Una de las principales bazas del título es su activo sistema de combate. Algo similar al de Final Fantasy XII o al de la mayoría de MMORPGs, será el jugador el que elija cuándo combatir, sin ser empujado por batallas aleatorias. El sistema es plenamente activo, permitiéndonos acercarnos al enemigo para combatir con él y elegir nuestras acciones en tiempo real. Durante el combate, todos los personajes ejecutarán ataques físicos de modo automático, y el jugador podrá elegir las habilidades y ataques especiales que quiera usar en cada momento, elecciones sólo restringidas por el tiempo de espera de cada habilidad, que deberá recargarse tras cada uso. Si bien podremos alejarnos del enemigo cuanto creamos necesario, esto no nos garantizará esquivar todos los ataques que éste realice, pudiendo en ocasiones recibir ataques físicos de enemigos muy distantes, sin duda un nimio defecto dentro del gran sistema de combate de Xenoblade.
Otro punto fuerte del juego es su multiplicidad de misiones, que logran alargar enormemente la vida útil del título y le aportan variedad, rompiendo con la continuidad de continuar con la trama de un modo básico y simplista, si bien el jugador tiene la opción de optar por esto último, algo poco probable, pues el sistema de quests resulta atractivo e incita a sumergirse en él.
Lo que se ve…
Sobre el apartado visual, cabe destacar que sus gráficos pueden llegar a parecer algo obsoletos, quizá anclados en la pasada generación, similares a los de PS2. Sin embargo, este lastre no es óbice para que el mundo de Xenoblade, los cuerpos de ambos gigantes, se vea definido magistralmente, con grandes y hermosos paisajes y ambientes que transportarán al jugador a lugares idílicos y absolutamente únicos. La ropa de nuestros personajes, como se ha demandado en muchas ocasiones, cambia con cada nueva armadura, permitiéndonos variar el aspecto de nuestros protagonistas para abandonar la monotonía de las vestimentas únicas.
Y lo que es mejor, la interacción con el entorno es llevada a otro nivel, tal como demandaban muchos usuarios. Podremos explorar libremente las zonas, alcanzar todos (o casi todos) los puntos a la vista y hallar en ellos tesoros y poderosos enemigos, amén de más desafíos y elementos adicionales. La exploración libre es, sin duda, otro gran punto a favor de este título.
Volver a ajustarse el cinturón
Otra de las sorpresas y virtudes de este título también fue muy reclamada por los fans: la dificultad. Xenoblade estructura su sistema de desarrollo de personajes entorno a un sistema clásico de niveles y experiencia, que se complementa con un sistema de ataques especiales (Artes) que recibirán puntos especiales, dedicados a su aprendizaje y potenciación (PP). Hasta aquí, todo resultaría normal pero, y aquí viene el verdadero quid de la cuestión, en Xenoblade cada nivel cuenta.
Y es que la dificultad varía enormemente con variaciones de uno o dos niveles, añadiendo un punto de desafío al título que hace que el jugador desee esforzarse por terminarlo. Hasta tal punto llega dicha dificultad, que el sistema de niveles queda encuadrado casi por completo en la aventura principal; esto es, si el nivel máximo es de 99, terminar la historia y derrotar cómodamente a los últimos jefes y enemigos nos llevará aproximadamente a rondar el 80, e incluso a superarlo.
Conclusión
En definitiva, nos encontramos ante un titulo mayúsculo dentro del género del JRPG, que combina magistralmente el regreso a los orígenes del género con la innovación en el apartado jugable. Un must have en toda regla para los poseedores de Nintendo Wii, más aún si son fans del género, aunque la accesibilidad de la mecánica de combate puede atraer a un abanico de público más amplio. La historia resulta sorprendente por momentos, si bien algunos pequeños aspectos podrían ser algo más pulidos y se podrían evitar escenas que, por querer sugerir, dan a entender demasiado, restando fuerza al factor sorpresa hacia el final del juego. Pese a todo, este juego es la respuesta a las demandas de muchos fans del género, y no debería dejarse escapar la oportunidad de probarlo, sobretodo aprovechando su regreso a las tiendas españolas el presente mes de octubre.
Lo Mejor:
- Un sistema de combate dinámico, activo y simple, pero a la vez efectivo y entretenido, con un buen nivel de dificultad y multitud de opciones.
- Un buen desarrollo de la historia, acompañado de un sublime tratamiento de los personajes.
- Escenarios enormes para recorrer y explorar, multitud de misiones y aventuras secundarias que alargan significativamente la vida útil del título.
- Posibilidad de rejugar el título con los niveles y objetos adquiridos en la primera partida.
- La trama, aunque bien llevada, peca de algún que otro cliché, e incluye escenas que pueden desvelar partes importantes de la trama mucho antes de lo previsto.
- Muchos modelos alternativos de armaduras y armas imitan aspectos de otros, cambiando sólo la paleta de colores de los mismos.
- Sin el mando clásico, el juego puede resultar difícil de controlar.
Ficha técnica
Título: Xenoblade Chronicles
Consola: Wii (en exclusiva)
Desarrollo: Monolith Soft
Distribución: Nintendo
Género: RPG
Jugadores: 1
Precio: 50.95€
Formato: DVD
Fecha de lanzamiento: 19/08/11
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