A simple vista, el Café Tarot parece una cafetería cualquiera del centro de Londres, pero no lo es: Pamela, su dueña, echa las cartas a aquellos que así lo soliciten y, además, a partir de la medianoche recibe a una serie de clientes especiales, seres de toda condición que trascienden a la conciencia humana y buscan consuelo para enfrentarse a los problemas que les han llevado hasta ella.
Pamela, a pesar de que aparentemente no es más que una bella joven de mirada enigmática, arrastra un pasado tormentoso y una vida de más de quinientos años. En plena Edad Media, durante las persecuciones de la Inquisición en su Escocia natal, quedó huérfana al ser condenada su madre a la hoguera.
Sin embargo, lo que Pamela ignoraba en su momento, era que su capacidad innata para contemplar la verdadera forma del Demonio marcaría su destino: su amor por Eshwi, un dragón del que heredará la inmortalidad al recibir la primera sangre de su corazón, el trato con Perial, el cual le promete la muerte si es capaz de reunir todas las cuentas de un collar y un sin fin de historias paralelas de reencarnaciones marcarán su accidentada búsqueda de la felicidad.
Tal es así, que Tarot Café se caracteriza por estar compuesto de un variado número de subtramas conclusivas que, a medida que avanza, se apoyan las unas en las otras para dar solidez a la principal con un ritmo más o menos acertado, el cual, en ocasiones, puede resultar un tanto desconcertante por los saltos narrativos y la cantidad de datos que, aunque en un principio no parecen relevantes, en realidad tienen un peso crucial.
Pese a todo, la lectura de los siete tomos de los que se compone esta obra es amena y no demasiado exigente. La única gran pega es que la historia llega a quedar eclipsada por el dibujo.
La belleza intacta de los referentes
El estilo gráfico de Tarot Café es una delicia, si bien queda anclado en unos cánones de belleza excesivamente estilizados y andróginos. Hombres y mujeres de facciones perfectas, ojos perfilados y labios color sangre abundan tanto como las vestimentas goth y la inspiración constante, recurrente y, por qué no decirlo, descarada, del art nouveau, en especial de uno de sus grandes iconos, el checo Alphonse Mucha, cuya manera de dibujar el largo de los cabellos es calcada por la autora, al igual que las filigranas en la que encuadra un buen número de viñetas, e incluso los homenajes a Gustav Klimt, escenificados en cartas del Tarot donde customiza algunos de sus cuadros más famosos, como El beso o Hygieia.
Es, por tanto, el punto fuerte de este cómic, una razón de peso por la que vale la pena, como mínimo, echarle un vistazo.
De Corea del Sur a España, pasando por Estados Unidos
Park Sang Sun, nacida el 9 de Agosto de 1974 en Seúl, es autora, además de Tarot Café, de Les Bijoux (Las Joyas), editado en España por Filabo, y Ark Angels, cuya licencia española pertenece a Ice Lands. Tanto Tarot Café como Ark Angels y Les Bijoux han sido licenciadas en Estados Unidos por Tokyo Pop. Sus obras también se han publicado, entre otros países, en Brasil.
Una inversión básicamente estética
Tarot Café es un manwha de los que entran por los ojos y pasan a un segundo plano una vez leídos. La historia flojea un poco en sus últimos tramos, los personajes dan giros facilones, los toques shonen-ai parecen consecuencia directa de la ambigüedad de sus conductores. Y, sin embargo, no es un cómic del montón. Tiene algo especial que lo convierte en una pequeña obra de arte.
Lo que deja mucho que desear, es la edición de La Cúpula. La rotulación en medio de las onomatopeyas, el cambio de estilo de un tomo a otro, como el que se acusa en el tomo final, donde, después de haber leído el significado de cada carta del Tarot en una pequeña leyenda anexa, estas figuran como un recuadro anexo a cada carta; las tipografías empleadas, en especial la que se ha usado cuando habla un personaje en cuestión y que parece sacada de Internet… Desgraciadamente, son detalles que las personas que hayan leído los tomos de la colección yaoi de esta editorial, ya conocen de sobra.
Tratándose, encima, de una edición hecha a partir de la publicación americana de Tokyo Pop, es lamentable que no hayan cuidado un poco más estos aspectos, porque son, en definitiva, los que diferencian un buen trabajo de una chapuza.
Lo peor: El precio de los tomos es abusivo, puesto que ni la edición ni la impresión (papel del que tiende a amarillear) justifican los casi nueve euros que cuesta cada uno.
Ficha técnica:
Título: Tarot Café
Título origininal: Tarot Cafe
Guión: Park Sang Sun
Dibujo: Park Sang Sun
Editorial coreana: Sigongsa
Editorial española: La Cúpula
Formato: Rústica, 180 páginas B/N
Precio: 8,95 €
Nº de tomos en coreano: 7
Nº de tomos en español: 7
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