Lina y compañía naufragan en una misteriosa isla por culpa de la imprudencia de la pelirroja hechicera, quien destruye el barco que los transportaba. Aquellas tierras están habitadas por unos aldeanos que parecen no haber conocido jamás la violencia, ya que siempre esbozan una sonrisa en sus caras. De repente, una pirata arremete contra la paz que abraza el pueblo, obligando a los protagonistas a tomar cartas en el asunto. Pronto se darán cuenta de que aquella pirata no es tan mala como parece y que algo extraño ocurre en aquel lugar. Cada día, los aldeanos pierden la memoria y no recuerdan nada de lo acaecido 24 horas atrás. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Podrán Lina y compañía desvelar el misterio y escapar de aquel lugar?
Lo primero que llama la atención en Slayers: El Reloj de Arena de Falshes son las páginas a todo color que presentan el prólogo de la obra. Tras este agradable manjar impreso sobre papel de calidad, uno descubre un universo un tanto atípico en la franquicia, dónde los traseros y pechos femeninos se exageran y realzan para alegrar la vista del lector. Aunque en un primer momento este hecho pueda echar para atrás dando a pensar que se está ante una obra volcada en el fanservice, lo cierto es que la realidad es bien distinta. La cantidad de ecchi es moderada y no puebla ni satura toda la obra, el lector se verá ante algunos ángulos de visión y posturas forzados para mostrar alguna que otra braguita o alguna que otra jugosa pechuga, sí, pero se ofrece como parte del atractivo espectáculo y del humor que acompañan a un shounen de fantasía medieval donde la historia y la acción tienen mucho más peso.
Asahi, dibujante de historias ecchi y hentai, es la persona responsable de este festín de erotismo, pero también de un acabado bastante resultón en los personajes cuando estos ya se comportan de manera moderada. Junto a la compañía de Rui Araizumi y Hajime Kanzaka, que ya son tradición en la franquicia, muestran un seinen que todo buen hijo de vecino podrá disfrutar. Pese a estar catalogado como tal, la obra reúne todos los componentes del shounen: el estilismo y detalle gráfico de los personajes, junto con las líneas cinéticas de los momentos de más acción, contrarrestan a la escasez de fondos que la obra presenta. Además goza de un buen ritmo que ayuda a disfrutar tranquilamente de la obra, aunque si es cierto que es una lástima que la historia original ocupe un único tomo, ya que con dos volúmenes se podría haber profundizado en la historia.
El cocktail lo completan los momentos de humor bastante ligeros, aunque los mejores son los que acompañan y denotan la personalidad de cada personaje. Eso sí, algunas de estas bromas requieren un conocimiento previo de otros títulos de la franquicia, pero al ser muy puntuales no perjudican negativamente a la obra.
Made in Ivrea
La edición que Ivrea presenta tiene sus alicientes y sus pequeños detalles negativos, aunque en general es una obra que todo fan de la franquicia y de la fantasía épica han de tener en sus estanterías, aunque los segundos deberían probar primero con historias anteriores, de más de un tomo, para familiarizarse con el universo Slayers.
El volumen presenta material de buena calidad, en especial las páginas reservadas a las impresiones a todo color. Las páginas en blanco y negro tienen un tacto suave, además de presentar unas características generales buenas. Respecto a la traducción, hay pequeños detalles que incomodarán a los más fans o quienes deseen un calco del texto de la obra. Aunque no pierde su sentido original, por lo que la obra es perfectamente entendible y disfrutable, si es cierto que en ocasiones se abrevia demasiado en los bocadillos, como es el caso de la primera página a color, el prólogo, perdiendo en esta ocasión la esencia del mensaje poético que se pretendía transmitir. El corte de las páginas no es del todo preciso, en 3 ocasiones se llega a cortar texto: 2 de ellas simples nimiedades y otra bastante importante, ya que se pierden por completo las dos primeras palabras del bocadillo en cuestión. No obstante, este último punto es mejor dejarlo medio en el aire a falta de confirmación de los lectores, ya que puede deberse a un caso individual y no generalizado.
Los dos últimos detalles a mencionar en la edición de Ivrea son positivos. Un par de historias extra, 2koma y 4koma, sumada a la habitual sección de aclaraciones que explican y dan sentido a los conjuros presentes a lo largo este tomo.
Sí o sí
Generalmente, Ivrea ha hecho un buen trabajo con esta obra. Pese a los esporádicos detalles negativos tampoco hay que hacer de un grano de arena una montaña, es una edición buena tanto en calidad de materiales como la propia historia en sí sumada al carisma de los personajes del universo Slayers. Un toque picante que acompaña en el viaje pero que se queda donde debe estar, en un segundo plano, dejando el papel protagonista al ritmo de la obra.
Lo mejor: calidad de materiales. Las páginas a color siempre son detalles muy agradecidos por el lector. Aunque la historia da para varios tomos, está muy bien ilustrada y narrada de principio a fin. Que el ecchi/fanservice no haya tomado las riendas, siendo simplemente un aderezo más. El estilismo mostrado por Asahi es bastante atractivo. Se incluyen las historias extra del tomo original.
Lo peor: la historia, aunque bastante buena, podría haber dado más de sí con un tomo más. Una buena traducción, pero en algún punto que otro se hace vaga. Gags puntuales sólo podrán ser apreciados por los veteranos en la franquicia.
Ficha Técnica:
Título: Slayers – El Reloj de Arena de Falshes
Título original: 新スレイヤーズ ファルシェスの砂時計
Guión: Hajime Kanzaka
Diseño de Personajes: Rui Araizumi
Dibujo: Asahi
Editorial japonesa: Kadokawa Shoten
Editorial española: Ivrea
Formato: Rústica con sobrecubierta, B/N + color
Precio: 8€
Nº de tomos: 1 (Tomo único)
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