El próximo 12 de abril llegará a nuestras carteleras una de las películas de animación más esperadas de los últimos meses: Quiero comerme tu páncreas. La película llega de la mano de Selecta Visión y adapta la novela de gran éxito de Yoru Sumino. También cuenta con una adaptación al manga que ha sido editada en nuestro país por ECC Ediciones. De esta manera, Quiero comerme tu páncreas se suma a la lista de producciones de anime que se han estrenado en nuestro país en los últimos tiempos como Your Name, Fireworks, A Silent Voice, Maquia, las nuevas películas de Dragon Ball o Mirai, mi hermana pequeña.
“Yo” es un estudiante de secundaria que no siente ningún interés por los demás y se pasa todo el tiempo solo leyendo libros. Un día, en una sala de espera de un hospital se encuentra un libro titulado “Vivir con la muerte”, que resulta ser el diario secreto de Sakura Yamauchi, una chica popular de su clase. En él, relata que le han diagnosticado una enfermedad pancreática terminal y que ha decidido no contárselo a nadie y exprimir al máximo el tiempo que le queda de vida. A pesar de su desdén inicial, la actitud de la chica hace que el corazón de “Yo” se vaya ablandando poco a poco. Estos son los recuerdos primaverales de una chica que convive con una enfermedad terminal, un chico que le guarda el secreto y una relación que todavía no tiene nombre.
La alegría de morir
Cómo encarar el tiempo restante de vida es una de las grandes preguntas a las que ha tenido que enfrentarse cualquier persona que por desgracia ha padecido una enfermedad terminal, algo que hemos visto más de una vez en una película. La situación es más dramática si cabe cuando la víctima es una joven estudiante de apenas 17 años, con toda una vida por delante. En este caso Sakura, nuestra protagonista, da un golpe sobre la mesa mostrando una de las personalidades más vitales, alegres, divertidas y paradójicamente más llenas de vida que he visto en una película de animación. Todo este torrente se le presenta de golpe a un joven que, sin tener ningún problema de salud, es todo lo contrario a Sakura, él es tímido, callado, no tiene amigos y su único refugio son los libros. Aquí se vuelve a dar otra paradoja, él es una especie de “muerto” en vida.
Pero como bien dice el antetítulo de la película “la verdadera amistad florece cuando los opuestos se atraen” y este encuentro que parece predestinado va a llenar de vida a ambos protagonistas. Durante la mayor parte de la película asistimos a un proceso recíproco de aprendizaje y mutuo entendimiento. Algo bastante curioso es que la relación de los personajes, y es algo que menciona la propia Sakura, es que no se trata de amor o amistad, sino de algo bastante más profundo, y es francamente meritorio cómo la película logra plasmar este hecho. Es algo que va más allá de la amistad o la tensión sexual no resuelta. Los diálogos entre ellos desbordan naturalidad.
Como espectador, es complicado enfrentarse ya desde el inicio de la cinta a una escena que muestra el funeral de Sakura. Por tanto casi toda la película es un flashback que el protagonista estructura mediante su voz en off. Afortunadamente esto no resta ni un ápice de interés a la historia, sino totalmente lo contrario: todos queremos saber qué clase de historia han vivido los protagonistas, que aventuras corrieron, que han descubierto el uno del otro, si llegaron a enamorarse, que es lo que han aprendido, si han reido, si han llorado…, y vaya que si nos lo cuentan. El resultado es un viaje emocional muy intenso en el que reimos y lloramos a partes iguales con los protagonistas. La película logra meterte de lleno en las emociones de ambos.
A pesar de lo comentado al principio respecto a la actitud vital de Sakura, ella no deja de ser un ser humano, y como tal también se muestra su miedo al desenlace inevitable y el temor de hacer sufrir a quienes le importan. Este toque de realidad le otorga gran veracidad al personaje. Por otra parte el protagonista (del cual no se dice el nombre por una razón muy concreta y no desvelada hasta el final) poco a poco va dejando su terquedad a un lado, y comenzará poco a poco a abrirse a ella, y porqué no decirlo, también al mundo. A pesar de su bordería y terquedad inicial, vamos descubriendo a una persona con un gran mundo interior y que inevitablemente se deja arrastrar por el huracán de alegría que es Sakura. Ella va a exprimir su vida hasta el último minuto y nadie va a impedírselo. Y no solo eso, va a encargarse de que él vea la vida con otros ojos.
Es importante también hablar de los personajes secundarios, como la mejor amiga de Sakura, las madres de los protagonistas, el ex de Sakura o incluso un simpático compañero de clase del protagonista que siempre le ofrece chicle con una sonrisa. Aunque sus intervenciones son breves estas tienen bastante impacto en la cruzada que vive la pareja, y protagonizan junto a los protagonistas algunas de las escenas más memorables de la película.
Apartado técnico
A nivel técnico la película tiene una factura apabullante. Studio VOLN produce esta cinta animada con Shinichirō Ushijima en la dirección y composición del guion, mientras que Yūichi Oka está al frente de la dirección de la animación y del diseño de personajes. Por su parte, Hiroko Sebu es el encargado de la composición musical y Shoji Hata de la dirección de sonido.
A nivel visual la película es una explosión de luz y color. Las escenas de los cerezos en flor son una preciosidad. Estas contrastan con los momentos más tristes y oscuros en los que los tonos grises y azul oscuro toman más fuerza. Esto se nota sobretodo en algunos interiores o en un par de escenas de lluvia.
Otro apartado absolutamente sobresaliente es la banda sonora. Hiroko Sebu ha compuesto una banda sonora a la altura de la película aportando unas melodías preciosas, de corte clásico, orquestal y melancólico, aunque también hay temas que evocan alegría y ganas de vivir. Gracias a esta banda sonora la intensidad de las sensaciones se multiplican y nos hacen entrar aún más de lleno en los sentimientos de los personajes.
Conclusión
Quiero comerme tu páncreas es una de esas películas necesarias, que hacen aun más grande al cine de animación y que deja muchísima huella. Es una verdadera suerte poder disfrutar de esta maravilla en pantalla grande. Por cierto, ¡ojo que hay escena post créditos!
Lo mejor
- Una inolvidable historia
- Apartado técnico cuidadisimo
- Banda Sonora
Lo peor
- La espera a que llegue la edición física
- No saber un poquito más de los personajes secundarios
Quiero comerme tu páncreas
Estudio: Studio VOLN y ABC Animation
Año: 2018
Tipo: Película animación
Duración: 108 min
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