Este verano los aficionados a shojos de corte musical están de enhorabuena ante el lanzamiento de Pequeñas mentiras piadosas (también conocido como KanoUso) de Kotomi Aoki. Una edición de Ivrea que sumerge al lector en el controvertido mundo del showbusiness de forma irónica y advierte de las consecuencias de mentiras aparentemente insignificantes, pero sin perder la frescura de un buen shojo.
¿Está justificado superar traumas mediante engaños?
Aki siente que su vida carece de plenitud: a pesar de ser el compositor de las canciones de uno de los grupos musicales más exitosos llamado Crude Play, su novia Mari, una guapa idol, le engaña con el productor prepotente de ambos. Para desconectar del mundo hostil del espectáculo decide pedir de forma espontánea a Riko, una jovencita con quien se cruza en la calle, a ser su novia, mintiéndole sobre su identidad. Sin embargo, no le será tan fácil escapar de esta industria tan poderosa…
El vacío del mundo de los idols
La historia se cuenta desde el punto de vista de Aki, compositor y bajista del boyband Crude Play (¿a alguien más le recuerda este nombre a otro famoso grupo?), liderado por Shun, su mejor amigo de la infancia. Ya desde la primera página nos expresa su amargura y la mayor parte del primer tomo se centra en su vacío espiritual y desamor causado por Mari. Su novia hasta que se acuesta con el productor para aumentar su fama. Por otro lado, se presenta a la bohemia Riko, hija de un verdurero y fan de Crude Play, y a sus amigos del instituto. La historia comienza a tomar ritmo en las páginas finales del primer tomo y principio del segundo volumen, con lo cual hay que darle un poco de tiempo.
Una de las cosas que llama la atención es la forma en la que la autora nos presenta el sector de la música comercial, con cantantes que obtienen una oportunidad gracias a favores sexuales -no aparece ninguna escena subida de tono -, músicos que que no saben tocar los instrumentos y adolescentes de cuyos sueños se aprovechan los managers avariciosos. Desde luego, no es sólo reflejo de la industria japonesa, podría aplicarse a cualquier lugar del planeta.
Aun así, la ingenua pero adorable Riko y sus dos amigos llevan frescor al argumento gracias a su amor a la música pese a su dominio no tan profesional de los instrumentos. Además, se forma un triángulo amoroso desde el principio entre Aki, Riko y Yu, el compañero que lleva enamorado de la muchacha desde hace tiempo pero le da corte confesarlo. Aquí Aoki hace un giño a la naturaleza poco comprensible de las mujeres, pues en vez de aceptar al amigo majete de toda la vida prefiere escoger al atractivo desconocido.
Por cierto, la obra tendrá adaptación a la gran pantalla en formato live-action, aunque no se sabe el nombre de los actores.
El estilo de Aoki
La artista vuelve a deleitar a sus seguidores con sus trazos peculiares de ilustrar a seres humanos, con rasgos redondeados, ojos enormes, frentes anchas y labios carnosos sobre todo en caso de personajes femeninos. Quizá al dibujar el perfil de algunas personas junta demasiado los ojos y la parte inferior de la nariz – parece como si estuviesen alineados – y poner una boca muy ancha. En todo caso, es destacable poseer un estilo propio y la mangaka domina correctamente los movimientos de los personajes, en ningún caso pecan de rigidez.
Es imposible encontrar fallos en el diseño de los fondos y objetos: el panorama de Tokio con los rascacielos, la tienda de discos, los instrumentos musicales… simplemente espectaculares. También dibuja con gran ternura a las mascotas, sobre todo al gatito relleno al que es imposible no adorar.
Por último, llama la atención la presencia de publicidad de marcas de todo tipo (tabaco, electrónica, chocolate, ropa deportiva) por lo cual se intuye que habrá desembolsado dinero y los títulos ingeniosos de las canciones del disco de Crude Play (es difícil imaginar cómo sonaría una canción titulada «¿Sabes cómo huelen los vestuarios de un gimnasio?»).
Kotomi Aoki, apuesta de Ivrea
La mangaka nació en enero de 1980 en Matsuyama, prefectura de Ehime. Hizo su debut en 1998 a la edad de solo 18 años con 99 Lágrimas y en 2008 recibió el Premio Shogakukan por Secretos del corazón. Otra de sus obras famosas es Lazos prohibidos, adaptada al cine al igual que Secretos del Corazón. Ambos shojos también han sido publicadas íntegramente por Ivrea y han recibido el cariño del público español. Actualmente se encuentra publicando Pequeñas mentiras piadosas en la revista Cheese, serie que lleva publicadas hasta ahora 9 tomos en Japón.
Editorial Ivrea nos trae esta obra con el formato shojo al que nos tiene acostumbrados: papel blanco de muy buena calidad, dimensiones de 11,5 x 17 cm, tapa blanda con sobrecubierta y se maneja con gran flexibilidad. Cada capítulo comienza con el título kilométrico de una hipotética canción que siempre tiene de tema central una mariposa y se incluyen comentarios y bocetos de la autora.
Conclusión
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En definitiva, nos encontramos ante una obra imprescindible para los fans de mangas o doramas musicales y de la autora. Al carecer de escenas injustificadas de fanservice (salvo una viñeta más propia de un yaoi en el primer tomo), es recomendable también para el público masculino.
Lo mejor: representación irónica del mundo de los idols, fondos muy detallados y cuidados, los culebrones enganchan a los lectores.
Lo peor: lentitud en el arranque de la historia, similatud entre los personajes masculinos, narración confusa al principio por no ser lineal.
Ficha técnica
Título: Pequeñas mentiras piadosas
Título original: Kanojo wa uso wo Aishisugiteru
Guión: Kotomi Aoki
Dibujo: Kotomi Aoki Editorial: Ivrea
Formato: 11,5 x 17 cm, blanco y negro, tapa blanda con sobrecubierta
Nº de tomos en Japón: 9 (serie abierta)
Nº de tomos en España: 2 (hasta la fecha de la reseña)
Precio: 8 €/tomo
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