El buen trabajo de Casterman en Francia con otras obras de Jiro Taniguchi, y la habitual relación de colaboración que mantienen desde hace muchos años, alentó el «experimento», y La Montaña Mágica vio finalmente la luz en septiembre del 2007 en un formato cartoné de tapa dura, con 72 páginas a todo color, y un tamaño mucho mayor de lo habitual en el género del manga.
El cuento del niño y la salamandra parlanchina
La Montaña Mágica se nos presenta como un sencillo cuento de fantasía infantil. El protagonista, Kenichi, nos narra una historia de su infancia, ambientada en 1967 en un pueblo de la provincia japonesa de Totori. El pueblo está situado a la ladera de una montaña coronada por una antiguo castillo, ya derruido, que sirve de zona de juegos para los niños.
En esa época, Kenichi tiene unos 11 años, y su madre acaba de ser hospitalizada por una rara y grave enfermedad. Como su padre murió, siendo muy joven, él y su hermana pequeña se quedan al cuidado de sus abuelos mientras dura la hospitalización de su madre.
La complicada situación de su madre se va agravando a medida que avanzan los días, hecho que afecta seriamente al chico. en medio de esto, un día de lluvia, agobiado por todo lo que estaba ocurriendo y ante la posibilidad de quedarse huérfanos, escapa de casa corriendo y se refugia en el museo de ciencias naturales del pueblo, atraído por una extraña sensación.
Es en ese momento, mientras anda entre vitrinas y antigüedades, escucha en su cabeza una extraña voz que le llama. Tras la sorpresa inicial descubre que la voz proviene de una salamandra que anda encerrada en un terrario del museo, la cuál se revela como un dios protector de la montaña donde está situado el pueblo.
Esta salamandra mágica se encuentra encerrada, y pide ayuda a Kenichi para regresar a su hogar, ofreciendole a cambio lo que él más desee.
Predecible a más no poder
Como podéis imaginar, con este argumento, la historia continúa con la pequeña aventura del chico intentando devolver a su lugar de origen a la salamandra mágica, todo por conseguir la pronta recuperación de su madre. Nada sorprendente, ¿verdad?
Pues esto es, a grandes rasgos la historia de La Montaña Mágica. Unas 72 páginas con nulos giros argumentales y una historia, bonita y sencilla, pero a todas luces típica, y muy predecible de principio a fin.
De hecho la aventura en sí del rescate y el transporte de la salamandra se resuelve en poco más de 15 páginas, reduciendo casi al mínimo el ingrediente de aventura y acción que podría tener la historia.
Por último podemos ver muchos detalles del Taniguchi que todos conocemos, que parecen piezas recogidas de aquí y de allá, para formar todas juntas el argumento de La Montaña Mágica, como el amor por los animales y la naturaleza (Setón, La Cumbre de los Dioses), o la nostalgia por la infancia pasada (El Almanaque de mi Padre, Barrio Lejano), narrando la acción en primera persona como algo ocurrido tiempo atrás.
Lo que si podemos destacar por encima de todo es la habilidad del autor japonés en el plano artístico, sobre todo por el tema del color. El habitual estilo, algo occidentalizado de Taniguchi, plagado de tonos pastel en La Montaña Mágica es una delicia para la vista.
Sin lugar, en una época en el que el coloreado por ordenador con degradados y distintos efectos ópticos se ha impuesto casi como una norma a seguir, observar las páginas de este manga nos recuerda que hay otras maneras mucho más artísticas y agradables para el ojo de «colorear» unas viñetas.
Los experimentos en casa y con gaseosa por favor
No obstante, tras la lectura de La Montaña Mágica, no podemos más que quedarnos con una sensación de que Jiro Taniguchi es capaz de mucho más, siendo esta obra, con mucho, posiblemente su título más flojo editado en nuestro país. Como ya hemos dicho el argumento es predecible, sin giros argumentales que nos atrapen, y con un desenlace tan rápido que apenas nos da para pensar si este cuento va con moraleja, un ingrediente que se nos hace primordial a la hora de «contar un cuento».
Es loable la intención de Jiro Taniguchi de acercarse al mercado europeo editando esta obra menor, publicada en una revista japonesa, en formato álbum europeo. Pero quizás hubiese sido mejor que hubiera trabajado de cero en una obra dirigida y pensada en un primer momento para este fin, y no escogiendo una historia casi intrascendente para el mercado japonés, que ni siquiera se ha recopilado en tomo, por algo será.
Jiro Taniguchi
¿Qué decir de Jiro Taniguchi? Para los que no lo conozcáis es uno de los autores más prolíficos de la actualidad, y del que hemos podido disfrutar gracias a Dios (y a Ponent Mon) muchas de sus mejores obras en nuestro país.
Su carrera comienza en 1970 con Kareta Heya, publicada en la revista Young Comic, contando con unas 40 obras publicadas en estos casi 40 años de profesión. Es decir, que Taniguchi va casi a obra por año, algo poco común en el mercado japonés.
Dicho esto, también hay que definir a Taniguchi como un mangaka de obras de autor, con historias con cierta dosis biográfica, y donde todas parecen tener impregnadas retazos de sus experiencias o inquietudes, alejándose totalmente de la sensación de franquicia o producto que impera actualmente en el mercado japonés.
Todos estos detalles le acercan un poco más al estilo de artista europeo, a parte de poseer también un dibujo y un estilo narrativo que se asemeja en parte al que se practica en Europa. Quizás por esto Jiro Taniguchi es un autor muy querido y consagrado en Europa, que triunfa por encima de las modas y los mangas cool del momento, con un estilo muy marcado que se aleja de todo lo que habitualmente nos llega del país nipón.
Entre sus obras más conocidas, hemos tenido el placer de disfrutar en España de El Almanaque de Mi Padre (re-editada recientemente de forma horrible por Planeta DeAgostini), Crónicas del Viento (editada por Ivrea), La Época de Botchan, Seton, Tierra de Sueños, K (editada por OtakuLand), La Cumbre de los Dioses, El Rastreador… todas ellas con una buena aceptación por parte del lector español.
Es por ello que Ponent Mon sigue apostando por este autor, y por ejemplo, recientemente se ha mostrado muy interesada en editar Zoo in Winter, su última obra editada en Japón. Aunque creo que casi todos sus fans, la que esperamos con muchas ganas es Ícaro, la obra que nació de la colaboración de Taniguchi con el conocido guionista francés Jean Giraud, alias «Moebius».
La Edición
Sin lugar a dudas, lo mejor de La Montaña Mágica es el trabajo de edición de la obra de Ponent Mon. La decisión de editarlo en un formato algo más pequeño que el original francés (que era del tamaño standard del álbum europeo) no juega para nada en su contra, y la obra sigue disfrutando de un aspecto genial y maravilloso para la vista.
La edición llega en un tamaño similar al de otra obras editadas por la editorial como Barrio Lejano, pero en formato cartoné y a todo color. La impresión de las páginas y el gramaje de las mismas es excepcional, siendo un lujo para la vista de los fans de Taniguchi, horrorizados por como se a tratado al autor en otras editoriales españolas. Se nota el cariño que tienen los responsables de Ponent Mon por la obra de Jiro Taniguchi, cuidando todos los aspectos, hasta el mínimo detalle.
El único detalle negativo es que la calidad se paga, y una edición de estas características eleva el precio final de la obra hasta unos 16 euros, que para muchos aficionados pueden paracer excesivos para las 72 páginas que posee la obra.
En Conclusión
La Montaña Mágica pasa por ser posiblemente la obra más floja argumentalmente hablando de Jiro Taniguchi. Tiene un argumento muy simple, predecible y a grandes rasgos malo. Pero es si, sus páginas son una delicia para la vista, al dibujo de Taniguchi, que de por si ya es muy bueno, el color en esta obra le sienta como un guante, sobre todo por los colores pastel elegidos.
En definitiva, una de cal y una de arena para esta obra, que realmente sólo recomendaría a los fans de Jiro Taniguchi, ya que si alguno de los que lee estas líneas se siente atraído alguna vez por leer algo de este autor, tiene afortunadamente muchos otros títulos por los que poder empezar a disfrutar de su obra.
Lo Mejor: La edición sin lugar a dudas de Ponent Mon, un gran trabajo adaptando y publicando a todo color esta obra de Jiro Taniguchi. En el plano artístico, Taniguchi se luce con el dibujo y el color.
Lo Peor: Argumento predecible, carente de ritmo, giros argumentales y sorpresas que puedan mantenernos atrapados duarnte als escasas 72 páginas que posee, un duro hándicap para los 16€ de precio en tiempos de crisis.
Ficha Técnica:
Título: La Montaña Mágica
Título original: Mahou no Yama
Guión: Jiro Taniguchi
Dibujo: Jiro Taniguchi
Editorial Japonesa: Sueisha
Editorial española: Ponent Mon
Formato: Cartoné tapa dura
Tamaño: 17×24, 72 pág. color
P.V.P: 16€
Nº de tomos en Japón: No está recopilada en Japón
Nº de tomos en España: Tomo Único
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS