Todos tenemos nuestros propios sueños, aquel que diga lo contrario habla de falacias. Pero, ¿y si las falacias extremas se vuelven realidad? La Extraña Historia de la Isla Panorama es muy poco vistosa dentro del catálogo de títulos dedicados a Suehiro Maruo. Sin embargo, es una de las obras más hermosas a nivel artístico del autor por excelencia del ero-guro y que hoy os desvelamos en esta reseña. No invitamos a continuar leyendo a aquellos que solo crean en el manga políticamente correcto.
Esta obra es una adaptación de la novela policíaca homónima de Ranpo Edogawa, reconocido autor gran admirador de Edgar Allan Poe, en la que narraba la realización de una utopía personal publicada en 1926. Se trata de hasta dónde es capaz de llegar un hombre para cumplir su sueño de construir su Edén particular en la tierra.
La narración se sitúa aproximadamente en los años 20 y el protagonista se llama Hirosuke Hitomi, un escritor que desea crear un mundo perfecto en el que vivir lo que le queda de vida. Para ello el lector sabe que un compañero de clase del protagonista ha muerto recientemente, Genzaburô Komoda, quien poseía una gran cantidad de dinero. Aquí comienzan los anhelos, los miedos y los sentimientos de ambición más humanos: ser capaces de hacer lo que sea con tal de lograr nuestros sueños. Así, Hitomi planea profanar la tumba de su antiguo compañero y hacerse pasar por él para poder crear su Edén.
Hitomi no es un hombre astuto y hará lo que sea para que no le descubran. A partir de este argumento y el placer como hilo conductor, Maruo se dejará llevar en la creación de La Isla Panorama, lugar en el que el sexo y los manjares son la cotidianeidad de sus habitantes. Esa será la realidad de Hitomi durante un tiempo.
El argumento no es más que la base para adentrarse en el trazo de Maruo en el que crea auténticos cuadros en viñetas, con cantidad de detallismo y preciosismo. Una obra de misterio y novela negra que merece contemplarse página a página.
Elementos a tener en cuenta
Edogawa Ranpo, el autor de la novela original en la que se basa esta obra era un gran admirador no solo de Edgar Allan Poe, sino también de Chesterton, de ahí que se encuentren muchos símbolos de la obra “El hombre que fue jueves” (1908) en la que se trata el existencialismo y el hombre como enemigo propio. Merece la pena investigar esta novela ya que se encontrarán similitudes con Domingo.
El trazo de Maruo contiene referencias y homenajes a pintores clásicos como El Jardín de las Delicias de El Bosco. Además, se puede hablar de una imitación del estilo gráfico que surgió en el primer periodo Showa (1926-45) con grandes referencias culturales japonesas: poses eróticas de los personajes, la escritura de las tumbas, la ropa, lugares sucios o siniestros. Una avalancha que crea una mayor tensión emocional durante la lectura.
Esta obra no contiene elementos sobrenaturales del tipo fantasmal o visceral (con el uso de gusanos y otros elementos que pueden verse en otras obras del autor) sino que la tensión se vive en el realismo de un subconsciente real dentro de este mundo de fantasía que presenta el juego de los caprichos de un hombre. Así hablaremos del hedonismo en estado puro que se transmite a través del movimiento ero-guro.
Ero-guro y Maruo
El ero-guro es un movimiento del género erótico bastante particular que surge en los años 30 en Japón. El término proviene de las palabras inglesas erotic y grotesque; se trata del uso de escenas sexuales mezcladas con elementos gore como sangre, desfiguración o mutilación.
Este movimiento se da tanto en dibujo como en animación e incluye imágenes de personas reales y muerte, además de violaciones, personas desmembradas y el proceso de cómo se realiza la amputación de miembros. Quizás La extraña historia de la Isla Panorama no sea el ejemplo más extremo, ya que las escenas no dejan de ser brillantemente eróticas, sin sobrepasar la propia obscenidad de las mismas.
Maruo recuerda a los primeros años del siglo XX de este género. Esto le confiere una oscuridad que va como anillo al dedo a sus historias tétricas. Aunque no es el único representante de este movimiento; algunos ejemplos de artistas de este género son Toshio Maeda, Shintaro Kago o Henmaru Machino, entre otros.
Edición
Panorama-tō kidan (パノラマ島綺譚), conocida como La extraña historia de la Isla Panorama es un tomo único que fue publicado por la extinta EDT cuando todavía se llamaba Glénat en el año 2007 en formato tomo C6 (115×170) y después en 2009 con un cambio de portada. De esta última edición cabe destacar la sobrecubierta en la que se ve parte del Edén con un fondo negro y el título de la obra en un brillante dorado.
Es una obra de 280 páginas que sabe envejecer con el paso de los años, aunque no sus páginas ya que se vuelven demasiado amarillas. Con todas las páginas en blanco y negro, la edición muestra los bellos trazos de Maruo gracias a ese formato un poco más grande de lo usual en el manga, pero a medio camino con una novela gráfica, fue todo un acierto este formato.
Un autor autodidacta apasionado del cine de terror
Suehiro Maruo (Nagasaki, 1956) crece en el seno de una familia japonesa pobre y tuvo una adolescencia complicada, pues llegó a entrar en la cárcel por el robo de discos en una tienda musical. A pesar de esto, comenzó a dibujar y presentar sus obras en la Shonen Jump con 18 años.
No acudió a ninguna escuela de dibujo y su obra está influenciada por el cine alemán expresionista de la primera mitad del siglo XX como El gabinete del doctor Caligari de Robert Wiene y el cine de terror. Por ello, sus obras fueron rechazadas y tardaría unos años en publicar en una editorial con obras para adultos.
Su debut fue en 1980 con el título Ribon no Kishi (La princesa Caballero), el mismo título que el clásico del shojo de Osamu Tezuka. Esta bizarra obra se acabaría recopilando en Bara-iro no Kaibutsu (El monstruo de color de rosa) junto a otras historias cortas en 1982. A partir de ahí se consolida la etapa más explícitamente erótica y sexual del autor que optaría por alejarse del manga pornográfico para ganarse la vida. Una obra representativa de esta etapa sería DDT (1983) publicada por Otakuland en España en 2004 con varios relatos cortos.
Otras obras recopilatorias serían Lunatic Lovers (1999) o Gichi-Gichi-Kid editadas por Ediciones Glénat en 2003 y 2005, respectivamente. Un punto destacable fue Midori, la niña de las camelias, obra en la que una joven desamparada acaba cobijándose en una feria de monstruos donde confundirá la realidad y sus sueños más terribles.
Sin embargo, su obra principal y más reconocida es sin duda La sonrisa del Vampiro (ambos volúmenes), pero muy especial es La extraña historia de la Isla Panorama o La Oruga.
Conclusiones
Una obra de juegos macabros que ocultan el miedo, la soledad y la cruel realidad. La extraña historia de la Isla Panorama puede ser un buen comienzo para adentrarse en el mundo del ero-guro y descubrir este género no apto para todas las edades ni para todos los estómagos porque todo es posible en esta historia.
Lo mejor:
- Esta no es de las obras más viscerales y escatológicas de Maruo. Preciosismo en estado puro y un final redondo.
- El simbolismo que se desprende y uso de obras cercanas para el público occidental como pueda ser Edgar Allan Poe.
Lo peor:
- Decepción ante la espera de más violencia y pasión en una obra de las más “light” de este artista.
- Las obras de Maruo no sirven para adentrarse en el mundo del manga a edad muy temprana. Son obras caracterizadas para un público más adulto y en ocasiones conocedor de la cultura japonesa.
La Extraña Historia de la Isla Panorama |
Aceptable |
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