Maron Kusakabe es, en apariencia, una estudiante de dieciséis años normal y corriente que compagina las clases en el instituto con el club de gimnasia rítmica, pero, en realidad, es la reencarnación de Juana de Arco, lo que la lleva a desarrollar un alter ego nocturno, la ladrona Jeanne. Con la ayuda de Finn Fisshu, una aprendiz de ángel, Maron se transforma para desempeñar su misión divina: erradicar el mal esparcido por el rey de los demonios, quien lo ha encerrado en bellas obras de arte que corrompen el corazón de aquellos humanos que osan contemplarlos.
Así pues, Maron tendrá que enfrentarse al doble reto de sobrellevar su vida diaria con los obstáculos que supone servir a la voluntad de los dioses. Las cosas se complican cuando conoce a Chiaki Nagoya, el chico del que se prenda a primera vista y que, además de ser compañero de clase y vecino, también oculta un par de secretos inconfesables… Para colmo, su rival, el Ladrón Simbad, y su mejor amiga, Miyako, que a su vez sueña con emular a su padre (detective de policía) y dar captura a Jeanne, no se lo pondrán nada fácil.
La publicación en 2002 de Kamikaze Kaito Jeanne por parte de Planeta DeAgostini supuso un revulsivo en España, puesto que fue de los primeros shojos que llegaron al mercado. Al formar parte de esa generación de primeras obras, provocó un fuerte impacto al definir, a grandes rasgos, los aspectos fundamentales del manga para chicas, en una época en la que el género no había alcanzado, ni por asomo, los niveles de consumo actuales. Podría decirse que Arina Tanemura, junto con Wataru Yoshizumi, asentó las bases que hoy en día los lectores de shojo tienen más que asimiladas. Por aquel entonces, sus viñetas cargadas de tramas decorativas y sus personajes estilizados de grandísimos y vivaces ojos causaban furor ante la novedad que suponía en las estanterías de las tiendas especializadas.
A día de hoy, gracias a esta edición de lujo, se puede apreciar con mayores matices sus cualidades artísticas. Su dibujo se muestra ahora más definido y contrastado, aunque provoca una cierta nostalgia. Los cánones estéticos han ido cambiando, debido, sobre todo, a lo extenso del catálogo de shojo disponible en estos momentos en España, por lo que Kamikaze Kaito Jeanne puede resultar, a criterio de nuevos lectores, una obra con cierto aire retro que, sin embargo, no ha perdido su frescura original. Además, el que se hayan añadido portadillas a color permite un mayor acercamiento a sus dotes como ilustradora. Lo cierto es que esta mangaka tiene tantos seguidores como detractores debido a este punto que ahora se cita, pero ha forjado a base de trabajo duro un sello de identidad, mérito que no todas las autoras del mundillo consiguen.
Un nombre ya más que consagrado
Arina Tanemura nació el 12 de marzo de 1978 en Ichinomiya, prefectura de Aichi. Comenzó su carrera profesional tras ganar el concurso convocado en 1996 por la prestigiosa revista Ribon, con su obra corta Niban-me no Koi Katachi. Desde entonces ha seguido ligada a Ribon, donde ha publicado la práctica totalidad de sus obras, con las que ha alcanzado altos niveles de popularidad tanto en Japón como en el extranjero. En España se han publicado I.O.N, Time Stranger Kyoko y Kanshakudama no Yuutsu (¡Qué difícil es ser una chica!) por parte de Planeta DeAgostini, además de Full Moon wo Sagashite (Fullmoon, en busca de la luna llena) y Shinshi Doumei Cross (The Gentlemen Alliance), ambas por Ed. Glénat. El artbook de esta última también salió a la venta por parte de esa misma editorial.
Además, tanto Kamikaze Kaito Jeanne como Full Moon wo Sagashite contaron con una adaptación al anime que gozó de bastante éxito. A su vez, Time Stranger Kyoko también dio el salto a la animación en forma de OVA.
Merecido homenaje en la época dorada de las kanzenban
En la actualidad, la mayoría de las editoriales fuertes en lo que a manga se refiere están lanzando sus obras emblemáticas en edición de lujo. No es de extrañar, pues, que las dos series shojo elegidas para dar el salto a kanzenban hayan sido, precisamente, las dos punteras en España: Marmalade boy, de Wataru Yoshizumi, y Kamikaze Kaito Jeanne. Sin ellas, el mercado del shojo no sería el que conocemos.
La anterior edición de Kamikaze estaba compuesta de trece tomos de 96 páginas, en un formato bastante diferente al tomo clásico (mucho más fino y de dimensiones ligeramente mayores). Al tratarse de un manga no inédito, ¿qué alicientes ofrece la edición kanzenban para que aquellas personas que ya tienen la anterior versión se decidan a adquirir esta nueva? Para empezar, la calidad del material es notoriamente mejor, en especial la cubierta y el papel satinado. Las ilustraciones de portada, así como su diseño y rotulación en dorado bajo relieve son simplemente preciosas, pero lo mejor sin duda son las abundantes páginas interiores a color. Si bien la traducción es la misma que la de antaño (no se ha vuelto a traducir, como en el caso de la kanzenban de Rurouni Kenshin, de Ed.Glénat), el trabajo de por sí ya era bueno, así que no hay pegas al respecto. Además, su precio es razonable y sólo son seis tomos.
En cuanto a las personas que no conocen Kamikaze Kaito Jeanne y están dudando si comprar esta edición o no, han de saber lo que van a encontrarse: una historia buena, aunque no excelente (Arina Tanemura no se distingue por desarrollar guiones extremadamente complejos) pensada para hacer las delicias de las chicas jóvenes, con mucha protagonista carismática, toques de humor, aventura y, sobre todo, amor; todo ello narrado mediante un dibujo muy bonito a la vista, quizás algo recargado de adornos y filigranas, pero cuyos personajes destilan vitalidad y simpatía. El mejor consejo que se les puede dar a estos lectores potenciales, es que abran un tomo kanzenban de Kamikaze y le echen un vistazo. Por lo general, amar o detestar el arte de Tanemura es cuestión de segundos y las primeras impresiones no suelen fallar.
Una obra clásica imprescindible en las estanterías de los amantes del shojo, pero que posiblemente no hará demasiada gracia a los lectores habituales de otros géneros.
Lo mejor: La edición en sí, a destacar una curiosidad: si se retira la sobrecubierta de cartón del tomo, se puede comprobar que la ilustración de portada es el boceto de la ilustración de dicha sobrecubierta.
Lo peor: suena contraproducente, pero se podría haber dedicado el esfuerzo y los medios empleados en esta publicación en traer una serie inédita de la misma autora.
Ficha técnica:
Título: Kamikaze Kaitou Jeanne Ultimate edition
Título original: Kamikaze Kaitou Jeanne – Perfect edition
Guión: Arina Tanemura
Dibujo: Arina Tanemura
Editorial japonesa: Shueisha
Editorial española: Planeta
Formato: kazenban, sobrecubierta a color, 232 páginas (b/n y color)
Precio: 9,95 €
Nº de tomos en japonés: 6
Nº de tomos en español: 6
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