A mediados del año 2015, Ivrea anunciaba la licencia de uno de los shôjo que habían sido más demandados en nuestro país durante años. Como es bien sabido, hasta entonces Ivrea era (y es) la que más obras del género shôjo publicaba y daba esperanzas a los lectores de ver publicadas aquellas series que más esperaban, aunque por su temática fueran bastante arriesgadas. Poco a poco se pudo ir viendo una mejoría del mercado y es gracias en parte a este resurgir del shôjo que pudimos tener nuestro sueño cumplido: Ivrea licenciaba Kaicho wa maid-sama!.
Esta serie, podríamos arriesgarnos a decir, que marcó un antes y un después en nuestras tierras. Ivrea, la editorial que más shôjo nos hacía llegar a este país incluso cuando el género estaba más de capa caída, siguió ampliando su catálogo trayendo obras de otras editoriales niponas más especializadas en esta temática. Así pues, la editorial inició con Kaicho wa maid-sama! su trato con Hakusensha, abriendo las puertas a traer títulos del género más potentes y variados. Además, se arriesgó a traer otro shôjo largo, pues consta de 18 tomos tankoubon, algo que conllevaba un riesgo mayor en el mercado español. Pero esta era muy demandada y al final se hizo realidad. Sin embargo, la serie no tuvo el éxito que se esperaba en España. Vende bien, según declaraciones de la editorial, pero no fue superventas en ningún momento. ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Por qué todos aquellos que la pedían en las redes sociales quizás no se manifestaron tanto en ventas? En la presente reseña, trataremos de analizar paso por paso cuáles son los puntos más y menos fuertes de esta serie que parece estar pasando algo desapercibida.
Kaicho wa maid-sama! es una serie manga shôjo de 18 tomos tankoubon escrita e ilustrada por Hiro Fujiwara. Se publicó en Japón entre finales del año 2005 y mediados de 2013 en la revista mensual LaLa de Hakusensha. A lo largo del año 2010, tuvo su propia serie de animación de 26 episodios más un OVA, dirigido por Hiroaki Sakurai para el estudio J.C Staff. En España, Ivrea ya ha publicado los 18 tomos de la serie, habiendo publicado el decimoctavo y último tomo hace escasas semanas.
La presidenta es una sirvienta
Hasta hace poco, el instituto Seika era solo un lugar de estudio para chicos. Estos aún se muestran un poco reacios a las chicas y más aún cuando se trata de Misaki, la presidenta del consejo estudiantil. Misaki, la heroína de esta historia, mantiene a los chicos a raya con las chicas, ya que ellas son aún una gran minoría. De esta forma, la autora nos presenta a una heroína con mucho carácter e imponente, algo esencial para atraer a los lectores de este género. Sin embargo, la fachada imponente de Misaki no parece hacer mucho efecto en Usui, que más bien se siente atraído por ella. Usui es el típico chico guapo, bueno en todo y popular que parece no poder faltar en ninguna comedia romántica de instituto. Misaki comienza a establecer una relación con él donde su mayor secreto los mantendrá muy unidos. Y es que si los estudiantes y profesores del Seika descubren que nuestra heroína trabaja a tiempo parcial en una café de maids, su reputación podría verse por los suelos en un abrir y cerrar de ojos.
De esta forma paulatinamente asistimos a un romance típico de instituto. La historia no es para nada rompedora, pero funciona. Los personajes están bien construidos, sobre todo, la protagonista, una mujer fuerte y con personalidad, que da un pequeño grito feminista a la historia. Y sí, se podría pensar que, siendo una maid, se escapa todo su potencial en este sentido, pero no es así. Misaki tiene un razón de peso para este trabajo y aunque es verdad que a lo mejor podría encontrar otra cosa, este contrasta tanto con su personalidad que nos lleva a situaciones muy divertidas.
El problema de esta serie quizás es eso en sí mismo, que se regodea tanto en situaciones cómicas que a veces parece no avanzar nada la relación entre los protagonistas. Estas situaciones son un poco tediosas y podría hacerla perder un poco de fuelle, pues no engancha sobrehumanamente como otras series del género que quizás se enfocan más en el drama. Kaicho wa maid-sama! es más comedia que salseo. Aunque también hay de esto, los lectores shôjo pueden quizás verse algo decepcionados deseando ver avanzar la relación entre los protagonistas más rápido.
Dibujo
Hiro Fujiwara tiene un estilo de dibujo bastante sencillo, no entra en minuciosidades ni en fondos ni en los personajes. Estos presentan unos rostros que se afilan muy en pico en la zona de la barbilla. En el diseño de los personajes femeninos esto es efectista y crea personajes muy agradables al ojo, pero en el caso de los personajes masculinos quizás se vea algo más torpe, sobre todo con el mismo protagonista Usui. La excesiva estilización para hacer al protagonista más atractivo, me resulta algo torpe a veces, sobre todo en las posiciones de tres cuartos.
Como es habitual, la ausencia de fondos resalta las expresiones que si están muy trabajadas al igual que las escenas de movimiento, proporcionando la sensación sin perder nitidez de lo que está ocurriendo.
La autora, Hiro Fujiwara
Hiro Fujiwara es una autora de manga nacida el 23 de diciembre de 1979 en la prefectura de Hyogo (Japón). Inició su carrera como mangaka a finales de los años 90 ganando el premio Best Rookie award en LaLa Mangaka Scout (LMS) por la publicación de Kaeri Michi, Yuki no Netsu, obra que publicó con el pseudónimo de Hiro Izumi en 2005 en la LaLa Dx.
Su segundo trabajo, aunque el primero bajo el nombre de Hiro Fujiwara, fue Akai Yume. Esta obra le llevó a conseguir el premio Fresh Debut Award de la 36th LaLa Manga Grand Prix y se publicó en el número de noviembre de LaLa Dx en 2004, año en que también comenzó a serializar Hanjuku Wolf en LaLa Special.
A principios de 2005, comenzó la serie Kimi no Hidamari en Lala DX y, unos meses después, hizo su debut en LaLa con el one shot Shōnen Scramble. A finales del 2005, lanzó otro one shot que fue publicado en LaLa DX. Este se tituló Un mundo transparente (Toumei na sekai) y posteriormente se editó como capítulo extra en el primer tomo de Kaicho wa maid-sama!, que también conserva la edición española.
Fue en diciembre de 2005 cuando empezó a publicar la que es hasta la fecha su serie más larga y de mayor éxito, Kaicho wa maid-sama! y a la cual dedicamos esta reseña. Aunque había empezado como un one-shot, finalmente su éxito la llevó a tener un total de 18 volúmenes tankoubon y una serie de animación de 26 capítulos y un OVA. Durante los años de publicación, se serializó de forma mensual en la revista LaLa.
Mientras trabajaba en esta obra, la autora realizó algunos otros capítulos autoconclusivos que, además de romance, implican elementos sobrenaturales y de ciencia ficción como es el caso de Kono Mama ja Dame Mitai desu y In the Mirror of Death. Sin embargo, en 2014 hizo otra serie de seis tomos, Yuki wa Jigoku ni Ochiru no ka, una historia que mezcla acción y elementos sobrenaturales con romance. Y en 2016 se anunció que la autora comenzaría a trabajar en un manga crossover entre este último y Kaicho wa maid-sama!, resultando un one shot titulado Yukiochimura ni Oujosama! que se publicó también en LaLa.
Finalmente, otro de sus últimos trabajos en la misma revista fue otro one-shot que realizó en 2017, titulado Hagure Roji, que también mezcla comedia y romance con slice of life y lo sobrenatural.
La edición de Ivrea
La edición de Ivrea para Kaicho wa maid-sama! es igual a otros títulos del género, una edición básica en formato tankoubon de tapa blanda con sobrecubierta. El diseño de portada se respeta del original, aunque en la edición española Ivrea lo hace aún más vistoso, introduciendo el título en romaji con tonos rosas sobre un fondo azul. Ambos son colores que se complementan muy bien y lucen más que el tomo de Hana to Yume Cómics. Además, también se incluyen los extras y comentarios de la autora. El precio de cada volumen es el habitual para este tipo de tomos, 8,00€.
Conclusión
Kaicho wa maid-sama! es una historia aceptable, entretenida, se deja seguir, pero no engancha de principio a fin de forma que esperes con ansia un nuevo tomo. Sin embargo, si le doy un 4 ya no es tanto por su historia en sí (que quizás sería más de 3), sino por lo que supuso arriesgarse con una obra más larga, ya que escaseaban bastante en el género shôjo. Además, este fue el deseo cumplido de un montonazo de lectores que pedían su licencia en estas tierras e Ivrea lo hizo posible aún sabiendo el riesgo que existía. Son pequeñas cosas que hay que tener en cuenta y por lo que justifican mi nota. Al fin y al cabo, con todos sus peros, esta es una obra que merece una oportunidad por todos los amantes del género. Por mi parte la recomiendo, no es incompatible con lo que digo que no es lo mejor de lo mejor, pero está bien.
Lo mejor
- Que haya llegado a nuestras tierras una serie shôjo más larga de las que solían publicarse y tan demandada como lo era esta.
Lo peor
- A veces la historia principal entre los protagonistas tarda en avanzar porque se regodea mucho en las situaciones cómicas con el resto de personajes.
Kaichou Wa Maid-Sama!
Editorial: Ivrea
Formato: Rústica con sobrecubierta, formato tankoubon pequeño
Tomos: 18 (Finalizada)
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