En un momento en el que parece que se lanzan títulos antes de tiempo o en el que sagas anuales, hechas con prisas y con poco cariño, terminan desvirtuando sus primeras entregas, parece todo un milagro encontrarse con un producto tan redondo y bien llevado a cabo como Bayonetta 2. Si algo caracteriza a Platinium Games es la dedicación que ponen en cada uno de sus títulos, la imaginación con la que desarrollan desde la primera a la última idea del proyecto y lo bien que las ejecuta.
Sin duda alguna lo que más caracteriza del estudio japonés es el AMOR que hay en cada uno de sus trabajos. Y es por eso que Bayonetta 2 ha conseguido impactar tanto en medios escritos y digitales como en el público gamer. Hay amor y arte en cada uno de sus costados, mínimos detalles cuidados al milímetro con el único objetivo de satisfacer al jugador. Hay belleza en cada pixel, siendo sin lugar a dudas una oda al jugador, desde el más inexperto al más hardcore.
Este tratamiento, que no nos pilla por sorpresa, lo hemos visto en casi todos los títulos del gran Hideki Kamiya, desde su obra de culto Resident Evil 2 hasta la preciosista Okami, pasando por la colorida y particular saga de Beautiful Joe. Es por ello que no sorprende que, aunque esta vez no sea desde el puesto de director, su supervisión haya ayudado a la grandeza de este título.
Con el lanzamiento de la primera entrega de la saga Devil May Cry para PlayStation 2 ya caló hondo en el género de los hack and slash. Posteriormente su evolución más clara fue Bayonetta, en 2009, en el que Kamiya trasladó a Platinum Games, estudio fundado por él mismo, todo lo aprendido con sus proyectos anteriores. Todo esto, junto a la mezcla de sensualidad y humor negro que tanto caracterizan a la protagonista, convirtieron a Bayonetta instantáneamente en uno de los títulos de acción de la generación pasada.
Lo que sí que pilló más por sorpresa fue el anuncio de una segunda entrega, y es que aunque las ventas del primer título llegaron al millón de copias, el propio director afirmó que no eran suficientes para desarrollar una segunda entrega, convirtiendo en incierto el futuro de la saga. Es aquí donde entra Nintendo, quien a través de su exclusividad ha hecho posible esta segunda entrega, mejorando todo lo que parecía inmejorable de la primera entrega. Bienvenidos a la caza de brujas.
Más y mejor.
Todo lo que hizo bien en el primer Bayonetta ahora se mejora a ritmo de taconazos en esta nueva entrega. Desde su sencillo control hasta la absurda y sensual espectacularidad de sus batallas, se ha visto refinado y mejorado para esta ocasión. Esto lo vemos ya en los primeros minutos de la aventura, en la que como si no hubiese pasado el tiempo nos reencontramos con la bruja más característica del mundo de los videojuegos desfilando por la pantalla.
La forma en la que se ha querido dar continuidad lo presentado en una primera entrega en esta segunda entrega resulta curiosa. Todo lo que aprendimos en Bayonetta hace unos años sigue presente 5 años después, desde las transformación en guepardo para movernos rápidamente por el escenario hasta algunos de sus combos más básicos ejecutados por sus características L’amour est bleu, sus dos nuevas pistolas. También lo vemos en sus personajes, los diálogos y en los cimientos de un mundo que está al borde del caos. Todo encaja perfectamente con la primera entrega.
Los controles : Sencillos pero efectivos.
Bayonetta vuelve de nuevo con su sencillo y a la vez complejo control. Por un lado las premisas no podrían ser más simples, con en botón X del GamePad de la Wii U utilizaremos las piernas para pegar y con la A los puños, haciendo que hasta el más inexperto pueda adaptarse. Lo complejo llega cuando tenemos que desarrollar los combos con los que derrotar a los enemigos que se crucen en nuestro camino. Cualquier combinación es válida y lo que a priori parecía juego de niños requiere ahora más habilidad puesto que, si en algo se diferencia Bayonetta 2 del resto de machacabotones, es que precisamente no es un simple machacabotones.
Si tu intención era pulsar botones sin orden alguno este no es tu juego, y aunque así lo creas al principio de la aventura, te equivocabas. Bayonetta 2 es un juego en el que el aprendizaje del usuario es tan importante como el control en sí, residiendo aquí el espíritu de su jugabilidad. Será el jugador el que determine que combinación de botones y armas son más adecuadas para cada enemigo. Para ello será crucial pasarse por las puertas del infierno, la particular tienda del juego donde ir comprando nuevas técnicas y armas.
Como no podría ser de otra manera, el estilo de combate de la sensual bruja irá unido a la arma que utilicemos en cada momento. Aunque no sean demasiadas, cada una aporta la suficiente variedad y frescura tan características de los combates de la saga. Látigos, espadas, arcos… son algunas de las armas que tendremos a nuestra disposición, enriqueciendo el apartado jugable y la experiencia del jugador. Además, podremos combinarlas de la forma que queramos, una para brazo y otra para las piernas ofreciendo la posibilidad de tener hasta dos configuraciones distintas y que podremos cambiar con tan solo pulsar un botón.
Sin duda el otro punto clave de la jugabilidad de este Bayonetta 2 será el llamado Tiempo de Bruja, la habilidad de parar el tiempo un segundo antes de ser golpeados. Y es que como ya ocurría en el primer título, esquivar los golpes enemigos es una acción tan importante como darlos. De esta forma el usuario se pasará la partida intentando esquivar los golpes rivales para así poder llevar a cabo un combo aún más eficaz. Como se puede imaginar, esto resultará sencillo en los primeros compases de la obra, pero irá ganando dificultad conforme avancen los capítulos.
Otra de sus novedades dentro del sistema jugable será el modo Climax. Así como ya lo habíamos visto en Devil May Cry, Bayonetta dispondrá de una barra de energía que se irá llenando según vaya eliminando enemigos. Una vez completada tendremos dos opciones para liberar su terrible poder, funcionando cada mejor o peor según el estado del combate. La primera de ellas será la tortura, en la que junto a los numerosos demonios que la acompañan acabará con cualquier enemigo de forma letal a través de un Quick Time Event. La presencia de estos monstruos será crucial en el juego, sorprendiendo la gran cantidad de “fatalities” que podremos hacer, siempre de una forma macabra y retorcida. En la segunda opción, el demonio que lucha a nuestro lado, aumentará el poder y el alcance de los ataques que ejecutemos, siendo esta la mejor opción cuando nos encontremos ante bastantes enemigos en pantalla.
El corto viaje a Fimbulventr
La historia nos vuelve a situar en un mundo en el que el equilibrio está cada vez más cerca de romperse. Tras la misteriosa interrupción de unos demonios en un plácido día de compras de nuestra diva favorita, el alma de Jeanne es llevada a lo más profundo del infierno. ¿Adivináis cuál será nuestro papel?
Bayonetta partirá rumbo a Fimbulventr, una isla directamente conectada con las puertas del infierno. El problema llega cuando tras descubrir a Loki, un misterioso joven capaz de utilizar las cartas del tarot como arma, así tanto a ángeles como a demonios enfrentados entre sí amenazando con la ruptura del equilibrio universal. Bayonetta como es de imaginar, estará en el centro de toda esta situación.
En este contexto nos enfrentaremos tanto a ángeles como demonios, todo ello cargado de ese sello artístico tan característico de la obra. La cantidad de enemigos posibles que pone en juego el título es tan amplio que el jugador no sentirá que se haga monótono (problema que acarrean muchos juegos de este género). Cada uno de estos personajes es un mundo y posee sus propias técnicas, que al igual que las nuestras, variarán según la situación.
Así no encontramos por un lado con los ángeles, siempre con formas mucho más orgánicas y con un aspecto más afín al de un animal; mientras que por otro lado los demonios serán más mecánicos y macabros; aunque a la postre ambos son igual de devastadores. Su diseño, claramente inspirado en elementos bíblicos, siempre llevado hasta el extremo, le dan al título una personalidad pocas veces vista en juegos de estas características.
Es también más que destacable como, entre toda esa diversidad de enemigos, se convierte a un jefe final bastante poderoso en un enemigo común. Es algo muy agradecer por un simple motivo: habrá enemigos gigantescos que pese a no ser los típicos jefes de final de misión reunirán sus mismas características, aportando una gran variedad y dinamismo a las partidas. De hecho, estos monstruos (con unos diseños únicos y muy elaborados) aparecerán solo una vez en toda la historia, demostrando así el cuidado y el cariño puesto por parte de sus desarrolladores.
Entretenimiento puro y duro
Si hay algo que sin duda hay que acuñar a Bayonetta 2 es su buen diseño de niveles. Y es que consigue lo que parecía imposible: que un hack’n slash no se vuelva monótono en ningún momento. Nunca pararemos quietos. Platinium Games ha encontrado la fórmula perfecta para ello: una combinación entre cinemáticas, pequeña exploración y combates.
Las cinemáticas servirán para dar un respiro a nuestros dedos y a la vez deleitarnos con su grandeza visual, siendo así la historia una parte fundamental del título, estando siempre presente y motivando así al jugador a seguir con la partida. Por otro lado, entre combate y combate siempre encontraremos zonas que explorar, donde podremos encontrar Muspelheim, unos portales que nos plantearán distintos desafíos para mejorar a Bayonetta, en la que podremos conseguir objetos para mejorar los atributos del personaje o para combinarlos con otros objetos.
Además de lo ya comentado, la variedad en el título es tan grande que misión tras misión no dejará de sorprender. Sin querer revelar nada de estas, encontraremos misiones con poderosos mechas, acuáticas, eventos de tiempo, manejando una nave… y un sinfín de situaciones que no separarán al jugador del mando ni un momento. Lo mismo pasa con su dificultad, dividida en Climax 1, 2 y 3, con una curva de dificultad bastante considerable que cada vez requerirá una mayor habilidad a los mandos, y sobretodo, paciencia.
También se ha añadido un modo cooperativo para el que hay que desbloquear niveles a través de distintas misiones en el modo historia, ya sea de manera local como online, pudiendo manejar personajes que desbloqueamos en el modo principal. Este modo añade horas extras al título y aunque se echa en falta un más que factible modo cooperativo para la historia principal, es una alternativa muy a tener en cuenta una vez completado el juego.
Puro arte en movimiento. Técnicamente correcto.
Como ya se comentaba al principio de este análisis, Bayonetta 2 está cargado de cariño y dedicación, algo que está presente desde los primeros minutos de la aventura. Los escenarios son todo un deleite visual para nuestros ojos, variados y preciosistas hasta el extremo. No será extraño pues pararnos a mitad de nuestro viaje para contemplar y explorar estos espacios, ya no solo con el fin de obtener objetos y mejoras sino para contemplar los paisajes con claras influencias góticas.
Lo mismo ocurre con el diseño de sus personajes, tan variado y colorido, mucho más que en la anterior entrega. Si el primer Bayonetta optó por unos colores más oscuros y grises, esta vez se muestran en pantalla colores vivos y llamativos con grandes efectos de luces.
Su apartado técnico sigue esta misma línea descrita. Los personajes, enemigos y nuestro entorno más cercano muestra un gran nivel de detalle. Lo que es cierto es que algunas de estas texturas carecen del detalle de las texturas más importantes, al igual que hay algunos pequeños bajones gráficos en ciertos escenarios, pero resultan comprensibles en un título de tal magnitud: manteniendo siempre muchos elementos en pantalla en movimiento sin bajadas de la tasa de frames, que se mantienen siempre en los 60 por segundo.
La orquestación musical de la obra no se quedará atrás, y como ya ocurría en la primera entrega, mezcla perfectamente esas sensuales y clásicas piezas de jazz con una orquestación épica que le sienta perfectamente a las batallas y momentos más dramáticos. Masami Ueda repite otra vez su trabajo en la saga y lo ejecuta igual de bien como nos tiene acostumbrados. Las piezas orquestadas, con coros épicos y bastante dramáticos le sientan de fábula a las batallas, mientras que las piezas de jazz aumentan aún más el tono cómico y elegante en otras ocasiones.
Conclusión
Todo lo que hacía la primera entrega de Bayonetta bien ahora se mejora y se lleva hasta el extremo. Acción a raudales, humor negro, mechas, demonios gigantes, armas, grandes personajes… poco más se le puede pedir a lo que se ha convertido instantáneamente en uno de los títulos clave de la sobremesa de Nintendo. La cantidad de horas que se le pueden echar al título y así como su rejugabilidad lo hacen aún más valioso.
Si te faltaba alguna excusa para hacerte con una Wii U con Bayonetta 2 has encontrado el motivo perfecto, seas un novato que nunca ha tocado un juego de estas características, o todo un entendido de la saga, Bayonetta 2 te gustará sin remedio. La lucha entre demonios y ángeles ya ha comenzado ¿Vas a permitirlo?
Lo mejor:
- Gran nivel de detalle en todos sus aspectos.
- Divertido hasta la saciedad.
- Banda sonora impecable.
- Gran diseño de nivel y subidón de dificultad.
Lo peor:
- Un cooperativo para el modo historia hubiera funcionado muy bien.
- Cuando lo acabamos.
Bayonetta 2 |
Bueno | ||||||||
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