Si hay una editorial que apuesta por el buen shojo esa es, sin duda, Ivrea. En su catálogo encontramos multitud de títulos, que si bien pueden inducir al público a pensar que sus productos se basan exclusivamente en mangas “picantones”, a veces nos sorprenden con auténticas maravillas. Si te gusta el shojo, del bueno, el de verdad, tienes que leer esto.
Descubriendo a Maria
En todo manga hay un protagonista, toda historia necesita un punto de partida, un personaje que nos haga empatizar con él, pero Maria Kawai es todo lo contrario.
Maria ingresa en un nuevo instituto después de ser expulsada del San Katria, un centro de índole cristiana, tras agredir a uno de sus profesores. Enseguida descubrimos que la protagonista de esta historia es poco común, su rostro solo expresa altivez, sus palabras son hirientes y su lengua afilada. Nada más entrar por la puerta ya tiene ganada la antipatía de toda la clase. Maria solo habla con la verdad por delante, puede ver a las personas tal y como son y así lo transmite a los demás, sin miedo alguno de herir sensibilidades ni de resultar rechazada. Aunque en el fondo lo único que quiere es cambiar, abrirse a lo demás para hacer amigos.
No entiende qué es lo que hace mal, por qué sólo le ocurren cosas malas. Y es que Maria Kawai en definitiva es una torpe social. Un personaje dañino al que no se puede evitar adorar, un a pesar de ser un auténtico demonio.
Las chicas de su curso la odian y no paran de demostrarlo de una y mil maneras, a cada cual más rastrera, sufriendo un verdadero caso de bullying escolar que ella aguanta con asombrosa madurez. Y es que nuestra protagonista está llena de recursos, no llora, no pelea, a sus compañeras les resulta demasiado desconcertante.
Pero no todo es tan malo en el nuevo instituto, ya que enseguida llama la atención de unos cuantos personajes masculinos, quienes acaban completamente fascinados por ella. Yusuke Kanda y Shin Meguro son las dos excepciones a la regla. El primero de ellos es el chico más alegre y despreocupado de la clase aunque en realidad es pura apariencia, el segundo un antisocial fumador que pasa de todo. Ellos dos ven lo que tan desesperadamente trata de demostrar nuestra protagonista.
Aquí está formado nuestro triángulo amoroso con un eje tan dispar. Maria no es un personaje que se haga querer, más bien todo lo contrario, pero en su carácter arisco, en sus respuestas cortantes está la mayor de sus virtudes.
He aquí un personaje femenino diferente, extraño y desconcertante. A pesar de su apellido Maria no resulta nada “kawaii”, su expresividad es prácticamente nula y es ciertamente “cortita” en las relaciones sociales. Aún así termina seduciendo al lector, que se ve encandilado por esa torpeza que descubren los demás en ella.
El manga se editó originalmente en la revista Margaret el 25 de julio de 2007 y concluyó con un total de 13 tomos recopilatorios el 25 de mayo de 2011. En España se puede encontrar hasta el número #4 por el momento, a la espera de que en enero se publique el quinto volumen. Ha sido licenciado en Estados Unidos por Viz Media, por Kana en Francia y también en Taiwán.
Un shojô sesudo
Si en algo difiere Akuma to Love Song de los muchos shojôs que podemos encontrar en el mercado es que sin duda se trata de una historia un tanto “sesuda”; no por ser complicada, ni mucho menos, sino porque explora tan en profundidad la psique de los propios personajes que, en muchas ocasiones, el lector puede encontrarse perdido.
Maria es complicada, tanto que al principio cuesta un poco hacerse con ella, pero es que los secundarios no le van a zaga, junto a ella encontramos a Tomoyo Kosaka, una chica tímida de sonrisa perenne que esconde tras ella su incomodidad.
Yusuke Kanda es uno de los vértices del particular triángulo amoroso, tras su pinta de simpático gamberro se esconde una persona empeñada por agradar a los demás, pero que en el fondo es pura apariencia y no le preocupa nadie. Algo parecido ocurre con Shin Meguro, el “pasota” de la clase, pero que realmente cuida de los demás de una forma un tanto paternal.
Por supuesto, la personalidad de Maria causa llagas allí por dónde pasa. Para los personajes que se cruzan con ella es una molestia, una “enemiga” a vencer, pues nuestra protagonista tiene el fatídico don de mostrar lo peor de las personas. Las facciones no tardan en aparecer de manera muy diferenciada y hacerse fuertes en sus posiciones, y he aquí que entramos en las divagaciones.
La narración no es confusa, es clara, avanza de forma adecuada aunque algunas veces con cierta pesadez al apoyarse sobre todo en diálogos un tanto enrevesados acerca “de lo que piensa tal personaje de lo que siente cual y viceversa”. A veces este detalle hace que se retrase una lectura que de otra forma sería mucho más rápida, pero aquí reside la gracia de la historia.
Los sentimientos y pensamientos de cada uno de los personajes, tanto amigos como enemigos, se encontrarán a flor de piel y Maria hará todo lo que esté en su mano, si no por intentar contentar a todo el mundo, al menos sí por ser honesta consigo misma.
El dibujo de la obra es agradable y muy cuidado sin estar sobrecargado de tramas, cosa que se agradece. Resulta flexible y deja ver la experiencia de la autora como mangaka. A veces Tomori recurre a pequeños súper deformes para aliviar en cierta medida la tensión de algunas situaciones o para mostrar una escena cómica concreta, pero los casos están contados.
Akuma to Love Song es un shojô que se toma muy en serio.
La autora – Miyoshi Tomori
Poco sabemos de esta mangaka japonesa salvo que nació un 16 de noviembre en Kansai, es escorpio, su tipo de sangre es 0 y que es una apasionada del té (sobre todo del que vienen en botella) tal y como ella misma explica en las notas finales de sus tomos. Además se dibuja a ella misma como un melocotón.
Comenzó sus andanzas en el mundo del manga en 2002 con Brass Love!!, historia que cuenta la vida de una chica que quiere ser admitida en el conservatorio. Este manga se recopiló en un único tomo, el cual también el lector encontrará otras dos historias más en él. En 2003 publicó Tongari Root, de nuevo una obra de un volumen con otras tres historias cortas como acompañamiento
En 2004 comenzó Hatsukare, su obra de mayor duración y éxito hasta ese momento. Los 10 tomos recopilatorios con los que cuenta narran la historia de Chihiro, de nuevo una protagonista caracterizada por tener un pequeño problema con el sexo opuesto al haber asistido desde siempre a un colegio femenino. Esto cambiará cuando un día un chico le pide salir y da comienzo su primera relación.
Después de este éxito comenzó la publicación del presente manga, Akuma to Love Song, que superó a Hatsukare en número de volúmenes y popularidad.
En 2011 publicó una nueva historia de corta duración, de tan solo tres tomos, llamada Ouji ka Prince. Esta pequeña obra se sale un tanto de la típica fórmula de instituto de la que está tan acostumbrada a usar Miyoshi, aunque de nuevo sitúa la acción en una escuela, al menos el planteamiento es algo más inusual: Tsunagi vive obsesionada con el distante y guapísimo príncipe imperial, Koji Ninomiya, hasta que un día su vida da un vuelco cuando llega un nuevo estudiante a su clase que se parece muy sospechosamente a su príncipe…
El último trabajo de esta pródiga mangaka es Kirishima, Bukatsu Yamerutte yo, una obra corta de tan solo un volumen que se publicó en el presente año 2012.
Leyendo las sinopsis de estos títulos a nadie se le escapa el apego que parece tener Miyoshi Tomori por la temática estudiantil y las relaciones que tienen lugar en este entorno.
Bien parece que su especialidad es dibujar uniformes, o al menos siente una gran afinidad por ellos pues en sus 12 años de carrera, aún no hay un manga que haya situado muy lejos de los institutos, de las aulas y profesores.
Su franja de edad por definición se sitúa en la adolescencia, edad de conflictos y descubrimientos que parece encantada de explorar una y otra vez de la mano de sus nuevos y antiguos lectores.
Quedamos a la espera de próximas obras suyas, esperando que pronto nos sorprenda con un nuevo manga de larga duración (y que en España lo veamos).
La edición
La editorial Ivrea nos trae de nuevo una edición más que correcta, con un muy buen papel que no se transparente nada, fácil de abrir para apreciar bien el dibujo, con muy buena impresión que no flaquea en ningún momento y respetando una vez más las portadas originales a excepción del título, por supuesto.
La traducción de Nathalia Ferreyra es buena y más cuando debe de desentramar todo el lío relacional que nos monta la protagonista Tomori en algunas escenas, un trabajo excelente que esperemos siga así hasta el final.
El manga se publica de manera bimestral.
Conclusiones
Akuma to Love Song es un shojo manga refrescante que gustará a todos aquellos que últimamente no encuentren muchos alicientes en el género. Es una obra llena de “humanidad”, nunca mejor dicho, pues en ella se nos muestra lo mejor y lo peor de las personas. Los personajes están llenos de matices que hacen que parezcan muy reales, muy vivos.
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Es una obra con un dibujo muy bonito sin ser recargado, vicio en el que caen muchos dibujantes y por supuesto, con sus toques de romance. Muy recomendable. Esta humilde lectora de shojo está enganchada.
Lo peor: Tal vez la narración se hace pesada en algunas escenas.
Lo mejor: Su protagonista, sin ninguna duda.
Ficha técnica:
Título: Akuma to Love Song
Título original: Akuma to Love Song
Guión: Miyoshi Tomori
Dibujo: Miyoshi Tomori
Editorial japonesa: Shueisha
Editorial española: Ivrea Editorial
Formato: C6 (115×170), rústica (tapa blanda) con sobrecubierta
Precio: 8,00€
Nº de tomos en japonés: 13
Nº de tomos en castellano: 4 hasta la fecha
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