Tierno, entrañable, emocionante, impredecible, melancólico, sobrecogedor… En una palabra: magnífico. Así es “El Gran Catsby”.
Tras recibir tres premios de los más prestigiosos galardones de manhwa en 2005, y declarado como mejor manhwa de 2006 por la PW Comics Week, llega a nuestro país una auténtica joya en el panorama actual del cómic coreano.
Hace unos meses, Glenat se atrevió publicó el primer número de esta serie que, pese a haber ganado muchos premios y haber cosechado un gran éxito entre los lectores, es bastante distinta a la norma común del cómic asiático actual y, por lo tanto, poco conocida entre el público general occidental. Por esta razón, al igual que muchos otros, corre el peligro de pasar desapercibido.
En el Gran Catsby no veremos luchas titánicas, ni personajes fantásticos blandiendo espadas y pegando tiros, ni monstruos amenazando la humanidad unidos a amores empalagosos de instituto. El Gran Catsby cuenta la historia de un individuo normal, un joven don nadie a ojos del mundo, con una vida normal, que podría ser la nuestra perfectamente. Es un cómic para adultos, o mejor dicho, para jóvenes que prefieran las historias con un tono y un humor más maduro y menos comercial.
Terminas la universidad sin ningún rumbo fijo, un día te destrozan el corazón y al siguiente ya estás empezando un nuevo amor, te emborrachas, disfrutas del sexo, no tienes dinero y no sabes qué hacer, tienes amigos inseparables… Como dice Doha, el autor, “El Gran Catsby habla sobre la juventud”, es decir, expresa cómo se siente uno en esa etapa de su vida que se queda grabada para siempre, tanto por los momentos buenos, como por las desgracias.
Ese toque melancólico, mezcla de altibajos, de tristeza y alegría, es lo que refleja especialmente esta obra, contada a través de los ojos del joven Catsby, y de la mano de un autor con un guión y un dibujo impecable, que sabe perfectamente cómo manipular las emociones del lector, jugando con ellas a su antojo.
No hay necesidad de andarse por las ramas: el dibujo de “El Gran Catsby” es, sencillamente, precioso.
Para empezar, se trata de un dibujo a todo color y, además, estupendamente coloreado, con unos tonos alegres y cálidos en las situaciones de alegría y humor, o apagados y fríos en los momentos tristes. El estilo es muy característico y, en ocasiones, recuerda mucho al dibujo francés.
Por otro lado, al ser una historia donde lo más importante son los sentimientos, el autor hace un especial énfasis en las caras de los personajes, para poder representar lo mejor posible las emociones y que así calen hondo en el lector. Por supuesto que hay fondos y cuerpos, pero en su mayoría son viñetas simples donde lo más importante son los diálogos y las expresiones faciales.
Otro punto que llama muchísimo la atención de este cómic, artísticamente hablando, es el movimiento y la distribución de las viñetas. Al leer “El Gran Catsby” parece que estemos viendo una película de animación: las viñetas tienen muchísimo movimiento y muchas veces parecen fotogramas animados.
Esto seguramente lleva a pensar a más de uno que para conseguir este efecto hagan falta muchísimas viñetas. Pero más bien es al contrario: al abrir un tomo, no se ven páginas y páginas llenas de decenas de viñetas cuidadosamente organizadas, sino que el autor coloca, en cada página, como mucho dos o tres viñetas, o, en muchísimas ocasiones, simplemente un dibujo en grande ocupando toda la página. Esto le da un aire muy ameno y apacible a su lectura.
Sin duda alguna, lo que hace ser a “El Gran Catsby” realmente grande son los personajes. Estos animales antropomórficos, con unas personalidades muy definidas y un humor desternillante, en un momento nos están encogiendo el corazón y, acto seguido, haciéndonos rodar por el suelo de la risa.
El protagonista de este drama es Catsby, un chico, o mejor dicho, un gato, sin rumbo fijo en la vida. Acaba de salir de la universidad pero no encuentra trabajo y, al no tener dinero, vive en modo parásito en casa de su mejor amigo, Houndu, situada a las afueras de Seúl.
Sus últimos años los ha pasado sin preocupaciones, disfrutando de la vida y dependiendo exclusivamente de su novia, una adinerada caprichosa que ahora, de repente, le deja tirado por un hombre de clase muy superior… Así empieza una nueva etapa de su vida, alternando entre borrachera y borrachera, buscando un nuevo amor para intentar llenar el vacío en su interior e intentando ser más independiente y labrarse un futuro.
Su mejor amigo, como ya hemos dicho, es Houndu. Se conocen desde la universidad y, aunque antes trabajaba en una compañía, ahora es tutor individual. La primera impresión que produce es la de ser una persona seria y responsable, aunque a medida que pasa el tiempo descubrimos que su cabeza está mucho más loca de lo que parecía a priori y que tiene unos gustos un poco raritos en el tema de las mujeres…
Persu, otro de los personajes protagonistas de la historia, es una chica adinerada y fue durante años la novia y, a la vez, vía de escape de Catsby. Es arrogante y posesiva, y marcará un antes y después en la vida de nuestro protagonista tras abandonarle sin más.
En medio de su desesperación, Catsby conocerá a Sol, una gata bonita, graciosa, y un poco alocada, con la que quizás pueda reconducir su vida y asentar la cabeza de una vez por todas…
A lo largo de la historia, van apareciendo personajes secundarios, que están, al igual que los principales, perfectamente caracterizados, lo que refuerza y demuestra, aún más, el cuidado y el esmero que pone el autor en cada uno de ellos, teniendo cada uno una personalidad y estilo único.
Hoy en día, entre los artistas coreanos, está volviéndose muy popular el darse a conocer a través de internet, es decir, publicar sus obras a través de páginas web antes de su edición e impresión. El Gran Catsby es un claro ejemplo de este fenómeno.
El guión y los dibujos están realizados por Doha Kang, quien, además de El Gran Catsby, tiene otra obra llamada “Romance Killer”. Con una trama más oscura, y al más puro estilo del cine negro, trata sobre un hombre que antiguamente fue un asesino a sueldo, y recuerda en especial una misión donde tuvo que asesinar a una joven mujer que no mostró ningún temor a la hora de morir. Simplemente quería saber por qué tenía que morir y por qué su asesino era la misma persona que salía en la fotografía de su mesilla de noche…
Al igual que en el caso de El Gran Catsby, Doha comenzó publicando “Romance Killer” en internet, concretamente en este website. Se trata de una página muy importante que publica muchos trabajos de autores coreanos.
Posteriormente, fue publicada y distribuida, tanto en su país de origen como internacionalmente. En Europa, ha llegado a algunos países, como Francia, aunque aún no ha sido editada en todo el territorio occidental.
Un buen cómic puede convertirse en una basura si cuenta con una mala edición. Afortunadamente, éste no es el caso. La edición de Glenat de El Gran Catsby puede considerarse excelente.
Está publicada en el orden de lectura original coreano, en un formato más grande que el estándar japonés, lo que es de agradecer a la hora de disfrutar de los dibujos. Por otro lado, pese a no tener una sobrecubierta para protegerlo, la encuadernación es también muy buena.
En el interior, el papel es de una calidad extraordinaria, haciendo que las imágenes (y en especial, los colores) de Doha queden perfectos. Se ha incluido además, al final de cada tomo, una especie de resumen con unas pocas viñetas clave adelantando los sucesos del siguiente número, picando al lector y aumentando su deseo de continuar con la trama.
Como punto final, también se incluyen en la edición algunos extras adicionales. En concreto, en el tercer tomo, hay un reportaje fotográfico del autor donde se muestran decenas de fotos que éste hizo en el barrio donde está ambientada la obra, un barrio pobre a las afueras de Seúl. Sencillamente impresionante.
No obstante, no todo puede ser perfecto, y esta magnífica edición tiene una pega: su elevado coste. Cada tomo vale 15 euros, cosa que por un lado no está mal, teniendo en cuenta la edición y el dibujo a todo color, y, en realidad, el contenido lo merece… Pero 15 euros puede resultar un precio un poco elevado para según qué lectores.
En Corea, tal es el éxito que ha cosechado la obra, que se ha creado una serie de televisión en imagen real basada en el manhwa. Como podéis ver en la imagen, los personajes no son animales, sino personajes de carne y hueso. El de la izquierda representa a Catsby, la chica del centro a Sol y el de la derecha es Houndu, sin duda, algo realmente curioso.
La serie se compone de 24 capítulos. Este es un link con información del reparto:
También se hizo en el 2006 un musical, con un reparto distinto al de la serie, y hay noticias sobre su posible adaptación cinematográfica.
El Gran Catsby es un soplo de aire fresco dentro del panorama actual del cómic asiático. Está dirigido a un público más específico y exigente, y no es apto para quienes busquen historias comerciales mundialmente famosas. Sin embargo, es un manhwa que todo el mundo debería, al menos, conocer.
Vemos en él una historia de juventud, amor, fracasos y amistad, contada de una manera muy divertida, que nos hará pasar un rato melancólico, a la vez que sobrecogedor. Esta desbordante cantidad de emociones, unida a su peculiar organización de planos y viñetas llenas de dibujos soberbios y una maravillosa presentación de personajes, hace de él un auténtico tesoro de lectura obligatoria.
Un cómic para disfrutar leyendo tranquilamente y sin prisas, con un bol de palomitas a un lado, y una caja de pañuelos al otro.
Lo mejor: Las caras y las figuras de los personajes, los colores, y las situaciones, que hacen que no te aburras ni un momento.
Lo peor: El precio: aunque lo merece, es un poco caro.
Ficha técnica:
Título: El Gran Catsby
Título Original: 위대한 캣츠비/ The Great Catsby
Guión: Doha Kang
Dibujo: Doha Kang
Editorial Inglesa: Netcomics
Editorial Española: Ediciones Glénat
Colección: Popcorn
Formato Tomo: C5 (162×229)
Nº de Tomos en Coreano: 6
Nº de Tomos en Castellano: 6 (Sólo 3 publicados por el momento)
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