«Éste es el cuaderno de un shinigami. La persona cuyo nombre quede escrito en este cuaderno, morirá.»
Así reza la primera página del cuaderno de muerte, Death Note, el cual, desde su llegada al mundo humano, desencadenará una serie de sucesos que cambiarán la vida del joven Light Yagami, protagonista de uno de los mangas más aclamados de los últimos tiempos.
Un thriller en toda regla con un guión espeluznante, que luce unos personajes con carácteres y personalidades de gran complejidad, enfrentándose en situaciones límite y desarrollándose convenientemente a medida que el transcurso de los hechos sube la tensión ambiental del argumento. Éste es Death Note, la obra maestra de Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, publicada en doce tomos por Ediciones Glénat. Una obra muy recomendable, cuyo dibujo y argumento no dejará a nadie indiferente.
La historia de Death Note nos presenta a un joven estudiante del último curso de bachillerato, y próximo aspirante a la universidad, Light Yagami, quien cuenta con un intelecto, sin duda, fuera de lo normal. Por otro lado, tenemos la figura del shinigami Ryuk, quien, aburrido y hastiado de la paz reinante en el mundo shinigami, decide dejar caer su cuaderno de muerte en el mundo humano, siendo éste el cuaderno que utilizan los shinigami para sesgar vidas humanas a voluntad, apuntando los nombres de sus víctimas en él. Las vidas de Ryuk y Light se cruzarán en el momento que éste encuentre el cuaderno de muerte que el shinigami dejó caer, decidiendo utilizarlo para asesinar a todos los criminales habidos y por haber, pretendiendo crear así un mundo utópico en el cual no haya sitio para el crimen en ninguna de sus facetas, y, finalmente, proclamarse él mismo como Dios del Nuevo Mundo.
Los problemas comienzan para Light cuando las fuerzas policiales comienzan a moverse, especialmente cuando entra en juego la figura de L, un misterioso detective que promete desvelar la identidad del asesino y llevarlo ante la justicia. A partir de este momento, el argumento de Death Note se dispone ante el lector como si de una partida de ajedrez se tratase, enfrentado a dos intelectos excepcionales, Light y a L, en lo que resulta ser un espectacular combate a muerte, dentro del cual el resto de personajes de la historia no parecen ser sino meros peones. Y, por supuesto, sin olvidarnos de la eterna presencia del shinigami Ryuk, espectador atento a todo lo que sucede alrededor del personaje de Light Yagami y del cuaderno de muerte.
La obra está estructurada en doce tomos de unas doscientas páginas cada uno, en una edición a la que ya nos tiene acostumbrados la editorial Glénat, en un más que digno formato C6. La historia general del manga está pensada como una única historia auto-conclusiva de gran longitud, que abarca desde el principio del primer tomo hasta el final del último. No obstante, existe un punto de inflexión muy claro más o menos a la altura de la mitad de la historia (hacia el sexto o séptimo tomo de la edición que nos ocupa), el cual representará un cambio de dirección importante en el transcurso del argumento. También cabe tener en cuenta que, al tratarse originalmente de una serie de historietas publicadas en la sempiterna Shonen Jump, quien comenzara su publicación a finales del año 2003, la historia está dividida en capítulos relativamente cortos, lo que ayudará a estructurar mejor el torrente de acontecimientos que nos inundará desde que comencemos a leer la obra hasta su conclusión.
Cabe tener en cuenta que, a pesar de encontrarse dentro de la colección Shonen Manga de Glénat, Death Note no es, ni mucho menos, un shonen al uso. Carece de personajes heroicos o superpoderosos, dispuestos a entregar su vida por el bien ajeno, cuyos valores sean dignos del mismísimo Buda. Al contrario, Light Yagami no es sino la figura arquetípica del antihéroe, aunque él mismo no quiera reconocerlo, y la profundidad argumental del manga hace que la historia se desarrolle en torno a este precepto de una forma madura y, seguramente, bastante más seria que los shonen a los que la editorial nos tiene acostumbrados.
Entrando en juicios valorativos más técnicos, cabe decir que, si bien Death Note comienza ya siendo un manga que destaca por su dibujo, al llegar a los últimos tomos del mismo podremos observar la gran evolución que el mismo sufre durante el transcurso de la obra. Esto se nota, especialmente, en la recreación de los entornos y los ambientes, así como en la exposición y el desarrollo figurativo de las emociones y sensaciones de los personajes de la historia.
Por otra parte, si bien la disposición de las viñetas en las diferentes páginas de la obra comienza siendo bastante convencional, en forma de rectángulos de diversas formas y tamaños, hacia el final del manga Death Note sorprende al lector con algunas disposiciones menos usuales, las cuales apoyan los planos de cámara de mayor fuerza en las escenas correspondientes, e incluso haciendo algunas veces uso de dibujos a doble página de gran espectacularidad y emotividad.
El dibujo de Takeshi Obata es de gran calidad, y cuenta con un amplio registro de detalles que, por otra parte, aumenta a medida que avanza el argumento. Los efectos de luces y sombras mejoran exponencialmente a medida que avanzamos en la historia, así como mejoran también los diseños de los personajes, sus fesonomías y la emotividad de sus expresiones.
Takeshi Obata lleva unos cuantos años ya en el mundo del cómic japonés. Debutó en 1989 con un manga titulado Cyborg Ji-chan G, con el que quedó finalista en el prestigioso Premio Tezuka para noveles, convocado cada año por la editorial Shueisha. A partir de entonces, ha sido una de las firmas habituales en la revista Shonen Jump, donde publicaría obras como Arabian Lamp Lamp (1992, con guión de Susumu Sendo) y, muy especialmente, Hikaru no Go (1998-2003), centrada en el popularísimo juego japonés del go. Por el contrario, de Tsugumi Ohba no se conocen demasiados detalles, aparte de que nació en Tokyo y que escribe sus guiones arrodillado encima de una silla (sic). Death Note es su primera incursión dentro del mundo del manga como guionista y, sin duda, ha sido un debut por todo lo alto.
La edición de Glénat entra dentro de los cánones a los que nos tiene acostumbrados dentro de su colección Shonen Manga, en unos cómodos y cucos libritos de doscientas páginas y un formato perfectamente manejable. Si bien la encuadernación no es precisamente lujosa, debido a que si no se tratan con cuidado, las páginas del interior de los tomos se desencuadernan con facilidad. Contamos con una sobrecubierta satinada a todo color, como viene siendo costumbre en las ediciones de dicha compañía, y el dibujo del cómic es íntegramente en blanco y negro. La calidad del papel es muy decente, y el precio no es abusivo: 7,50 euros, como también viene siendo habitual en la colección.
En definitiva, Death Note es un manga para los amantes de las buenas historias de misterio y de los thrillers psicológicos de toda la vida, con algunos toques de acción descarnada nada despreciables. Si bien en ocasiones el argumento puede resultar demasiado denso, especialmente para los aficionados a los shonen más ligeritos, el argumento y el dibujo de Death Note otorgan un espíritu diferente a la obra que no dejará indiferente a nadie que se aproxime a ella con total entrega.
Como curiosidad, cabe destacar la aparición de dos adaptaciones fílmicas del manga, por parte de la filial japonesa de Warner Bros., y de una brillante adaptación al anime dirigida por Toshiki Inoue y producida por Madhouse, de la cual podremos disfrutar próximamente en España gracias al trabajo de Selecta Visión. Por otra parte, la edición original de Death Note cuenta con un decimotercer tomo extra no editado por Glénat, aparentemente debido a los altos costes de edición del mismo, en el cual se presenta un episodio piloto de la historia con Ryuk como protagonista, más algunos detalles complementarios y explicativos sobre la historia, el cuaderno de muerte y los diferentes personajes de la saga.
Lo mejor: El argumento: sencillamente, de lo mejor que hayamos visto últimamente en el género del shonen manga.
Lo peor: En ocasiones, el guión y los diálogos entre los personajes son excesivamente densos.
Ficha Técnica
Título: Death Note
Título Original: Death Note
Guión: Tsugumi Ohba
Dibujo: Takeshi Obata
Editorial Japonesa: Shueisha
Editorial Española: Ediciones Glénat
Formato Tomo: C6 (114×162)
Precio: 7,5€
Nº de Tomos en Japonés: 12
Nº de Tomos en Castellano: 12
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