El pasado mes de junio, Editorial Ivrea licenció el manga de Prison School, una de las obras más demandadas por gran parte del fandom español. Uniformes de presidiarios, fustas, grandes pechos, personajes sumisos, etc., son algunos de los elementos de una obra que prácticamente no deja indiferente a nadie. ¿Queréis saber qué se esconde tras la prisión más caliente del manga? Pues seguid leyendo bajo vuestra propia responsabilidad.
Prison School es un seinen de comedia ecchi creado por Akira Hiramoto. Comenzó a publicarse en la revista Young Magazine de Kodansha en 2011 y, a día de hoy, acumula 23 tomos recopilatorios. Actualmente es de uno de los mangas más vendidos de la editorial, cuyo último tomo ha superado más de 250.000 copias vendidas en Japón. Además, se alzó con el premio a Mejor Manga en la categoría general de los 37º Kodansha Award.
Como toda obra de éxito, el manga dio el salto a otro formatos. En 2015 se emitió la adaptación animada que corrió a cargo de J.C. Staff y que constó de 12 episodios más una OVA. La serie se pudo disfrutar mediante simulcast a través de Crunchyroll. También dio el salto a imagen real con un dorama producido por Robot y cuyos 9 episodios se emitieron en 2015.
La serie ha causado una auténtica histeria en Japón y poco a poco también se está dejando sentir en nuestro país. Actualmente cuenta con cuatro volúmenes recopilatorios en el mercado patrio y ya son unos habituales en los listados de mangas más vendidos. Pero, ¿qué tiene este manga que engancha a tanta gente?
Represión a base de fustas y pechos
La Academia Hachimitsu es de una de las instituciones femeninas más estrictas de todo Japón. Sin embargo, recientemente tras un cambio en la dirección del centro, se ha decidido incluir a hombres en el nuevo curso escolar. Por tanto este año, entre el millar de chicas que componen el alumnado del instituto, se encuentran cinco chicos: Kijoshi Fujino, Takehito «Gakuto» Morokuzu, Shingo Wakamoto, Jouji «Joe» Nezu y Reiji «Andre» Andou. Además, las cosas no parecen empezar mal para Fujino dado que pronto establece amistad con Chiyo, una amante del sumo y con la cual queda para ir a ver un combate.
Sin embargo, presas de las hormonas que los dominan, pronto elaboran un cuidadoso plan para observar cómo sus compañeras se desvisten en el vestuario femenino. A pesar del meticuloso plan son descubiertos por el Comité estudiantil secreto que rige la escuela con puño de hierro desde las sombras. A partir de entonces son condenados a ser reeducados en la prisión que se encuentra dentro de la institución, obligados a seguir las estrictas órdenes del consejo si no quieren pasar su vida en aquel lugar. ¿Podrán reprimir sus más bajos instintos o volverán a sucumbir? ¿Podrá Fujino finalmente salir con Chiyo?
Desde un primer momento, la historia es clara con lo que va a ofrecer: unos chicos elegidos para disfrutar de un jardín del Edén lleno de pechos, braguitas y piernas. Uno piensa que lo que se va a encontrar en cada viñeta es un sinfín de situaciones en las que chicos tratarán de pillar “in braganti” a algunas de las chicas. Pero lo bueno empieza cuando se muestra el lado desconocido de la institución.
Es a partir de entonces cuando empieza lo mejor de la obra, cuando los jóvenes tratan de escapar de la represión a cualquier precio. Al más puro estilo de La gran evasión, elaboran los posibles planes de huida y de los cuales depende la cita de Fujino con Chiyo. Aunque las cosas siempre se acaban complicando más y más. La tensión por saber si pillarán a los protagonistas, obligará al lector a devorar un capítulo tras otro.
Aunque no se trata de una historia seria, algo que queda bien claro en las primeras páginas. Un humor básico de golpes, a medio camino entre el negro, verde y absurdo, fluye entre cada viñeta. Si el humor basado en los golpes puede llegar a resultar cansino, las situaciones y decisiones absurdas logran sacar una sonrisa al lector a pesar de no ser su género favorito.
A pesar de que el ecchi, casi soft hentai y alguna que otra escena grotesca que se observa en las páginas, puede resultar excesiva e incluso fuera de lugar, la historia de Prison School engancha, ya sean por las distintas situaciones o la inquietud de saber si finalmente los presos se saldrán con la suya.
¿Las chicas al poder?
No son pocos los blogs y páginas especializadas que defienden que Prison School es una obra feminista. Pero si uno se detiene en la historia y los personajes que desfilan por sus páginas podría ser pensar que es cierto.
Un mundo de chicas, donde estas parecen regir con mano de hierro la institución y donde se mira con desconfianza al hombre. Los protagonistas masculinos no hacen más que reforzar este argumento. Todos sin excepción, incluido Fuijino, resultan ser seres cargados de feromonas, repulsivos y donde cualquier contacto con las chicas les llena de placer. Esto le a hace uno prácticamente disfrutar más viendo como castigan sus perversiones.
Sin embargo, esta concepción feminista de la obra desaparece al ver a las represoras en acción. Uniformes demasiado ajustados, escenas donde se las ve ligeras de ropa, etc. Si a esto sumamos que el que rige la institución es otro hombre igual o más pervertido que los chicos, defender que la obra es feminista carece de sentido.
Lo que sí cabe destacar es que tanto unos como otros poseen una personalidad bastante marcada y que a las pocas páginas llaman la atención del lector. Desde la seriedad de Mari, la presidenta del consejo, hasta Joe que tose sangre sin motivo aparente, todos tienen un rasgo que los hacen únicos y atractivos al lector.
Aunque en general en la historia predomina la acción frente a la profundización de los personajes y que seguro que será mayor en los siguientes tomos. Algo de lo que no se duda, llevando 23 tomos por delante la obra.
Un dibujo muy sugerente
El dibujo es quizás uno de los aspectos más sobresalientes a todos los niveles de Prison School. Akira Hiramoto demuestra en cada viñeta el perfecto conocimiento de la anatomía humana, tanto en sus formas como en sus movimientos. Aunque viendo a la Vicepresidenta del consejo o a André, no lo parezca.
Los personajes de Hiramoto destacan por sus diseños proporcionados y con un trazo fino, al cual contribuye a dar profundidad y expresión con un perfecto dominio de los brillos y las sombras, sobre todo en los cuerpos femeninos. Si a estos sumamos la multitud de expresiones faciales de los personajes, que van desde las más naturales a las más caricaturescas, algunas ilustraciones son realmente bellas.
Como no podía ser de otra forma en un harem los modelos femeninos resultan bastante atractivos. A excepción de la Vicepresidenta del consejo, la mayoría tienen unas curvas proporcionadas resultando bastante atractivas en su estado natural. El brillo si bien en algunos casos está al servicio de la belleza, en otros al servicio sexual (sirva de ejemplo cualquier cuerpo con efecto húmedo).
Pero lo que más llama la atención del dibujo del mangaka es la narrativa de las imágenes. Hiramoto domina la narración mediante imágenes, valiéndose de la perfecta yuxtaposición de viñetas para narrar una situación, ya sea para generar tensión o humor, llegando sugerir cosas que en verdad no se ven (porque si no sería demasiado grotesco).
Sobre el autor
Nacido en 1976, Akira Hiramoto es un mangaka especializado en el género seinen y cuyas obras se entremezcla la comedia con el slice of life o lo sobrenatural.
Debutó en el mundo del manga en 1995 con Sono Tomodachi ni Gimon Ari en la revista Young Magazine de Kodansha. Sin embargo, su primer gran éxito llegaría de la mano de Ago Nashi Gen to Ore Monogatari, una obra donde Hiramoto demostró cuál era su sitio en el manga: la comedia. También cabe destacar que, hasta la fecha, esta es su obra más longeva ya que posee 32 tomos recopilatorios.
Sin embargo, en 2004 probaría suerte con Ore to Akuma no Blues, donde dejaba de lado la comedia en favor de una historia de corte sobrenatural inspirado en la leyenda del blues Robert Johnson. La obra cuenta con 5 tomos, se sigue publicando y fue premiada en los Glyph Comics Awards en 2009.
Entre 2007 y 2011, dentro del género seinen comenzó dos historias con ese toque picante que más adelante veremos en Prison School. Una de ellas es Yarisugi Companion to Atashi Monogatari, un tomo único protagonizado por dos chicas que se dedican a entretener a los clientes con su compañía, pero no mediante el sexo.
En 2011 comenzó la que es hasta ahora su obra más popular: Prison School. Publicada en la Young Magazine de Kodansha, hasta el momento cuenta con 23 tomos recopilatorios en el mercado japonés y con varias adaptaciones a varios medios, siendo una de las obras más vendidas de la editorial japonesa.
También destacar su participación en 2014 en Neo Kiseiju, una obra colectiva donde cada capítulo está creado por un autor distinto, pero todos basados en el universo de Kiseiju, más conocida internacionalmente como Parasyte. Además de Akira Hiramoto, también participaron nombres como Hiro Mashima o el dúo artístico Peach-Pit.
La edición
Editorial Ivrea publica la obra en un formato tomo B6, 13 x 18 cm, ideal para disfrutar el dibujo de Akira Hiramoto. En cuanto a la sobrecubierta de la edición española, esta respeta el diseño de la edición japonesa. Además, el brillo de la portada encaja a la perfección con los diseños y personajes de la misma, destacando aún más sus colores.
En cuanto a la traducción resulta más que correcta. También se incluye algunas notas al pie, necesarias para entender a la perfección a Gakuto y su vocabulario clásico.
Conclusión
Sinceramente, Prison School ha sido una grata sorpresa. Después de ver algunas imágenes por internet, tanto del manga y del anime, estaba asustado con lo que me iba a encontrar en este manga.
Pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una historia original que, a pesar de sus escenas grotescas, logra entretener y divertir con algunas de las situaciones que tienen lugar en ella. Aunque otras pueden llegar a cansar, principalmente a aquellos que no son amantes del género.
El dibujo de Hiramoto contribuye al disfrute de la lectura. No solo por algunas de las imágenes realmente bellas que aparecen en sus páginas (y no me refiero a las de desnudos o de la Vicepresidenta), sino también por la correcta distribución de viñetas.
Por tanto, a los amantes del género ecchi de humor disfrutarán la obra desde el primer momento. En cuanto a los demás, si queréis disfrutar de una historia de humor con cierto toque picante, no perdáis la oportunidad de matricularos en el instituto Hachimitsu. Aunque si sois chicos recordad: controlad vuestras hormonas.
Lo mejor:
- Un dibujo de calidad y sorprendente.
- Las situaciones de humor de todo tipo.
- Tensión bien construida que obliga a uno a seguir leyendo el tomo.
Lo peor:
- Como en toda obra ecchi, el componente sexual a veces resulta excesivo.
- El humor de golpes puede llegar a cansar.
Prison School
Editorial: Ivrea
Formato: Tomo B6
Tomos: 28 (Finalizada)
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