El diseñador alega que Forty Acres y Mule Filmworks han utilizado, sin su permiso, varios carteles que realizó para la película de Oldboy.
En noviembre del año pasado publicó una carta en su página web, en la que afirmaba que había realizado unos diseños para que la productora los valorase. La reacción de la productora fue muy positiva y le ofrecieron el encargo definitivo para terminar de acabar y pulir los diseños durante un par de meses, pero decidió rehusar cuando vio que los honorarios estaban por debajo de lo habitual.
J.L. García indica que él subió los carteles a su carpeta online de diseños. Más tarde descubrió que estaban siendo usados en la página de Facebook de la película. El artista reclama la infracción de derechos de autor y una presunta alteración del copyright.
Por su parte, el director de la película, Spike Lee, respondió a esta carta mediante su cuenta de Twitter. En varios mensajes indicaba que no conocía a este diseñador gráfico y se preguntaba por qué debería pagar a alguien, con quien nunca ha tenido ningún contacto ni ha hecho ningún trato.
Old Boy es un seinen publicado en Japón entre 1996 y 1998 por la editorial Futabasha en la revista Weekly Manga Action, recopilado en 8 tomos, edición que lanzó en España la ya desaparecida Otakuland en 2004. En 2007 Futabasha reeditó la obra en 5 tomos de unas 320 páginas cada uno, edición que será la que Random House Mondadori edite en España, a un precio de 15,95€ el tomo.
Old Boy se convirtió en una obra muy popular en 2003 cuando fue adaptada al cine por el director surcoreano Park Chan-wook formando parte de su conocida trilogía de la venganza, junto con Sympathy for Mr. Vengeance y Sympathy for Lady Vengeance. Este film logró diversos premios en Cannes y Sitges y está editada en nuestro país en DVD y BD. Este manga ha vuelto a la palestra, ya que el director americano Spike Lee estrenó el año pasado un remake protagonizado por Josh Brolin y Samuel L. Jackson, cuyos carteles oficiales son la fuente de la polémica.
Es la hora de una salvaje venganza. Hace diez años, lo secuestraron. No sabe quién. Durante diez años ha estado confinado en una prisión privada. No sabe por qué. Durante diez años su único contacto con el mundo exterior ha sido a través de un televisor y la voz de sus carceleros. Entretanto ha perdido la razón. Ha cambiado. Se ha transformado en alguien diferente. Alguien letal. Un día, de forma repentina, su cautiverio termina, de nuevo sin ningún tipo de explicación. Lo han sedado, lo han metido en un camión y lo han abandonado en un parque. Despierta, libre al fin, dispuesto a reclamar una terrible venganza.
Fuente: ANN
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