Sin lugar a dudas, Akira se ha convertido, desde el mismo instante del comienzo de su publicación en 1982, en todo un referente para el género manga. Podríamos llegar a afirmar, sin caer en la exageración, que en el cómic japonés (y, seguramente, en el mundo del cómic en general) existe un antes y un después de Akira, ya que en esta obra Katsuhiro Otomo desarrolla un tipo de narrativa muy concreta, propia del autor, que influiría sobremanera no sólo en autores nipones, sino también en artistas americanos y europeos.
Pero para Otomo sí existió un ‘antes’ de Akira, como lo demuestra con Pesadillas, la obra que nos ocupa en la presente reseña: una obra que a todas luces es precursora del estilo que desplegaría en su obra posterior.
Por Pau Damian
En Pesadillas nos encontramos con los elementos definitorios del estilo de Otomo, quizás no tan maduros como en Akira, pero sin duda ahí están.
Una narrativa que sumerge al lector en un torrente de acontecimientos que desembocan en un final apoteósico y sorprendente, un elenco de personajes y situaciones sobrenaturales que llevan a una nueva dimensión de terror psicológico que no nos abandonará durante toda la lectura, y un trazo muy característico son los tres elementos que podríamos decir que definen a Pesadillas, elementos que, por otra parte, en mayor grado encontraremos posteriormente, como ya hemos mencionado, en Akira.
El argumento de Pesadillas presenta de lleno en la acción cuando, sin previo aviso, vemos el suicidio de un personaje en muy extrañas circunstancias. Este hecho desembocará una investigación policial en toda regla, la cual nos descubrirá que en el bloque de pisos en cuestión llevan produciéndose desde hace años muertes en circunstancias similares: suicidios, accidentes o causas desconocidas han diezmado la población de la urbanización en cuestión.
Pronto la historia nos presentará a los personajes principales de la historia: una niña y un viejo, ambos habitantes del complejo urbanístico y poseedores de grandes poderes telequinéticos, los cuales mantendrán un enfrentamiento constante durante toda la historia.
El argumento relata la historia de una manera un poco precipitada, y los violentos sucesos del final nos caerán encima sin que apenas hayamos podido asimilar la magnitud de los hechos que han ido ocurriendo a medida que avanzamos en el relato. Es cierto, por otra parte, que los personajes de Pesadillas no están tan desarrollados como en obras posteriores del autor, aunque la acción del relato y la escasa longitud del cómic (240 páginas en la edición de Norma) no dejan tampoco mucho espacio para mayores descripciones.
Por el contrario, el dibujo de Otomo sí deja traslucir un componente psicológico importante de los personajes, así como vemos una recreación aterradora de los escenarios en los que tienen lugar los sucesos del relato, y de las desgarradoras situaciones que veremos en ellos.
A pesar, como ya hemos dicho, de que los personajes quedan algo desdibujados en lo que respecta a su personalidad, el componente expresionista del dibujo de Otomo, tanto en el dibujo de los grandes edificios y las escenas de violenta destrucción del entorno, como en las desgarradoras expresiones faciales de los personajes de la historia en los momentos de mayor tensión, se deja notar ampliamente ya en esta obra, a pesar de ser un manga realizado a comienzos de su carrera.
La obra está realizada en blanco y negro, con lo que la expresividad de las sombras, los claroscuros y los contrastes entre las blancas paredes de los edificios y la oscuridad ambiental (gran parte de la historia se desarrollará de noche), ayuda a dar al cómic ese carácter oscuro y aterrador.
La disposición de las viñetas en la página está realizada de manera bastante clásica, respetando las formas cuadradas y rectangulares de toda la vida, con un espaciado entre viñeta y viñeta pequeño, que hace que en muchas ocasiones las páginas estén repletas de escenas de muy diferente carácter, lo que acelera la acción del discurso y, por otro lado, ayuda a crear en muchas ocasiones el ambiente opresivo que respira el título.
La violencia de las escenas irá incrementándose a medida que la historia avance, haciéndose en algunos momentos incluso desagradable a la vista. Sin llegar a recrearse excesivamente en las escenas más truculentas, la narración de Otomo, como vemos en esta obra y como desarrollaría luego en su obra posterior, no se basa tanto en enseñar vísceras y casquería como en el componente psicológico de su dibujo.
En ocasiones nos resultará mucho más sobrecogedora una mirada entre dos personajes, o un plano determinado de la escena, que el despliegue momentáneo de violencia durante la acción.
La nueva edición de Norma no está nada mal. De los tres tomos en los que inicialmente se editó la obra en nuestro país, se ha pasado a la edición en un solo tomo, como el original japonés, en un formato muy cómodo y manejable en rústica que nos permite seguir la historia de principio a fin sin interrupciones. La verdad es que Norma Editorial ha hecho muy buen trabajo con esta edición, incluida en la colección Sensei Manga de la editorial, con una calidad de papel y de impresión envidiables y con una portada a todo color que llama la atención desde el primer momento.
El tomo tiene 240 páginas, sin ningún apéndice o información suplementaria sobre la obra o el autor, lo que, ciertamente, se echa en falta. Pero, por otro lado, el hecho de no tener ni siquiera un apunte sobre la sinopsis del relato hace que aún nos sorprendan más los acontecimientos descritos por Otomo.
En definitiva, una obra que vale la pena tener en cualquier colección de manga que se precie, sobretodo recomendada para todos aquellos que disfrutaran con Akira, ya que podrán descubrir algunos rasgos definitorios del autor en esta obra que, en menor grado y de una forma mucho más desdibujada, luego utilizaría en toda su obra posterior.
Lo mejor: Como cualquier obra de Otomo es de calidad general innegable, a la vez que posee un dibujo realmente impresionante.
Lo peor: La historia transcurre de manera precipitada, y los personajes parecen poco desarrollados.
Ficha Técnica
Título: Pesadillas
Título Original: Domu
Guión: Katsuhiro Otomo
Dibujo: Katsuhiro Otomo
Editorial Japonesa: Futabasha
Editorial Española: Norma Editorial
Formato Tomo: B5 (176×250)
Precio: 13€
Nº de Tomos en Japonés: 1
Nº de Tomos en Castellano: 1
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