Un fallido experimento para solucionar el calentamiento global acabó con la mayoría de la vida existente en el planeta. El último tren llamado Snowpiercer (Rompenieves) se mueve en círculos por el mundo, con un motor en perpetuo movimiento, a través de un desierto de hielo y nieve. Los últimos supervivientes de la Tierra se amontonan en sus vagones, divididos entre la clase explotada, que vive en la sección de cola sufriendo hambre y frío, y la clase poderosa, que viaja en los primeros vagones con todo tipo de privilegios y excesos. La vida en el tren es un círculo vicioso hasta que un día, un joven llamado Curtis, líder de la sección de cola, decidirá cambiar el estado de las cosas. Al mismo tiempo descubrirá todos los secretos del tren y de la propia condición humana.
La historia es oscura, un ambiente entre la acción y ciencia-ficción. A lo largo de la elaborada trama, los personajes adquieren consistencia en cuanto a los valores que demuestran -como la “libertad” que quieren conseguir, aunque se encuentren en un lugar cerrado-; recurriendo a varias referencias políticas, filosóficas y críticas sociales con un humor extravagante.
Quizás una de las primeras cosas más llamativas de la película es que no se centra solo en el argumento, sino que por encima está la evolución de los personajes, mientras se esclarecen los motivos de la lucha de una “sociedad” en un entorno cerrado. Y Curtis se encuentra en medio de todo esto, un simple pasajero de la sección de cola, o de la baja sociedad. Aunando fuerzas con sus compañeros tendrán que continuar hasta el motor del tren, situado en la parte delantera. Tendrán que averiguar qué les ha llevado a estar “condenados” a vagar en un tren, ya que no se puede vivir en el exterior debido a la congelación total del mundo.
Principalmente, lo que más destaca de esta película es el elenco de actores que reúne: Chris Evans (Capitán América: El Soldado de Invierno, Los Vengadores) encarna a Curtis Everett, y junto a este le acompañan Tilda Swinton (Michael Clayton, El curioso caso de Benjamin Button), Jamie Bell (Billy Elliot, Jumper), John Hurt (V de Vendetta, Hellboy) y Ed Harris (El Show de Truman, Una mente maravillosa) que es el antagonista de la historia.
Pero no todo se rige por los intérpretes occidentales, sino que también en la cinta participan caras conocidas del panorama oriental: Ah-Sung Ko (Una vida nueva, The Host) y junto a ella Song Kang-Ho (El bueno,el raro y el malo, Sympathy for Mr. Vengeance, Crónica de un asesino en serie) que ya ha trabajado anteriormente con Ko. También, en un papel menos destacado, pero en forma de cameo hace gala Steve Park (Un día de furia, La sombra del poder) -o Stephen Park, como aparece en varios créditos de películas-.
La interpretación del protagonista, Chris Evans, vuelve a resaltar su faceta de héroe y líder, y el resultado que obtiene es convincente. Ed Harris es otro de los que más destacan en su papel como el malo de la película. Aunque ya se le ha visto otras veces interpretar un papel serio y oscuro en varios proyectos anteriores, en Snowpiercer sabe encajar muy bien en su papel como antagonista.
Ahora que se han mencionado a los dos “grandes” de la película, cabe decir que las interpretaciones del resto de los actores no son para nada malas. Al contrario, se meten de lleno en el rol que les corresponde y consiguen transmitir al espectador toda la acción que recae sobre cada uno de ellos. Esto además, queda aderezado con el vestuario de los personajes del último vagón que sirve para mostrar las malas condiciones en que se encuentran.
Respecto a los decorados y la recreación de los entornos de la película, estos son muy llamativos visualmente, dan una gran sensación de realidad. En cuanto se muestra en la película el panorama del mundo exterior congelado, el espectador queda atrapado y con una vaga sensación como si hubiese ocurrido de verdad. En ningún momento se nota ningún fallo de raccord en las escenas.
Básicamente consigue que el espectador se centre en los propios personajes más que en el entorno. No solo eso, sino que también lo que acontece en ciertos momentos de la película con los giros de guión que ofrece, hacen que la cinta sea una verdadera joya.
A nivel personal es como un videojuego, ya que cada vagón del tren pareciera una pantalla o nivel. Con cada puerta que se abre hay varios enemigos detrás o simplemente un cambio de escenario. También recoge aspectos de las revoluciones que tanto se han representado en muchísimas películas, donde la unión hace la fuerza.
Los diálogos hacen que no se pierda en ningún momento el ritmo de la película, no son para nada excesivos ni aburridos. Muchas veces hay pocos diálogos y predomina más la acción, pero esto se sustituye por primeros planos en objetos o en algún personaje que tenga que ver con un suceso que tendrá lugar poco tiempo después.
Esta película es una adaptación de la novela gráfica Le Transperceneige de Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb (publicada en España por Bang Ediciones bajo el título Rompenieves). Además cabe destacar que la película ha contado entre su equipo de productores con Park Chan-Wook (Old Boy, Stoker). Mientras que el guión ha sido adaptado por el propio Bong Joon-ho y Kelly Masterson (Antes que el diablo sepa que has muerto), la banda sonora está compuesta por Marco Beltrami (nominado al Oscar por En tierra hostil y El tren de las 3:10), el diseño de producción corresponde a Ondrej Nekvasil (El ilusionista) y la dirección artística por Stefan Kovacik (El secreto de los Hermanos Grimm).
Además, para la película se construyó el decorado de un tren de 650 metros de largo en el Studio Barrandov en República Checa. Eric Durst (Spiderman 2) se encarga de supervisar los efectos visuales y el coordinador de especialistas es Julian Spencer (Promesas del Este, 28 semanas después).
La película, que fue producida y estrenada en 2013 en Asia, llega en 2014 a Europa y América. En Europa fue presentada en el 64 Internationale Filmfestspiele Berlin o abreviado Berlinale y posteriormente abrió la 11 Muestra de cine fantástico de SyFy que se celebró en Madrid. Además, un día antes de su estreno en cines, los abonados a Canal+ podrán verla en un único pase.
En conclusión es una película que ha marcado un hito en la historia del cine coreano, pero también puede marcarlo en la historia actual del cine. Es una obra fantástica, para apreciar con todos los sentidos y no perder ningún detalle. Lo tiene todo a su favor: emoción, acción, diversión, dramatismo y profundidad en un ambiente espectacular que transmite al espectador una obra totalmente visionaria y excelente. Muy recomendada para todos los seguidores del cine asiático, así como para aquellos que busquen algo diferente e innovador.
Además, para todos los interesados en ver la película hay un corto animado de una duración aproximada de cinco minutos, que sirve de precuela a la cinta comentada.
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