Continuamos una semana más con la review del segundo capítulo del anime Orange, basado en el manga homónimo de Ichigo Takano. Este anime pertenece a la temporada de verano y retrata la vida adolescente de Naho, quien recibe una misteriosa carta de su “yo” del futuro. Avisamos que puede contener spoilers.
El capítulo comienza con Naho sentada en su habitación y la carta que ha recibido de su futuro “yo”, en la que se puede leer: “10 años en el futuro, Kakeru ya no está”. Recordando así cómo habíamos dejado el primer episodio, en el que no sabemos mucho más de los personajes.
Las imágenes estáticas continúan en este episodio que muestra cómo se va cumpliendo todo lo que pone en la carta. Vemos a Kakeru jugar un partido de fútbol por la insistencia de Suwa y observar cuidadosamente cómo Naho le arregla un botón de la chaqueta de su amigo. En este sentido no podemos juzgar toda la crítica que podría hacerse sobre este punto dado que estamos ante una animación japonesa en la que es muy común que una chica estudie “economía doméstica” y lleve consigo aguja e hilo, por la propia sociedad japonesa o simplemente porque a Naho le gustan las tareas del hogar. El caso es que tampoco es un dato trascendental para la trama.
Así pues las chicas no se van de compras como tenían previsto y ven cómo juegan al fútbol Suwa y Kakeru. De modo que al final Kakeru se une provisionalmente al club de fútbol.
Hasta aquí vamos viendo algo más de Naho, cómo se sonroja cuando habla con Kakeru y duda de todo cuando alaban su bento y Kakeru dice en broma que a él también le gustaría probar su bento, cosa que ella promete hacérselo. Pero comenzará a darle vueltas al asunto durante la noche para decidir al final que sí. Esta indecisión del personaje, que se deja entrever, puede ser parte del mismo carácter que su madre, pero que para el espectador puede llegar a ser insufrible.
Sin embargo, se debe crear suspense sobre este hecho y después de las clases termina por no darle el bento que lleva en la bolsa que cuelga de su hombro. Kakeru se ofrecerá a llevárselo sin saber qué hay dentro. Pero continuamos con esta indecisión de si se lo da o no, lo empujará cuando éste se ofrece a llevárselo y cada uno se marcha por su cuenta. Aunque Naho vuelve para disculparse y vuelven juntos a casa. Suwa sabe que no pinta nada entre la pareja y se marcha, algo que da mucha pena, pues ya nos hacemos a la idea de sus sentimientos. Este punto es muy destacable porque es algo que no sucede en la carta y Naho no tiene una respuesta clara. Al fin y al cabo, aunque creamos que nuestro destino está escrito, no está todo decidido.
“¡Qué hambre!”, se quejará al aire Kakeru cuando llegan a un parque en su vuelta a casa. Aquí ya comienza a hacerse mucho más interesante la historia, queremos verlos juntos, aunque entre medias para crearnos ese ambiente romántico pasan el recursos típico de imágenes del parque y los pájaros vuelan. Y en este mismo punto, pasaremos por un primer jarro de agua fría: la madre de Kakeru se suicida el primer día del curso y Kakeru falta dos semanas por la mudanza. Un momento de tensión que forma parte del ritmo de la propia historia y de la vida misma: los momentos felices se alternan con los tristes e incluso ambos suceden a veces al mismo tiempo.
Al final Naho le dará el bento que llevaba guardado todo el día, sintiendo mucho miedo y el espectador pensando que Kakeru no le haga sufrir mucho, porque aunque Naho sea demasiado exagerada, debemos ponernos en el rol del pensamiento de una adolescente que hace algo por primera vez para otra persona y que ya acostumbra a anteponer los sentimientos de los demás a los suyos. Por lo que para ella es un acto casi egoísta porque lo hace ella, porque sí, para él. Así se convence que quiere preservar la sonrisa de Kakeru cuando ve la reacción de éste cuando coge el bento.
Parece que la estructura será intercalar un nuevo flashforward al final del capítulo que nos desvela que Kakeru muere a los 17 años en un accidente y el grupo de amigos, de los cuales apenas sabemos nada, ahora adultos, se dirigen a dejarle ofrendas en su tumba. Además, se arrepienten de lo sucedido dado que podrían haberlo evitado. Aquí es donde se puede extrapolar las segundas oportunidades, aunque no sabemos muy bien cómo llega la carta a manos de Naho.
Por ahora el anime es 100% fiel al manga, pero deberemos ver cómo comprimirán el resto de la historia en los 11 capítulos que restan.
¿Evitará Naho ese trágico desenlace?
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