Después de sobrevivir al terremoto de Shueisha y que le costó la vida a EDT, así como los sucesivos retrasos de Panini, no han impedido que por fin esté a la venta el último volumen de Gantz. Un manga de ciencia ficción que durante 13 años ha asombrado a los lectores con épicas peleas, monstruos y demás seres increíbles. Ahora es el momento de que los fans, tras seguir la serie a los largo de sus 37 tomos, valoren la evolución y final de esta increíble obra, en todos los sentidos. ¡Cuidado spoilers!
Gantz es sin duda uno de los seinen que más me ha impactado y divertido de los últimos años. Me atrapó por completo con su planteamiento original: muerte, extraña resurrección, un retorcido juego de supervivencia que sube la adrenalina, sumado a la promesa de una salvación.
Con el transcurso de los tomos vamos conociendo y adentrándonos en la personalidad de los personajes, la relación entre ellos y cómo se van sumergiendo en el maquiavélico universo de Gantz, descubriendo sus secretos, descubriendo el amor, la traición, la valentía y la cobardía. Además dentro de Gantz hay poco margen para los errores. Los protagonistas sin duda pagan por ellos. Un aspecto interesante tiene que ver con las interacciones que tienen lugar fuera de Gantz, ya que estas influyen notablemente en cómo van a afrontar los protagonistas la próxima “partida”.
El manga tiene una primera fase realmente fuerte, muy videojueguil y divertida, donde las misiones vienen una detrás de otra hasta la apoteósica misión de los Budas. Menos interesante me resultó la parte intermedia de la obra, la que corresponderia con los tomos “azules” y la saga de los Vampiros. Afortunadamente, la historia mejora sustancialmente cuando comienza a destaparse toda la verdad que concierne a la extraña esfera y comienza a revelarse la invasión alien y la revolución humana. El cambio del protagonista, Kurono, de adolescente despreocupado y egoísta a héroe hace ya tiempo que ha tenido lugar. La última fase de la historia, la revolución de la humanidad, que vemos en los últimos 10 tomos aproximadamente es vertiginosa, bestial, espectacular y épica. Gantz posee un buen final pero habría sido de agradecer que Oku Hiroya hubiera rematado su creación con algo parecido a un epílogo.
Cada tomo se lee rápidamente. La obra visualmente es brillante y se nota muchísimo la evolución como dibujante de Hiroya. Los trajes, armas, aliens, vehículos y escenarios hiperrealistas hacen que Gantz sea un gozo para la vista. Sin duda estamos ante una de las obras del género que dejarán huella. Yo desde luego la recomiendo muy encarecidamente a los amantes del género.
Max Plaza opina…
Casi 13 años leyendo esta serie… Mucho ha cambiado el mundo del manga desde entonces, mucho he cambiado yo leyendo manga y mucho ha cambiado la idea que teníamos de Gantz. Todavía recuerdo aquel primer tomo en el que no llegabas a entender su idea principal. Solamente que había unos sujetos que tenían en común haber muerto y tenían que cumplir una serie de misiones y sobrevivir. Creo que si tuviera que resumirlo en una palabra sería: ESPECTÁCULO.
La trama argumental ha tenido sus más y sus menos. Además poco se desvelaba de todas las dudas que se planteaban y tenías que recurrir demasiado a la ‘suspensión de la incredulidad’: ¿Reality Game? ¿Survival? ¿Extraterrestres? ¿Monstruos? ¿Vampiros? ¿Gente con poderes sensoriales?¿Misticismo? Todo valía por el espectáculo y para mí durante estos 13 años lo ha conseguido.
Los personajes están bien trabajados… no sé cuántas veces habré leído el nombre de Kei Kurono y demás compañeros… Algunos nos han ido dejando, otros han vuelto, pero todos tenían un trasfondo que te hacía querer saber más de ellos. En el aspecto técnico qué podemos decir: Desde el principio sabíamos que Gantz no era un manga cualquiera; que se utilizaba el ordenador para ofrecernos un espectáculo visual sin parangón. Quizás muchos pueden renegar de utilizar el ordenador, pero el hecho es que convencía y de qué manera. Creo que a pesar del fanservice que tiene la serie y de que la lectura de un tomo dure menos que un chupachups a la puerta de un colegio es una gran serie.
Echo la vista atrás y en 2005 «vaticiné» que se haría un live-action (y no me equivoqué por casualidad), por aquel entonces estaba la serie de animación (a la que podéis echarle un vistazo) y un juego para la PS2. La adaptación cinematográfica no está nada mal y también recomiendo su visionado.
Han sido 13 años de sufrimiento por saber el final, por tener respuestas a todas esas preguntas que nos hicimos durante estos años. En general, es una serie que cualquier aficionado al manga tiene que conocer y leer. Quizás no sea un clásico en el futuro o quizás sí, eso lo decidimos los lectores. Ahora que tengo completa la colección, voy a leer de nuevo toda la serie del tirón, para poder degustar todo lo que el autor ha querido que hagamos estos años.
En definitiva: ¡¡Una pasada!!
David J. ‘Batto’ opina…
¿Mi sensación tras leer el final de Gantz? Me siento estafado. Creo que Hiroya Oku ha jugado con nosotros, sus lectores, durante 13 años ¿De verdad tanto ir y venir de bichos, extraterrestres, muertes y tetas para que al final sea igual que el de un anime que vio de pequeño el autor y le dejó flipando? ¿De verdad?
A ver, no voy a negar que durante esos 13 años me lo he pasado bien. Sin lugar a dudas hemos disfrutado de uno de los mangas sci-fi de acción y misterio más chulos que se han publicado en España. Ha tenido sus altibajos, sí, pero aún recordamos sagas memorables como el combate en el templo budista o la misión en Roma. Hemos alucinado con espectaculares escenas de acción protagonizadas por Izumi, Nishi, Kato o Kurono. Y cómo no, tampoco nos podemos olvidar de los sorprendentes ingenios mecánicos y armamentísticos que hemos visto desfilar, a cada cual más mortífero o destructivo. Sí, puedo admitir, que he disfrutado mucho de la lectura de Gantz.
Pero como toda historia con secretos, misterios y preguntas, esperamos que al final el autor nos las resuelva, al menos en parte. Eso no ha sucedido en Gantz. La sensación que me ha quedado a mi tras haber acabado Gantz es que el autor ha estado experimentando con nosotros, sus lectores. Si le apetecía meter extraterrestres luchando contra humanos con poderes especiales, lo metía. Si luego quería meter katanas hipermolonas, las metía. Si más tarde le entraban ganas de meter vampiros, ¿por qué no? ¿y dinosaurios? ¿quién se lo podía impedir? Nadie, mientras nos tuviera enganchados tomo a tomo, parece que todo valía. Y al final, cuando hacía falta darle sentido a todas las barrabasadas incluidas en la historia, se saca de la manga -nunca mejor dicho- la explicación menos ocurrente y más simplista: eran humanos entrenados para detener una posible invasión alienígena.
¿Ya? ¿No hay más? ¿De veras? Es decir, unos ricachones, que vete tu a saber como, se enteran de que unos extraterrestres gigantes van de mundo en mundo consumiéndolos, que pronto le tocará el turno a la Tierra y para detenerlos resucitan humanos para entrenarlos matando extraterrestres que viven secretamente entre nosotros. En fin, que a esos ricachones, no se les ocurrió contárselo a nadie más, ni los gobiernos del mundo sabían nada, ni se decidió entrenar a más gente de manera más profesional, ni producir más armas en masa ante la invasión que se nos venía encima… No, ¿para qué? Si de esta manera era más divertida y así de paso Oku tenía 13 años de manga por delante para ir metiendo todo lo que se le podía pasar por la cabeza. Y de paso tetas, muchas tetas, que como siempre ha admitido es de lo que mejor y más le gusta dibujar.
Por el camino cientos de misterios, como los clones, los vampiros, los poderes psíquicos, los extraterrestres que viven entre los humanos, el hermano de Kei… ¿Para qué explicarlo? No hace falta. Metemos un bicho por aquí, un arma súper chula por allá, alguna teta furtiva y escenas de acción hiper- molonas. El resto poco importa. O al menos eso parece.
Sí, he disfrutado con Gantz. Durante mucho tiempo he devorado cada uno de sus tomos nada más comprarlo en mi tienda habitual. Pero tras estos 13 años, aunque satisfecho por el “viaje”, no puedo quitar de mi cara esa expresión de gilipollas que se me quedó al leer los últimos tomos. Gracias Oku.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿os ha gustado el final del manga?
Facebook
Twitter
Pinterest
Instagram
YouTube
RSS