Actualmente, estamos asistiendo a un auténtico aluvión de títulos coreanos de calidad de lo más variados. Ejemplo de ello son Train to Busan, La doncella o Asesinos, a cuál más diferente. Sin embargo, un género en el que los asiáticos se encuentran cómodos es en el de gánsters, en el que la influencia occidental es innegable. Nameless gangster es un claro ejemplo de ello, donde Yoon Jon-bin ofrece su particular visión del mundo de la mafia.
En 2012, el director coreano Yoon Jon-bin, conocido por obras como The Unforgiven (2005) o Beastie Boys (2008) estrenó Nameless Gangster. Era la primera vez que el realizador profundizaba en el género, aunque por suerte contó con un reparto de excepción. Choi Min-Sik (Lucy) y Ha Jung-Woo (La doncella) encabezaban el reparto de actores, acompañados de otros nombres como Cho Jin-Woong (Asesinos), Ma Dong-Seok (Train to Busan) y Kwak Do-Won (El extraño).
La película fue un auténtico éxito, recaudando 4 millones de dólares en tan solo 25 días y llegando a ser considerada la película que le gustaría haber dirigido a Scorsese. Además, entró en el top 10 de las mejores películas coreanas de 2012. Con estos números no es de extrañar que la película saliera de las fronteras coreanas. A finales de ese mismo año Mediatres Estudio anunció la licencia de la película, lanzándola en blu-ray y DVD.
El gran sueño coreano
Corea del Sur, años 80. El país se encuentra dominado por las mafias que poco a poco van corrompiendo la sociedad. Sin embargo, el presidente del país toma la decisión de ir a por los gángsters, siendo un auténtico azote del crimen organizado. Uno de los detenidos es Choi Ik-Hyun (Choi Min-Sik) acusado de diferentes crímenes, como estafa, pertenencia a banda armada, secuestro… Pero su única vía de escape parece ser confesar todos sus crímenes. Es entonces cuando vemos la historia detrás de este mafioso.
Choi Ik-Hyun era funcionario de aduanas en el puerto de Busan, donde además de trabajar también se quedaban con parte de la mercancía. Sin embargo, un día es elegido ser la cabeza de turco para evitar que se descubran las negligencias en las aduanas. Aunque el día anterior de su confesión, descubre en un contenedor un fardo de cocaína con el que ve una oportunidad de hacerse rico. Aquí comienza el ascenso de Choi en el mundo de la mafia, sin embargo, ¿cumplirá sus máximas aspiraciones o morirá en el intento?
El calificativo de que es la película que le habría gustado dirigir a Scorsese no resulta para nada descabellada. Muchas de las situaciones que se ven en la película parecen sacadas de películas del género del aclamado director, sobre todo Uno de los nuestros. Una cinta que muestra el mundo de los gánsters coreanos desde dentro, y que a su vez muestra cómo la avaricia de un solo hombre llevará a emplear la violencia y el engaño con tal de hacerse con todo.
Aunque al contrario de lo que suele ocurrir en las películas de gánsteres asiáticas, la violencia se muestra en pequeñas dosis y de una manera muy sobria. Sin embargo, uno de los fallos de la película se encuentran en la propia estructura de la misma, a ratos confusa, a ratos repetitiva. Pero este no es el gran fallo que Scorsese cometería…
Jugando a ser gánsters
Los personajes son quizás el punto más flojo de la película. Ya sea porque unos son meros arquetipos del género o porque su desarrollo es inexistente, la gran mayoría carece de atractivo.
Pero quizás el mayor error se encuentra en el protagonista. Choi en ningún momento tiene el carisma que pueden tener algunos de los personajes memorables de este género. Y esto se debe a que su trasfondo no tiene desarrollo, por lo que todas sus acciones parecen movidas por capricho. Por este motivo, tanto al protagonista como el resto de personajes no despiertan el temor que deben despertar en películas de este tipo. Uno no se acaba de tomar en serio a los personajes y, por extensión, a la película.
La corea del Sur de los años 80
Quizás uno de los aspectos más cuidados de la película sea su apartado técnico. Yoon Jon-bin no escatima en detalles para trasladar al espectador al Busan de los años 80. Una época donde no son pocos los que quieren llevar esa vida de lujo que solo estaba al alcance de unos pocos.
No solo en la caracterización, sino también en la música o en la inclusión de imágenes documentales en la propia trama. Todo esto presentado con una variedad de colores negros, grises y marrones que muestran el lado oscuro del mundo de la mafia coreana.
Sin embargo, al igual que ocurre con el trasfondo de los personajes, tampoco se profundiza en él dado que solo sirve de telón de fondo para la trama de la película.
Yoon Jong-Bin, un director todoterreno
Muy pocos directores poseen trabajos tan dispares en tan pocas películas como Yoon Jong-Bin. Nacido en Busan en 1979, se graduó en la Chun-Ang University con la película The Unforgiven (2005) a modo de tesis. La cinta que explora las relaciones sociales en el ejército coreano no solo le valió la carrera, sino también le permitió cosechar varios premios en distintos festivales, tanto dentro como fuera de Corea.
En su siguiente trabajo abandonó el mundo militar que le metió en algún que otro problema con el Departamento de Defensa de Corea, con Beastie Boys. La cinta se estrenó en 2008 y explora el mundo de los hombres acompañantes en un local de Gangnam de Seúl desde una perspectiva dramática.
Aunque fue en 2012 cuando llegaría su gran éxito con Nameless Gangster, trasladando al espectador al mundo de las mafias del Busan de los años 80. La película fue un éxito tanto de público como de crítica, catapultándole definitivamente a la fama internacional.
Su película más reciente fue Kundo: Age of the Rampant en 2014. Una película ambientada en el siglo XIX en el periodo convulso de la dinastía Joseon y protagonizada por un grupo de bandidos. El director reconoció ser uno de sus trabajos más personales en inspirarse en películas con las que creció en su infancia.
La edición
La edición de la película que reseñamos se trata de la edición en DVD. Se trata de una edición sencilla que, al contrario que los recientes lanzamientos de la distribuidora no incluye libreto. Algo que sin duda vendría bien en una película que ha recibido tan buenas críticas tanto en Corea del Sur como fuera del país.
Sin embargo, uno de los aspectos negativos de la edición es el doblaje. Si bien algunas voces están muy bien conseguidas al captar la esencia de personajes como Hyung-bae o Ma Dong-Seok, la del propio protagonista es excesivamente irritante. Un gran error si se trata de la voz que más va a oír el espectador a lo largo de la película.
Conclusión
Sinceramente, Nameless Gangster me ha defraudado y es una auténtica pena. Yoon Jon-bin no ha sabido aprovechar un contexto con tanto potencial, quedándose en una película del montón. Una historia que no aporta nada nuevo al género.
Gran parte de la culpa de esto lo tienen unos protagonistas carentes de carisma, pareciendo en ciertos momentos parodias de los arquetipos archiconocidos del género. Ni siquiera el protagonista desprende el carisma que debiera en una película de estas características.
Yo solo la recomendaría a amantes del género, dado que alguien ajeno a él puede llegar a parecerle algo tediosa, por el poco desarrollo tanto del contexto como de sus personajes. Una pena.
Lo mejor
- La ambientación del Busan de los años 80
Lo peor
- La historia no aporta nada nuevo al género
- Personajes planos sin carisma
Nameless Gangster
Estudio: Showbox
Año: 2012
Tipo: Película imagen real
Duración: 133 min.
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