El 21 de septiembre de 1976 muchos jóvenes japoneses compraron la Weekly Shônen Jump con ganas de continuar las aventuras de sus personajes favoritos. Entre todas las series de aquel número, debutaba una comedia bastante particular: Kochira Katsushika-ku Kameari Kōen Mae Hashutsujo. Lo que muchos lectores no se imaginaban es que cuarenta años más tarde iban a leer el último capítulo de Kochikame, como popularmente se pasó a conocer, junto a sus hijos y posiblemente sus nietos. Prácticamente toda una vida en manga.
Hoy se despide Kochikame, el particular manga de comedia de Osamu Akimoto y lo hace por todo lo alto: portada de la Shônen Jump y con capítulo doble con páginas a color. Además, en el mismo número varios autores le rinden un homenaje a tal legendaria obra como es el caso de Eiichiro Oda, quien tiene palabras de elogio hacia Akimoto y su manga. No es para menos después de más de 1800 capítulos y 200 volúmenes recopilatorios, que le han permitido entrar en el Libro Guinness de los récords como “el manga más largo de la historia”.
¿De qué va Kochikame?
Sin embargo, a pesar de que en Japón tanto la obra como su autor se han convertido en auténticas leyendas del manga, en España no son pocos los que prácticamente desconocían esta comedia. Aunque algunos recuerdan las contadas emisiones de su adaptación animada en Animax, Neox, o Canal Andalucía, una porción considerable de fans del manganime desconocía de su existencia. “¿De qué va Kochikame?” es sorprendentemente la pregunta más repetida en las redes sociales para indignación de algunos.
Kochikame está protagonizado por Kankichi Ryotsu, un hombre de 36 años y policía en la comisaría de Kameari. Al contrario de lo que se podía esperar de un agente de la ley, Ryotsu es una persona vaga y avariciosa, cuya mayor aspiración es hacerse rico sin prácticamente dar palo al agua. Sin embargo, sus planes para hacerse rico de manera rápida nunca salen como él espera.
La obra se compone de distintos gags que siguen la misma estructura: Ryoutsu tiene una idea para hacerse rico, involucra a su pobre compañero Nagakawa para que le traiga todo lo que necesita y, finalmente, sus planes acaban yéndose al traste. Aunque pueda parecer repetitivo, parte del éxito de Kochikame reside en los rocambolescos planes de Ryo-san que casi siempre acaban encontrando la carcajada del lector.
Kochikame en otros medios
Como suele ser habitual, toda serie popular acaba dando el salto a otros formatos y Kochikame no ha sido excepción. Después de veinte años de serialización, en 1996 Ryoutsu y sus compañeros dieron el salto a la pequeña pantalla en forma de serie de la mano de Studio Gallop. El anime contó con 373 episodios y 9 especiales, contribuyendo aún más a su éxito. Incluso Luk International se fijó en ella y apostó por editarla, haciendo que se emitiera en España, aunque por poco tiempo.
Aunque Kochikame no se limitó solo al anime, también dio el salto a imagen real. En 1977 se estrenó una película live-action y en 2009 empezó a emitirse el dorama en TB, que al igual que todo lo relacionado con Kochikame, disfrutó de un enorme éxito. Esta producción televisiva sirvió de inspiración para un segundo live-action estrenado en 2011. Adicionalmente cuenta con numerosas representaciones teatrales, como la que se estrenará este mismo 2016 por su 40º aniversario.
De entre todas estas adaptaciones, una de las más destacables sea la aparición de Ryoutsu como uno de los personajes jugables del J-Stars Victory vs. Un juego de lucha producido por Shueisha y Bandai Namco donde nuestro protagonista se encuentra con otros vecinos igual o más populares de la Weekly Shônen Jump. Una oportunidad que el agente más vago y carismático de la historia de la Jump no podía perderse.
Kochikame en la vida real
Pero limitarse a sus varias adaptaciones para valorar el éxito de Kochikame sería injusto. A lo largo de estos 40 años de publicación hay una zona de Japón que se ha visto muy beneficiada por el manga de Osamu Akimoto: el barrio de Katsushika.
Desde que Ryoutsu empezara a sembrar el caos por las calles del mencionado barrio tokiota, no son pocos los turistas que se han acercado por Katsushika para identificar lugares donde tuvieron lograr las disparatadas andanzas de nuestro protagonista.
Conocedores de este reclamo turístico, se han realizado dos construcciones en el barrio que prácticamente se han convertido en lugares de peregrinación para los fans. Por un lado se ha construido la comisaría del manga a tamaño real y que es bastante fiel a la que se describe en la obra. Además, desde 2006 se instalaron estatuas de bronce de los personajes en la estación de tren de Katsushira. Dos lugares que tanto los fans de Kochikame como del manga en general no deben perder la oportunidad de visitar.
Esta ficcionalización de la realidad es quizás el ejemplo más claro de la importancia de Kochikame, no solo para la historia del manga, sino también para la sociedad japonesa durante estos últimos 40 años. La obra no solo ha animado las mañanas de los jóvenes nipones, sino que además, como tantas otros mangas de comedia, han inculcado una serie de valores que seguramente han calado muy hondo en ellos y muy seguramente en sus hijos y nietos.
La obra de Osamu Akimoto se despide hoy como una auténtica leyenda de la historia del manga. Ahora Shueisha tiene un nuevo reto por delante: ¿podrá llenar este gran vacío que deja Kochikame? Solo el tiempo lo dirá. Al menos Akimoto ya tiene previstas cuatro publicaciones para 2017. Cuanto tendría que aprender Ryoutsu de su creador….
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