James Edward Franco es un actor estadounidense, guionista, director, productor de películas y pintor. Inició su carrera como actor a finales de la década de los años 90, con apariciones en series televisivas como Freaks and Geeks y en películas de adolescentes. En 2001 interpretó el papel de James Dean en la película homónima, actuación que fue premiada con un Globo de Oro al mejor actor de miniserie o telefilme.
Pero James Franco puede que sea más conicido entre el aficionado al cómic por encarnar al amigo de la infancia de Peter Parker (Tobey Maguire) en la saga de películas Spiderman.
Otros trabajos en su filmografía reciente han sido 127 horas (con nominación a los Oscars como mejor actor), Mi nombre es Harvey Milk (con Sean Penn), Superfumados, o An American Crime.
La película de la Warner Bross., que aún se encuentra en la fase de preproducción, cuenta ya con director Albert Huges (El libro de Eli) y la producción de Leonardo DiCaprio, a través de su productora Appian Way.
A parte de la confirmación de algunos de los nombres implicados en el proyecto, también se ha revelado que la película hará algunos cambios respecto al guión original, como trasladar la acción a New Manhattan (Neo-Tokio en el original).
El manga original en el que se basa el film, Akira, fue escrito y dibujado por Katsuhiro Otomo entre 1982 y 1993 obteniendo un éxito significativo en Japón y en el resto del mundo, logrando entre otros el Premio Kōdansha al mejor manga en 1984 en la categoría general. En España ha sido publicado en distintos formatos y por distintas editoriales, la más reciente, una en 6 tomos de gran tamaño, muy fiel a la original.
1988: El mundo está al borde de la destrucción absoluta. La tecnología avanzada fue la causa de una terrible explosión que desencadenó una guerra nuclear y devastó las grandes ciudades del planeta. Treinta años después, sobre las ruinas de Tokio, se alza la megalópolis de Neo-Tokio, una ciudad opresiva e inhumana cargada de problemas como el desempleo, la violencia, la droga y el terrorismo. Las sectas religiosas y los grupos extremistas, aprovechándose de la insatisfacción de los ciudadanos, cultivan el mito de AKIRA, un «niño cobaya» depositario de la «energía absoluta» cuya resurrección significaría para Japón el amanecer de una nueva era.
Fuente: Just Jared
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