Queda poco más de un mes para que Final Fantasy XV vea la luz en nuestro país para Playstation 4 y Xbox One. Así que, para ir abriendo boca os dejamos con unas impresiones sobre la demo que pudimos probar en el Barcelona Games World.
Lo primero que sorprende al ponerse delante de la pantalla es la gran calidad gráfica de este título. Los paisajes son bellísimos y los personajes cuentan con todo lujo de detalles. Podría decirse que este juego es todo un portento en cuanto a gráficos se refiere.
Nada más empezar la demo, nos encontramos en medio de una gasolinera controlando al protagonista de la historia, el príncipe Noctis. Al no disponer de demasiado tiempo para jugar, dimos una vuelta muy rápida por la zona. En esta, pudimos ver una tienda, una cafetería, diferentes coches aparcados y dispensadores de gasolina. La verdad es que para ser un área de servicio estaba bastante animada y muy lograda, casi que nos entraron ganas de entrar a comernos un bocata en la cafetería.
Así que sin más dilación, decidimos obviar la misión principal de hablar con la chica de la gasolinera, ohhh que pena…, y nos adentramos en las montañas, para sacar el explorador que llevamos dentro, y así probar la mecánica de los combates. Al poco tiempo de dejar atrás el área de servicio, y ya en pleno campo, nos encontramos con los primeros monstruos. Y, como no podía ser de otra manera no los dejamos campar a sus anchas y pasar desapercibidos, no señor, todo lo contrario, decidimos entrar a repartir leña.
El primero en aparecer fue una especie de venado, pero con un único cuerno, un primo lejano del unicornio, vamos. Hay que reconocer que al principio el combate fue un poco frenético, nos costó adaptarnos a los controles, que si había que curarse, que si luego decidíamos cambiar de arma eligiendo alguna de las que Noctis lleva encima, que si luego cambiamos de compañero, que si después damos órdenes, vamos un poco caos. La verdad, no hubiera ido mal un pequeño tutorial para ello.
Las armas de Noctis que probamos fueron: un gran mandoble con el que repartías cera de la buena pero que a su vez reducía mucho la velocidad, una lanza que no acabó de gustarnos y la espada que lleva por defecto, esa sí nos gustó y los monstruos supieron quién manda aquí.
Una vez acabamos con el venado “unicorniado”, nos topamos con una especie de rinoceronte. Este repartía bien, pero aun así con ayuda de los amigos del príncipe, y un poco de paciencia, pudimos acabar con él, era duro de pelar, tenía bastante defensa. Algo que nos sorprendió y gustó, aunque a veces creaba algo de confusión, era el poder de Noctis para hacer algo parecido a teletransportarse. Tanto es así que alguna vez aparecimos colgados de la rama de un árbol.
Ya por último, después de ganar confianza en nosotros mismos y creernos los reyes del mambo, nos liamos a tortas con una manada bien dispar de monstruos entre los que se encontraban un par de mamuts con muy mal genio. Aquí sudamos la gota gorda y gastamos muchas pociones, total no las pagamos nosotros. Y sí, ¡salimos victoriosos! Eso sí, al grupo no le hubiera ido mal tomarse unas vacaciones después de esa lucha a lo 300.
La lástima fue que el tiempo no nos dió para buscar más elementos de magia para así poder crear conjuros. Lo único que encontramos en una roca fue el elemento eléctrico, pero sin nada más que combinar no había nada que hacer, o tal vez no supimos como hacerlo, que también puede ser. Vamos, que nuestro ratillo de juego se centró en pelearnos con la madre naturaleza, todo muy productivo.
Y ya para terminar, y a modo de conclusión, podemos decir que el rato que estuvimos jugando nos lo pasamos en grande y queremos gritar a los cuatro vientos que tenemos unas ganas tremendas de que llegue el día 29 de noviembre para echarle el guante a esta joya que seguro que nos ofrecerá muchas horas de juego.
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