Sinceramente, y sin que se deba interpretar por su lado negativo, he de decir que personalmente yo me esperaba más. Es decir, en lineas generales el evento me ha gustado, pero, interprete (error por mi parte), que estando anunciado desde el Salón del Manga, y siendo el único evento de invierno de estas características, mas aún en Barcelona, tendría mucha mayor representación, tanto de afluencia, como de stands. Supongo que eso es comprensible. En tiempos de crisis todos nos apretamos el cinturón, y los stands con enormes sponsors dejan lugar a cosas más discretas. En cuanto a los stands puede deberse a que ese fin de semana coincidían otros eventos similares en Granada y Valencia.
Por parte de la afluencia de publico, también me esperaba una mucho mayor, si bien este año el ambiente ha sido bueno en todo momento de los tres días, a diferencia del anterior en que a ciertas horas del día apenas había gente.
La evolución en general del evento considero que ha sido positiva. Y veo que, en un futuro, este evento tiene todas las bazas para convertirse en el referente de los eventos de invierno, tal y como espero de el, pero las mejoras, que las ha habido, en su mayoría no han sido tangibles de cara al aficionado de a pie. Más bien, para ellos se ha dado una de cal y otra de arena.
Por una parte la entrada. Si bien es comprensible que en esa zona el alquiler del pabellón no ha de ser barato precisamente, así como el coste que ha de suponer semejante escenario (del que hablare luego). El precio de la entrada, 5€, me parece muy elevado para un evento de estas características Pese a que, según la organización el Japan Weekend da mas perdidas que ganancias, el precio de esa entrada posiblemente determino de modo alguno la afluencia de publico el viernes y el domingo.
Por otra parte, la cafetería era un autentico atraco a mano armada. No se si dependía de la organización o de la gestión del pabellón (pienso que es este segundo caso), pero aprovechándose de su emplazamiento en un lugar tan aislado, uno se ve en la situación de pagar 15 euros por 2 sándwiches y un botellín de agua, o bajar hasta Plaza España. Si algún otro año alguien es avispado de vender comida a precios moderados, hará su agosto.
Dejando de lado lo económico, puedo decir que este evento ha sido realmente agradable para mi. Buen ambiente, pero sin llegar a ser un agobio como en el salón, pese a que los de siempre (si, aquellos acerca de los cuales hable una vez en Otakubloggers, los que no conocen ni el jabón, ni la educación y encima molestan) dieran la nota como nos tienen acostumbrados. También observe (y ojo, porque esto si que da para escribir un articulo aparte), que cada vez hay mas «Camekos» por los eventos. Ya no es el aficionado como yo u otro cualquiera que pide fotos a los cosplayers que le gustan. Ahora se ve mucha gente, pidiendo fotos únicamente a las chicas ligeritas de ropa, o algunos incluso con videocámaras grabando sin consentimiento de la chica cosas que van mas allá de su cosplay, y supongo que todos sabréis a lo que me refiero.
Por mi parte desearía que la cosa no degenerara demasiado. No se que hay de malo en decir “disculpa, ¿puedo sacarte una foto?”, en lugar de usar la táctica de acoso y derribo, independientemente de que luego uses la foto para verla, enseñar a tus amigos, subir a tu blog, o tocarte en el baño.
En el Comiket de Japón, debido a la gente que se ha vuelto extremadamente pesada, acosando a las chicas, pidiéndoles con insistencia sus datos, etc, se ha llegado al extremo de tener que prohibir fotografiar a cosplayers excepto en las zonas habilitadas para ello. Espero que aquí no tengamos que llegar a tales extremos, y que los que tengan mucha “tensión acumulada”, vayan a molestar a su casa.
Por otra parte, en la zona de videojuegos, mucha gente debería tener un poco de etiqueta, o al menos de cortesía. Me parece bien que si no hay nadie esperando, la gente juegue todo el tiempo que le apetezca, pero cuando hay en torno a diez personas esperando, creo que después de un tiempo prudencial, o de un par de partidas, se debería dejar jugar a otros. Faltó alguien que controlara la zona de videojuegos, porque estaba usurpada todo el rato por 3 o 4, que no se levantaban de la silla ni a patadas, y por ende, no dejaban jugar a otras personas. Males menores, dentro de lo que cabe.
Sin duda el mayor defecto de este Japan Weekend, ha sido el cierto grado de descoordinación que ha estado presente en cuanto a horarios, el caso mas flagrante en el concurso de cosplay, el cuál yo me atrevería a calificar como desastre total. Un ejemplo de menor importancia es que por ejemplo, los guardias de seguridad no habían sido informados de que nuestro compañero Pau iba a dar un concierto, y no se le permitió el acceso al recinto hasta que un miembro de la organización y yo salimos a hablar con los de seguridad, exactamente 4 minutos antes del horario previsto como inicio del concierto. Y así, con otra buena cantidad de desajustes que consiguieron que muy pocas cosas fueran según lo planificado.
Respecto al concurso de cosplay… La verdad es que me quede sin palabras. Para empezar, se dan 5 minutos de actuación (ningún inconveniente a ese respecto), pero luego se ha de reducir a 3, ya que no hay tiempo suficiente. La ecuación matemática es muy sencilla. Se ha de tener en cuenta el máximo de tiempo disponible, junto con el máximo de participantes que se quieren permitir, para conocer el tiempo del que podrá disponer cada uno en su actuación. Otra opción es tener en cuenta el máximo de tiempo disponible, y el tiempo que se quiere permitir por actuación, para saber cuantas personas podrán participar. Añádase un margen de error fijado para el tiempo que se pierde entre actuaciones, y todo ira sobre ruedas. Lo que no se puede es dar 5 minutos de actuación y que luego la gente se quede fuera (y tampoco es que subieran demasiados cosplayers…
Y he ahí donde esta lo flagrante del asunto, y lo que convirtió el concurso en una catástrofe. En el concurso de cosplay, lo que faltaron fueron cosplays. En su mayoría, esos 5 minutos de actuación fueron malgastados por grupos con ropa de calle que se dedicaron a hacer coreografías Si bien las bases contemplan un premio a mejor coreografía, se indica claramente que ha de subirse a escenario con un traje de un personaje de manganime o videojuego. Entonces. ¿Por que se permitió a esta gente subir a escenario? ¿Es que ni los propios organizadores conocen las normas que ellos mismos redactaron?
La situación es la siguiente: Tenemos a un montón de niñatos que quieren lucirse, suben a escenario y se tiran un numero inespecifico de minutos bailando, como si el concurso de cosplay fuese “Fama”. Cuando la situación comienza a ser alarmante, se les reduce el tiempo disponible a 3 minutos. Y aun con todo, mientras esta gente hacia cosas que no venían a cuento, varios cosplayers se quedan fuera sin actuar.
Me parece bien que a la gente le guste hacer para-para, o el estilo de baile que les venga en gana, pero no en el concurso de cosplay. ¿Por que la organización permitió esta situación?
Es mas, ¿no seria mas sencillo, si por ejemplo el tiempo dedicado al concurso de cosplay es de dos horas, dividirlo en dos espacios de una hora (una para baile, una para cosplay), y en el de cosplay, que SÓLO haya lo que por definición le corresponde? La gente que se sienta para ver trajes de sus personajes favoritos no esta ahí para observar como un grupo de adolescentes con exceso de egolatría bailan con ropa de Zara o Pimkie, mientras solo sus amigos y gruppies les animan.
El tema no quedo ahí, ya que luego, en un vídeo de Youtube, dichos “bailarines”, se nombraron como grupo de cosplay en el titulo. Hubo algo de revuelo en los comentarios (una Flame mas bien), ellos faltaron al respeto desde el principio a otros cosplayers, y cuando fueron puestos en evidencia, y se quedaron sin argumentos, optaron por borrar todos los comentarios en contra, dejando solo los que eran favorables a su opinión. Muy cobarde por su parte, pero no por ello menos cierto.
Para no irme mucho del tema, he escrito un articulo anexo, donde cuento con más detalle mi opinión acerca de lo que sucedido en el concurso, lo que pienso que no debería permitirse, y los detalles del caso anteriormente citado, en el que, utilizando sus propios argumentos, concluí: “Entonces, según vuestros propios argumentos, puedo venir con un “cosplay” de El Fary, cantar Torito, y ganar el concurso”.
Luego a la hora de repartir los premios, también fue un completo desastre. Al no disponer ni siquiera de tiempo para que algunos cosplayers actuaran, los premios se tuvieron que repartir a pie de escenario mientras se preparaba el concierto que venía a continuación, y sólo los que se acercaron a preguntar, o fueron localizados, obtuvieron dicha información Los premios también han sido más discretos este año, en comparación con la Playstation 3 del anterior.
Sin duda el concurso de cosplay, pese a su magnifico escenario (Enorme, y muchísimo mejor que el del Salón del Manga), es el punto que mayor mejora demanda de cara a su tercera edición.
En conclusión, mi valoración de este II Japan Weekend es positiva. Por parte de la organización se ve, sin duda, la intención de mejorar y hacer avanzar al evento, no sólo con ese genial escenario, sino complementando el evento con más actividades (Como por ejemplo el desfile de moda de Mei y Angle) y con representación del sector del manga y los videojuegos. El incremento de público creo que es notorio respecto a su primera edición, y espero que así lo siga siendo en sucesivas ediciones.
Sin embargo, la desorganización de horarios y la falta de normas precisas en el concurso de cosplay, junto con un precio elevado de la entrada, y la falta de un lugar para comprar bebidas a precios razonables, son los puntos en contra que espero sean solucionados en futuras ediciones.
Un evento para pasar, sin duda, un muy buen fin de semana, y al que el próximo año pienso volver.
Enlaces:
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