La demo disponible era bastante completa, pudiendo disfrutar de lo que parece una de las secciones iniciales del juego. En ella llevamos a Serah, la hermana menor de la protagonista de la anterior entrega, Lightning, acompañada por un joven misterioso llamado Noel. Y es que Final Fantasy XIII-2 comienza cinco años después de la primera historia, con la búsqueda de Lightning a lo largo y ancho del mundo de Cocoon pese a que todo el mundo crea que ha muerto.
Y es que una de las mayores críticas que tuvo el antecesor de este XIII-2 fue el exceso de linealidad del mismo, el hecho de convertir un juego de una saga con bastante libertad de movimiento en un producto bastante pasillero y repetitivo. Por ello, aunque tampoco se puede saber habiendo jugando únicamente la demo, hay bastantes vueltas que dar en lo que pudimos ver jugando aunque tampoco hubiera un exceso de interacción. Pese a todo, sí nos dio tiempo para perdernos un poco por un escenario de cierta amplitud aunque habrá que ver las posibilidades reales que nos encontraremos en la retail.
Gráficamente tampoco hay unas diferencias abismales de lo que ya vimos aunque cierto es que el listón estaba alto. Además nos acompañaran diversos monstruos en los combates que nos ayudarán a enfrentarnos a nuestros enemigos. Y no, no estamos hablando de invocaciones propiamente dicho sino de monstruos que deberemos reclutar y mejorar para que sea más eficaces en el combate. Aparte también cuentan con una fuerte dosis de protagonismo los Moogles, que nos ayudarán a la hora de encontrar cosas en el escenario o a la hora de afrontar un combate, indicándonos si contamos con una posición de ventaja sobre el enemigo, si podemos huír de él, etc.
En cada combate, y fueron un puñado de ellos, entraban en liza el llamado Cinematic action system. La realidad es que detrás de este nombre tan llamativo, se encuentran simplemente unos Quick Time Events en medio de la acción del combate que da lugar a escenas y momentos de mayor espectacularidad dentro de los combates y obliga al jugador a estar algo más atento más allá de estar jugando con el automático. De hecho, uno de los objetivos de los desarrolladores en este Final Fantasy XIII-2 es hacer que el juego cuente con un ritmo y una tensión en todo momento, sirviéndose de esta herramienta para meterle algo más intensidad a los combates.
La demo finalizaba con un combate contra un gigantesco enemigo llamado Atlas que sirve como demostración de sistema que han llamado Live Triggers en el que se toman determinaciones sobre una decisión argumental en medio de un combate utilizando los gatillos del mando. En este caso la decisión es enfrentarse directamente contra él o tratar de hacer que calme la ira que le posee. Si se elige la primera opción el combate seguirá pero si se intenta hacer lo segundo, se entra en una especie de minijuego donde debemos resolver un puzzle pisando baldosas que desaparecen cuando pasamos por encima.
En resumen, parece que este Final Fantasy XIII-2 trata de hacer todo lo posible para subsanar los errores que se cometieron en la entrega original, añadiendo un componente mayor de exploración e interacción, junto con un intento de dinamizar los combates para hacerlos más dinámicos, exigiendo de una participación activa mucho mayor al aparecer los QTE de por medio. En realidad, no hay grandes innovaciones o rupturas radicales del género pero lo que sí parece es que Square ha intentado hacer caso de las fuertes críticas que recibió Final Fantasy XIII.
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